English | Español | August 15, 2018 | Issue #58 | ||||
Campesinos de la OCEZ levantan huelga de hambre: posible desalojo violento en predios ocupados“la historia de explotación, represión, despojo y desprecio es ancestral”Por Juan Trujillo L.
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D.R. 2009 Foto: Michel Vial |
Según el médico Armado Servín, quien solidariamente resvisó el estado de salud de los campesinos durante los días de la movilización, tuvieron que reforzar la vía oral y canalizar las venas con suero y un concentrado de vitamina B, lo cual trajo como resultado el “restablecimiento de sus condiciones metabólicas y el volumen circulatorio”. Servín dijo además que en el caso de Hernández de la Torre, “la pérdida de peso en un lapso de 13 días fue de 14 kilogramos, es decir, más de un kilo por día, lo que le provocó problemas cardíacos”. Los demás campesinos que necesitaron asistencia fueron Carlos Méndez Ramírez de 56 años, Luís Hernández Gómez de 28, Berta Alicia Morales de 30, Ernesto Gómez Vázquez de 42 y Enrique Jiménez López de 57.
El ayuno colectivo ha sido una de las acciones que las 12 comunidades con 450 familias entorno a la OCEZ realizaron como parte de sus esfuerzos por impulsar sus demandas para que el gobierno de Chiapas legalice y compre de tierras cercanas a los poblados campesinos. Desde el miércoles 16 de julio sus integrantes ocuparon pacíficamente unas 500 hectáreas de tierra aproximadamente, (al menos en los predios El Nilar, El Encanto, La Noria, El Caracol, El Sauz y La Ceiba) para presionar a las autoridades. Mientras tanto, una Comisión se instaló en la capital Tuxtla Gutiérrez para establecer el diálogo.
Para Maria, es esta la primera vez que participa en un ayuno colectivo que se propone luchar por el sustento alimenticio de su familia y la de sus compañeros. “De por sí ya estamos acostumbrados a no comer, pero como somos bastante, nos apoyamos y queremos salir adelante”, comenta frente a los demás campesinos cuyos ojos rojos y llorosos fueron el rasgo alarmante y notorio del paulatino deterioro en su salud desde el pasado jueves.
Se trata de una lucha por décadas en la que los campesinos de la región, han sido sometidos al régimen y a la ley de los patrones y caciques que todavía son dueños de la mayor parte de las tierras en esta región. “Han prestado sus servicios como jornaleros agrícolas, en la cosecha de la caña de azúcar, de ahí han dependido por generaciones, ahora ya están pidiendo esas tierras para que sostengan sus familias”, comenta el dirigente.
D.R. 2009 Foto: Michel Vial |
De las negociaciones desarrolladas en Tuxtla Gutierrez, la OCEZ logró lo que consideraron “un pequeño avance”, pues el gobierno se comprometió a comprar 225 hectáreas para tres grupos. Sin embargo, consideran que esta es una solución parcial, pues no se logró pactar un día fijo para su realización, además de que está pendiente por legalizar los predios de El Milar, El Caracol, El Encanto, El Porvenir, Pujiltik. El gobierno “quiere que quede fuera” San José la Grandeza, Guadalupe La Cuchilla y beneficiar solamente a Laguna Verde con 45 familias.
“Somos 13 grupos y nada más quiere dar solución a tres grupos, quedarían 10 grupos afuera, nuestro reclamo es de 900 hectáreas como faltante y nada más nos quieren dar 225. No se comprometió a resolver la situación de otras 450 hectáreas”, exclamó visiblemente molesto el campesino.
Los esfuerzos de la lucha por la tierra de esta organización, se remontan a la década de 1980 aunque la historia de explotación, represión, despojo y desprecio es ancestral. Desde entonces, los campesinos han recurrido a la ocupación de los predios. Con ella, ha llegado también los hostigamientos, patrullajes, paramilitares, torturas y violentos desalojos. Los miembros tienen hoy al menos 15 órdenes de aprensión. Con el diálogo roto con el gobierno, las represalias y desalojos están latentes en los próximos días y semanas.
El terrateniente de la región es Jesús Orantes Ruíz, quien según la OCEZ, “es el representante de todos los caciques, y quien también protege, coordina y respalda a otros a través de la Confederación Nacional Campesina (CNC), que formaron los caciques, él ha estado en la secretaría por muchos años, ha protegido sus más de mil quinientas hectáreas de caña”, agrega.
Según los huelguistas, junto a Orantes Ruiz en la región, conviven también la familia Borrales, Pedrero, Robles Guillén y Castellanos. Cada una con sus respectivos predios y empleados campesinos, quienes les trabajan las tierras, obteniendo a cambio una pequeña parte de la cosecha. Además de esta situación de explotación, la tierra que cultiva el campesino, es generalmente rentada.
Según información oficial, los predios El Nilar, El Encanto y El Caracol son propiedad de los hermanos Fernando y Alejandro Borraz Castañeda, mientras el dueño de La Ceiba y El Sauz es Segundo Villanueva Villatoro. Una versión no confirmada indica que los Borraz Castañeda y Villanueva Villatoro interpusieron una demanda contra los invasores ante la procuraduría de del estado.
A pesar de lograr el “pequeño avance”, y de levantar la huelga de hambre como principal medida de presión, la organización a través de José Manuel de La Torre, miembro de la comisión negociadora, exige “qué se le de seguimiento y seriedad a la gestoría (de la compra de 225 hectáreas). No hemos podido desahogar formalmente este punto, mientras no quede claro, nosotros seguiremos en posesión de la tierra”.
D.R. 2009 Foto: Michel Vial |
Los campesinos que suspendieron el ayuno regresaron a sus comunidades en la región Carranza, no sin antes dar a conocer que se quedará una comisión en la ciudad de San Cristóbal para informar sobre los próximos acontecimientos a la prensa nacional e internacional. Además, responsabilizaron al gobierno del estado por conducto de los funcionarios Nemesio Ponce, Ismael Brito Mazariegos, y Jorge Luís Hernández, así como a Limberg de Jesús Capito Juárez e Ismael Brito Mazariegos, estos últimos del municipio Carranza por “cualquier desalojo que reciban nuestros compañeros que están en posesión de la tierra”.
Maria Candelaria regresó ya a su comunidad Laguna Verde, llevará un poco de estas noticias a sus cuatro hijos y cinco nietos de cómo los campesinos fueron tratados por un gobierno perredista de Juan Sabines, que se empeña en desarticular, cooptar y golpear a las organizaciones sociales. Las palabras de María, seguirán en la conciencia de los suyos, porque si de lucha se trata, el sacrificio será interminable: “Si nos toca volver a hacer esta huelga de hambre sí lo vuelvo a hacer, para que tengamos todos un pedazo de tierra, necesitamos pues terreno para trabajar”.
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