Sólo te nos adelantaste “cachito”

Gonzalo Subirats (1956-2010), fotoperiodista del diario Por Esto! y profesor de la Escuela de Periodismo Auténtico

Por Equipo Editorial
Diario Por Esto!

20 de febrero 2010

El periodismo siempre hablará bien de Gonzalo Subirats y por ello le tendrá reservado su lugar en la historia de la noticia, de la información y del profesionalismo de la imagen.

Pésele a quien le pese.

Gonzalo Subirats D.R. Por Esto!

Durante la década de los 90’s hubo un hombre en Quintana Roo quien marcó el camino a seguir dentro del periodismo gráfico. El no sabía decir no, él siempre buscaba la foto, aquella que lo diferenciaba del resto. Para él no había foto imposible, ni imagen que no se pudiera lograr.

Su perfil era conocido por muchos, sobre todo por aquellos fotógrafos que en esos años donde se construía la plataforma que ahora es el periodismo en el Estado, en algún momento pasaron por su presencia, su jefura, sus corajes, sus regaños, sus aspavientos pero también por sus felicitaciones y reconocimiento.

Hombre íntegro y directo. Jamás hablaba a espaldas de nadie, siempre enfrentaba los problemas, la verdad y sobre todo los instantes. Eso lo hacía diferente al resto. Era su pauta a seguir, su marca personal.

“Conmigo no hay medias tintas”, solía decir a quienes lo apreciábamos en verdad y sobre todo valorábamos su trabajo, ese que marcó época en los diarios POR ESTO! y posteriormente en la promotora Pioneros de Quintana Roo.

Para él, la imagen iba más allá de mil palabras. Significaba más que una portada de diario o una representación de la realidad misma. Para él, la fotografía era sentimiento, pasión, orgullo y ante todo, su mayor fortaleza

Quien lo conoció en vida, sabía perfectamente que podía contar con un amigo leal y un compañero en buena lid, esos que ya no hay muchos en el periodismo de ahora.

Quién no recuerda sus andanzas con Renán Castro Madera en investigaciones especiales que marcaron el rumbo en muchos momentos dentro de Quintana Roo.

Quién no lo recuerda con la cámara en mano, sonrisa en el rostro y dedos de la mano izquierda restregando el bigote. “Mi mostacho”, decía sólo a aquellos que intimaban con él.

Ferviente admirador de la música alegre, de la salsa, merengue y de la trova cubana.
Adicto a más no poder del perfeccionismo laboral, de la Coca Cola Light, el café y de un buen cigarrillo.

Creador de la frase célebre que enmarcó a muchos de quien él mismo hizo héroes mediante sus imágenes, mediante las fotografías que le tienen reservado un lugar en el periodismo de Quintana Roo, en el periodismo de la Península de Yucatán. “Cómo estás cachito”, decía al mismo tiempo que acompañaba su frase con una gran sonrisa.

Gonzalo Subirats fue, es y será un referente de la imagen en el periodismo. Prueba de ello fue su último trabajo realizado en el gimnasio de la Universidad de Xalapa, donde tomó fotografías del partido entre Pioneros y Halcones en las semifinales de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional.

De franca sonrisa y amigo como pocos, alegre, jovial y todo un profesional de la fotografía que por años lo llevaron a acumular grandes amistades a lo largo de su carrera periodística, hoy nuestro compañero y hermano Gonzalo Subirats García nos dejó y se adelantó hacia la vida eterna.

En horas de trabajo, con su equipo fotográfico como siempre se le miraba, buscando la foto, la foto..! la que siempre lo distinguió de sus compañeros, así fue como se despidió Gonzalo Subirats.

Compañero como ninguno, peleó y luchó por la foto que lo mantuvo siempre como un gran profesional.

Los periódicos POR ESTO! de Yucatán y de Quintana Roo tuvieron en él un gran compañero de trabajo, amigo de verdad y hermano, como pocos, en las buenas y en las malas.

De corazón sincero, el que ahora le falló, pero que en vida nunca escatimó para brindarlo y abrirle su amistad a quien lo conoció, fue siempre su escudo de bienvenida para todos.

Hoy se ha ido Gonzalo Subirats, pero siempre quedará el recuerdo de sus palabras, el profesionalismo de su trabajo y el carácter de hombre fuerte y aguerrido.

Y precisamente esa fuerza de hombre aguerrido, lo que llevó a su último pensamiento en vida directo a la mujer que amaba y a su hijo que hoy más que nunca, deberá valorar la ausencia de su padre.

Hasta siempre Gonzalo Subirats. Hasta siempre “Cachito”. Hasta siempre amigo mío…

Sólo te puedo decir que harás falta en el triunfo, aquel que siempre soñamos y que día a día trabajábamos para construir…

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