English | Español | August 15, 2018 | Issue #63 | ||
Vientos PolíticosSe forman alianzas políticas frágiles para terminar con el control del poder por parte del PRI en OaxacaPor Nancy Davies
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D.R. 2010 Noticias |
Así que, ¿que hay con las elecciones? Para los novatos en las rutinas barrocas de la política oaxaqueña el primer paso fue la creación de una “coalición de oposición”. Esto significa que los partidos que no son el PRI (el partido que ha gobernado por años, Partido Revolucionario Institucional), sin ningún reparo en cuanto a sus ideologías, y sin algún candidato prefijado, tuvieron que recibir los respectivos permisos de sus sedes estatales para unirse en coalición. Así, el PRD estatal y Convergencia estatal tuvieron que pedir permiso, así como también tuvieron que consultar a sus sedes nacionales. El resultado nacional, en donde se elegirán 11 gubernaturas, es un embrollo: en un estado se formó una alianza PAN y PT (el PAN neoliberal y el Partido de los Trabajadores), mientras que en otro estado la coalición no apunta a vencer al PRI como en Oaxaca, sino de sacar al PAN, así que ahí se puede ver una coalición PRI y PT. ¡Uff! En Oaxaca, la debilidad de votantes de los partidos de coalición es revelada, particualrmente entre el PAN y el PRD. El PRD fue secuestrado nacionalmente por los “chuchos” (que apoyan al presidente nacional del partido, Jesús Ortega), dejando al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador paseando por el interior de Oaxaca con baba de bebé en su babero. De todos los estados, Oaxaca tenía un PRD con gran presencia, especialmente en la zona del Istmo. Pero si el PAN forma una coalición con su archienemigo el PRD, que se negó a reconocer a Felipe Calderón como presidente y se refiere a López Obrador como el presidente “legítimo”, podemos adivinar que tan débiles se sienten ambos partidos. El PAN sufre de una pobre imagen del presidente Calderón, y el PRD esta diezmado. Para darnos una idea de las cosas, Convergencia (y quienes saben que su política no es ciertamente de izquierda) la esperanza de Gabino Cué, fue a visitar a Calderón para hacer una buena impresión, esto es, asegurarle a Calderón que Cué no lo socavaría, como el PRD lo ha hecho. Con todo eso, en muchos estados así como en Oaxaca, el PRI por sí solo supera cualquier coalición de oposición.
Una excepción podría ser causada por una ruptura dentro del PRI. Aquí en Oaxaca, la lucha por la nominación del PRI está en marcha, y entre peor luchan más me gusta. La revelación de que Jorge Franco Vargas estaba firmando con el título falso de “licenciado”, fue bien publicitado en Noticias. El Chucky, como nos gusta llamarlo, se desvanece, pero aquellos que se desplazan a las primeras filas son numerosos, ya sean aburridos o escandalosos. Una sugerencia hecha es que los maestros asuman el papel de monitorear la elección de jullio; no estoy segura de como podría legalizarse eso. Los observadores electorales son pura decoración, no pueden decir ni hacer nada.
La alianza opositora no es tan increíble como suena, siempre y cuando tengan en mente que el único objetivo es el de ganar, y las posiciones políticas no tienen nada que ver con ello. No solo los partidos, sino las organizaciones de la sociedad civil como EDUCA y “Reformemos Oaxaca”, están trabajando una plataforma, ya que se asume que cualquier partido que lance al candidato de la coalición, la coalición entera firmará la plataforma. ¿Qué? Se pregunta, ¿implementar la plataforma? No, solo firmarla. Ésta sin duda incluirá la participación ciudadana, referéndum, y en caso de que no haya mayoría tal vez una segunda vuelta. Cuando se evoca al mítico centenario de la Revolución Mexicana, el eslogan para Oaxaca es: Pesca o deja pescar. Ahora o nunca.
En Oaxaca no es ninguna sorpresa que el PRI se refiera a la alianza opositora como algo parecido a un becerro de dos cabezas, una criatura que no debió ser y no puede sobrevivir. Además, Franco Vargas ya ha comenzado a socavar, sobornar y cooptar a trabajadores de la coalición. Más allá de Oaxaca, los gobiernos del PRI en otros estados están decididos a impedir las alianzas en Puebla, Durango, Hidalgo, declarando ilegal este tipo de coaliciones y lanzando una variedad de bloqueos legales. López Obrador insiste a sus votantes que miren al candidato y no a su partido. Es bueno que lo diga, ya que sin el PRD, López Obrador ha promocionado a candidatos del PT, y de paso a Gabino Cué.
¿El pueblo? Bueno, supongo que no van a ganar mucho, pero en el lado amable, en Oaxaca no hay nada más que perder. Fracturar al PRI, luego de incontables décadas de mantener sometida a las doce regiones del estado, se ha convertido en el único y más importante objetivo.
Las regiones para fines electorales: Cañada, Mazateca, Mixteca Baja, Mixteca Alta, Chinantla, Sierra Zapoteca, Región Mixe, Valle de Oaxaca, Mixteca de la Costa, Sierra del Sur, Istmo, Chimalapas. Oaxaca tiene 570 municipios (Chiapas tiene 118). De los 570 municipios, 418 contienen población gravemente reducida por la migración, pero predominantemente indígena. Y ahí se conectan tanto el mal como el bien: la marginación de una población negada y sin educación y la retención de los usos y costumbres locales basados en la ayuda mutua. Los caciques del PRI, quienes en las pasadas elecciones recolectaron las credenciales electorales para fotocopiarlas, y aseguraron a los electores locales que no existía tal cosa del voto secreto, una vez más están llenando cajas con despensa antes de las elecciones. Quizás esta vez no funcione; la Sección 22 va con todo en la educación rural.
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