English | Español | August 15, 2018 | Issue #67 | |||
Ser un líder es decir lo que se quiere decir cuando nadie lo está diciendoEl documentarista Gregory Berger nos lleva detrás del telónPor Aline Camargo
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Gringoyo es hijo de un mecánico aspirante a cantante y actor del Bronx y una madre mesera. De niño le encantaba vivir en la ciudad de Nueva York durante los 70s y 80s.
Desobediente desde chico, cruzaba la calle catorce e iba a bares con sus amigos. En una de estas aventuras se encontró con un famoso poeta americano.
“Había un señor sacando fotos y le pegué y ahí empezamos a pelear. Pero luego me invitó un trago y me di cuenta de que era Allen Ginsberg,” recuerda Berger.
Ginsberg es conocido por haber luchado contra el militarismo, el imperialismo y la represión sexual durante la Generación Beat, en los años 50s.
Berger vió cualidades en el poeta que quería tener como la inquietud de luchar por lo que cree. Años después Gringoyo siguió este camino.
“Soy un ex documentarista que no quiere ser la próxima sensación del Internet, pero sí quiere cambiar cosas”, resalta Berger.
Su trabajo une tres de sus pasiones: el cine, la comedia y la política. En 1998 vivía en California y trabajaba como asistente de producción cuando sufrió una desilusión amorosa. Se fue a México junto con un amigo donde no tuvo tiempo para sufrir, porque encontró mucho trabajo e inspiración.
“En ese tiempo México estaba lleno de movimientos sociales, como el Zapatismo. Se sentía la esperanza en el aire. Me quedé y me quedé para siempre,” dice Berger.
Ya en México decidió cambiar la manera de hacer sus videos usando la comedia como herramienta. El primer video que hizo fue, “El gringotón”. Cuenta la historia de un tipo que vende chicles en metros y autobuses para ganar dinero para una lucha guerrillera en los Estados Unidos en contra del presidente George W. Bush.
“Mi especialidad es hacer el personaje de gringo pendejo, porque como sabes no me cuesta mucho trabajo”, bromea Gringoyo.
Después de producir ese primer video Berger se lo enseñó a unos amigos. Entre ellos estaba Al Giordano, presidente y fundador de la Escuela de Periodismo Auténtico.
“Al me dijo que lo que hacía era periodismo, y yo pensaba que era arte,” explica Berger.
Después, Berger fue uno de los alumnos de la Escuela de Periodismo Auténtico en Bolivia en el 2004. A partir de ahí intensificó su trabajo como productor de videos virales.
Berger explica porque sigue con el proyecto de la Escuela junto con Al Giordano y porque es optimista sobre el futuro del periodismo.
Gregory Berger y Heather McCuen, directores del grupo de Video Viral en la Escuela de Periodismo Auténtico. DR 2013 Noah Friedman-Rudovsky. |
“Creo que nadie cree que el modelo tradicional de periodismo va a seguir existiendo. Entonces es hora de ver qué periodismo queremos y hacer algo”, dice Berger.
Durante la Escuela de Periodismo Auténtico 80 personas conocen, piensan y proponen estratégias sobre como comunicar y organizar en favor de los movimientos sociales.
Berger cree que “con la comedia se puede dar acceso a temas que tal vez la audiencia no alcanzaría. Detrás de esos videos siempre hay mensajes que dan mas información para que la gente conozca, para que se organice y trabaje por un movimiento”.
Berger dejó los documentales de largo formato porque se dio cuenta de que había que transmitir estos mensajes de una manera más efectiva.
“Me di cuenta de que la mejor manera de contar historias con un video, con y sobre los movimientos, no es con videos largos, sino con videos que lleguen a las personas, que les roben la atención, y que las hagan pensar”, menciona Gringoyo.
Las constantes luchas y los temas con los cuales se involucra, tienen como objetivo cambiar el mundo en el que vive su hijo de seis años. Berger cuenta que la relación que tiene con su hijo no está separada de lo que hace.
“En 2009, con la gripa H1N1, vi que mi hijo tenía miedo. Los padres y maestros les inculcaban miedo. Pensé que tenía que hacer dos cosas a la vez: tenía que enseñarle a no tener miedo, jamás. Y también tenía que hacer eso como comunicador, porque eso es el periodismo auténtico. No tenemos miedo de opinar, y le enseñamos a la gente que no debe tener miedo,” comparte Berger.
El problema de la H1N1 inspiró a Berger a producir el video “Amor en tiempos de Influenza”, y durante su filmación caminó por las calles de la ciudad de México con un puerquito usando un tapabocas. También produjo muchos otros videos con el intento de transmitir un mensaje de esperanza para su hijo y para el mundo.
“Yo vi la necesidad de enseñarle a él y a la sociedad que es posible vencer cualquier obstáculo a través de la alegría y del humor. Por esto creo que los roles de padre, profesor, documentalista y periodista están ligados,” concluye Berger.