English | Español | August 15, 2018 | Issue #67 | ||
La defensora de derechos humanos Kerry Kennedy fue detenida y amenazada por el Ejército MexicanoLa hija de Robert F. Kennedy cerca de encontrar un trágico destino en un retén de la guerra contra las drogasPor Bill Conroy
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“Fuimos detenidos, acosados y amenazados por ocho soldados en uniforme de combate portando armas automáticas”, Kennedy escribe en un reciente artículo escrito para el Inter Press Service, en el que relata su experiencia.
Después de establecer que éramos una organización internacional de derechos humanos, el teniente responsable del retén maliciosamente exigió inspeccionar nuestras pertenencias en busca de narcóticos. Enfurecido, amenazantemente dijo: “Yo soy la autoridad, yo tengo el poder.” En ese momento, mi corazón se detuvo.
Kennedy, una prominente escritora católica y desde hace mucho tiempo activista de derechos humanos, tenía motivos para sentir temor. Desde que a fines de 2006 el presidente mexicano Felipe Calderón declaró la guerra a los “cárteles” de droga, más de 65.000 mexicanos han sido asesinados y miles más han sido desaparecidos, torturados o violados -no pocos en las manos de los militares mexicanos, la punta de lanza de la guerra contra las drogas de Calderón.
Un informe de Human Rights Watch de noviembre de 2011 encontró que tan sólo en cinco estados mexicanos (incluyendo Guerrero) las fuerzas de seguridad son presuntamente responsables de “más de 170 casos de tortura, 39 ‘desapariciones’ y 24 ejecuciones extrajudiciales desde que Calderón asumió el cargo en diciembre de 2006.”
Un reciente artículo del Wall Street Journal informa que “lo procuradores militares dicen que están investigando más de 3,500 casos de violaciones a los derechos humanos presuntamente cometidas por soldados, incluidos casos de asesinatos, violaciones y torturas.”
Ese día, Kennedy y su hija adolescente en camino a la iglesia fácilmente pudieron haberse convertido en las víctimas más recientes de una guerra contra las drogas que se ha intensificado mucho más allá del control de las autoridades estadounidenses y mexicanas.
Se trata de una guerra contra las drogas impulsada al norte por la demanda de los consumidores de drogas de los EEUU, y un río de hierro que fluye al sur, hacia México, que le da dientes a la matanza -un río alimentado por programas de los Estados Unidos como la Iniciativa Mérida de 1,5 mil millones de dólares y los cientos de millones de dólares en envíos de armas a través del programa de Ventas Comerciales Directas aprobado por el Departamento de Estado.
“En vez de reducir la violencia, la ‘guerra contra el narcotráfico’ de México ha provocado un incremento dramático de la cantidad de asesinatos, torturas y otros terribles abusos por parte de las fuerzas de seguridad, que sólo contribuyen a agravar el clima de descontrol y temor que predomina en muchas partes del país,” dijo el director de Human Rights Watch en las Américas, José Miguel Vivanco, en un comunicado para anunciar el informe de su organización sobre los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad de México.
Sin embargo, el fin de semana pasado, Kennedy y su hija se salvaron de morir a manos de un pelotón de militares mexicanos habilitados por la guerra contra las drogas, enfermos de poder y posiblemente armados con armas y balas provistas por los EEUU. Después de media hora de agonía, a ella y su hija, y a su grupo de viaje, se les permitió pasar a través del puesto de control militar y llegaron a visitar el santuario de la Virgen de Guadalupe.
“El domingo [08 de abril],” Kennedy escribe en su artículo de Inter Press Service, “experimenté lo que pocos líderes de la élite mexicana saben: el temor a un militar que acciona su poder hacia las personas a las que se ha comprometido proteger, a la rabia engendrada cuando ese poder es desafiado, y al carácter arbitrario de su ira.”
Actualización: 13 de abril 7:40 p.m.
Narco News contactó al Centro RFK para la Justicia y Derechos Humanos buscando comentarios de Kerry Kennedy concernientes a su encuentro con el Ejército Mexicano. Meaghan Baron, encargada de comunicaciones del Centro RFK, señaló que Kennedy no estaba disponible debido a viajes programados.
También se contactó a la oficina del senador John Kerry para buscar comentarios. Kerry se desempeña como encargado del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Un vocero de su oficina confirmó que la solicitud fue recibida pero hasta ahora no ha proporcionado comentario alguno.
De igual forma, la Embajada Mexicana en Washington DC fue contactada para que comentara acerca del trato del Ejército Mexicano hacia Kennedy. Ricardo Alday Gonzalez, el vocero de la Embajada Mexicana, envió una breve respuesta a través del correo electrónico: “Gracias. Nos contactaremos con usted.”
Hasta ahora no ha respondido a Narco News, pero está claro que el gobierno está oficialmente al tanto del incidente.
Permanezcan en sintonía…
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