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El caso de Zambada Niebla expone los acuerdos de la guerra contra las drogas de los EEUU

Agente de la DEA confirma que se utilizó inteligencia de la organización narcotraficante de Sinaloa para debilitar a las organizaciones de Juárez y de Beltrán Leyva


Por Bill Conroy
Especial para The Narco News Bulletin

10 de diciembre 2011

Por mucho tiempo, los funcionarios del gobierno estadounidense han presentado a la guerra contra las drogas a través de los medios como una película del estilo de “Harry el Sucio”, en la cual policías ineficaces son llevados a una batalla campal con poderosos delincuentes que amenazan el tejido social de los barrios privados de los Estados Unidos.

Por supuesto que es una gran pretensión en vista de lo que en verdad sucede en el mercado estadounidense. La guerra contra las drogas es en realidad un negocio de drogas en el que se hacen acuerdos a puerta cerrada para acrecentar las ganancias de las entidades empresariales involucradas, ya sean organizaciones narcotraficantes, fabricantes de armas u organismos gubernamentales – y los ambiciosos que se encuentran en puestos de liderazgo.

Pero incluso el gobierno de los EEUU comete errores, y en este caso son los propios agentes y fiscales del gobierno los que salieron manchados con declaraciones presentadas a principios de diciembre en un controversial caso criminal en Chicago. Los alegatos supuestamente avanzan en el caso del gobierno en contra del narcotraficante mexicano, Jesús Vicente Zambada Niebla. En realidad, los documentos de la corte demuestran la insidiosa naturaleza de cooperación existente entre el gobierno de los EEUU y la organización de Sinaloa.

En ninguna parte se revela mejor la sangrienta realidad que en el actual caso en contra del capo mexicano del Cártel de Sinaloa, Zambada Niebla -hijo de Ismael “El Mayo” Zambada García, quien junto con su socio Joaquín Guzmán Loera (El Chapo), sirve como padrino de la organización de Sinaloa.

A fines de marzo de 2009, el ejército mexicano detuvo a Zambada Niebla luego de que se reuniera con agentes de la DEA en un lujoso hotel de la Ciudad de México, reunión que fue organizada por un informante del gobierno de los EEUU que también es hombre de confianza de Ismael Zambada y del Chapo Guzmán. Ese informante, el abogado mexicano Humberto Loya Castro, como lo presenta el propio gobierno de los EEUU en el juicio, sirve como intermediario entre el liderazgo del Cártel de Sinaloa y organismos gubernamentales estadounidenses, buscando obtener información sobre organizaciones narcotraficantes rivales.

“El 3 de junio de 2005, CS [el informante Loya Castro] firmó un acuerdo de cooperación con la Oficina del Fiscal Federal del Distrito Sur de California” dice una declaración presentada en el caso de Zambada Niebla del agente de la DEA Manuel Castañon. “…A partir de entonces, empecé a trabajar con CS. Con los años, la cooperación con CS dio como resultado la incautación de diversas cargas importantes de narcóticos y precursores químicos. La cooperación con el CS también permitió obtener información de inteligencia muy útil para el gobierno de los Estados Unidos.”

De acuerdo con Zambada Niebla, él y el resto del liderazgo de Sinaloa, a través del informante Loya Castro, negoció un acuerdo de inmunidad con el gobierno de los EEUU en el que se les garantizaba protección a cambio de proporcionarle a organismos de inteligencia de los EEUU información que pudiera utilizarse para comprometer a cárteles rivales y sus operaciones.

De los alegatos del gobierno de los EEUU presentados en el caso a principios de mes, y hasta ahora ignorados por los medios estadounidenses:

La teoría [de Zambada Niebla] para apoyar su defensa de la autoridad pública [actuando con la sanción del gobierno de los EEUU] y su moció por desestimar la supuesta inmunidad se basa en la premisa que, como parte de su cooperación con el gobierno de los EEUU, el CS [el informante Loya Castro] obtuvo información de los jefes del Cártel de Sinaloa “sobre líderes de cárteles rivales y sus asociados” y proporcionó la información al gobierno de los EEUU “a cambio de un cheque en blanco para que el Cártel de Sinaloa pudiera continuar su empresa narcótica en los Estados Unidos y México sin interferencia a cambio de inmunidad y protección ante detenciones de autoridades estadounidenses y mexicanas.”

El acuerdo de supuesta protección a las operaciones del Cártel de Sinaloa aseguraba el debilitamiento de la competencia -como la organización de Vicente Carrillo Fuentes de Ciudad Juárez, la capital de las muertes violentas en el mundo.

Al mismo tiempo, la información proporcionada por el Cártel de Sinaloa a los organismos de los EEUU en contra de sus rivales asegura el constante flujo de incautaciones de drogas y de titulares victoriosos para las agencias estadounidenses y el gobierno mexicano. Esa propaganda es necesaria para engañar a los ciudadanos haciéndoles creer que se está progresando en la guerra contra las drogas y por tanto asegurando el continuo financiamiento de los abultados presupuestos para la guerra y apoyando las fracasadas políticas que les han costado la vida a 50,000 mexicanos desde fines de 2006, terminando con cualquier esperanza de vida productiva para los cientos y miles de ciudadanos estadounidenses -la mayoría consumiéndose en cárceles o como víctimas de homicidios ligados con drogas.

Esta es la verdadera imagen de la guerra contra las drogas en Estados Unidos y en México. Es un sangriento negocio que arroja gran cantidad de dinero, de poder y privilegio para aquellos que lo controlan -tanto los “buenos” como los “malos.” Sin embargo, en el caso de Zambada Niebla, que, a su juicio, fue traicionado por una combinación de un mal momento y por las luchas internas del círculo de poder y que llevaron a su detención y posterior extradición a los EEUU en febrero de 2010, y ahora se enfrenta a la posibilidad de pasar la vida en prisión en espera del resultado de su juicio en un tribunal federal de Chicago.

Por lo tanto, tiene perfecto sentido que Zambada Niebla tendría un incentivo para contar la farsa que es la guerra contra las drogas al subrayar la especial relación entre el gobierno de los EEUU y la organización narcotraficante de Sinaloa.

Por supuesto que los fiscales estadounidenses niegan la existencia de cualquier acuerdo de inmunidad/cooperación entre organismos estadounidenses y Zambada Niebla, o con cualquier jefe del Cártel de Sinaloa. Y afirman que Zambada Niebla no tiene evidencia para probar la existencia de dicho pacto.

Al mismo tiempo, los fiscales estadounidenses han evocado la seguridad nacional en el juicio a través de la Ley de Procedimientos de Información Clasificada (CIPA, por sus siglas en inglés), con el fin de asegurar que cierta evidencia sensible o embarazosa esté disponible para los abogados de Zambada Niebla.

El mes pasado, los abogados del narcotraficante acusado presentaron una moción pidiendo que el tribunal bloqueara el intento de los fiscales de utilizar CIPA con el fin de excluir a la defensa de las discusiones con el juez sobre el trato de la evidencia clasificada. Los abogados de Zambada Niebla sostienen que deben ser parte de dichas discusiones ya que el material supuestamente clasificado está en el centro de la defensa de su cliente en el caso.

De la moción presentada en octubre por los abogados de Zambada Niebla:

En la acusación, se afirma que el Sr. Zambada Niebla es un miembro de alto rango del cártel de Sinaloa. Creemos que la información [que el gobierno de los EEUU busca encubrir bajo la seguridad nacional] es material para la defensa que pudiera… contener información referente a los acuerdos entre agentes del gobierno de los Estados Unidos y los líderes del cártel de Sinaloa así como acuerdos de políticas entre el gobierno de los Estados Unidos y el gobierno mexicano relativos al tratamiento especial que iba a ser otorgado a los miembros de alto nivel del Cártel de Sinaloa. Por lo tanto, al abogado del Sr. Zambada Niebla se le debería de conceder autorización de alto nivel para revisar la información confidencial.

Sin embargo, recientemente, el juez del caso estuvo de acuerdo con los fiscales en dicho asunto, emitiendo una órden que permite al gobierno introducir la evidencia supuestamente clasificada “ex parte” [solamente para el juez] para que el juez pueda llegar a una determinación sobre si la evidencia puede ser vista por los abogados de Zambada Niebla.

Sentido Común

Así que el escenario está listo para el jucio de Zambada Niebla. Ahora debe probar que sus actividades de narcotráfico, y las del Cártel de Sinaloa, tenían la aprobación del gobierno de los EEUU -con la ausencia de una gran cantidad de “información clasificada” que el gobierno de los EEUU intenta mantener escondida de los abogados defensores y del público general.

Sin embargo, surgen algunas preguntas con respecto a la naturaleza de la relación entre el gobierno de los EEUU, los jefes del Cártel de Sinaloa (en particular El Chapo Guzmán e Ismael Zambada) y el informante Loya Castro. Tanto el gobierno de los EEUU como Zambada Niebla, a través de los alegatos judiciales, admiten que Loya Castro era lo suficientemente cercano al Chapo y Ismael Zambada que la información podía transmitirse fácilmente entre los jefes de Sinaloa y agentes estadounidenses.

Si la relación era tan cercana, entonces ¿por quo los agentes estadounidenses no usaron a Loya Castro para realizar una emboscada al Chapo Guzmán y a Ismael Zambada, deteniendo así a los altos jefes del Cártel de Sinaloa? Y si esos capos sinaloenses tenían algún indicio que Loya Castro, quien sabían cooperaba con agentes estadounidenses, entonces ¿por qué habían permitido que viviera y continuara sirviendo como informante de los EEUU?

El mero hecho de que los jefes de la organización criminal de Sinaloa supieran que Loya Castro era informante de los EEUU hubiera sido suficiente para garantizarle una muerte horrible -a menos que El Chapo Guzmán e Ismael Zambada pensaran que había un tipo de arreglo que hacía más útil a Loya Castro vivo que muerto. Eso es simple sentido común en el mundo de las drogas.

Además, el hecho de que el gobierno de los EEUU, en sus propias declaraciones a la corte, verificara que Loya Castro sirvió como intermediario con los jefes del Cártel de Sinaloa es un tipo de verificación implícita de que había un tipo de acuerdo que funcionaba satisfactoriamente para ambas partes.

El que hubiera existido un pacto legal que le asegurara inmunidad a Zambada Niebla, es, sin embargo, otra cuestión y de hecho una oferta oficial de ese tipo de hubiera sido paralizada. Pero parece claro, en base a los alegatos de los fiscales, que había un acuerdo en curso entre el gobierno de los Estados Unidos y la organización de Sinaloa.

Más de la declaración bajo juramento del agente de la DEA Castañon:

El CS [Loya Castro] me dijo que había recibido instrucciones para reunirse con Zambada Niebla y Joaquín Guzmán Loera [El Chapo]. Joaquín Guzmán Loera le dijo a CS [de nuevo, los jefes del Cártel de Sinaloa sabían que era informante de los EEUU] que Ismael Zambada García estaba interesado en que hijo, Zambada Niebla, cooperara con la DEA con el fin de trabajar en sus cargos pendientes en los Estados Unidos. El CS me dijo que después se reunió con Zambada Niebla para discutir la posibilidad de que Zambada Niebla se acercara a la DEA para cooperar.

Todos los hombres del rey

Tal vez cualquier acuerdo que pudiera existir entre el liderazgo del Cártel de Sinaloa esté limitado a el Chapo Guzmán e Ismael Zambada, tal vez lo formuló algún organismo de inteligencia estadounidense con el pretexto de hacer cumplir la ley, o a través de un pacto secreto improvisado por el Departamento de Estado, y sin el cumplido del Departamento de Justicia por solo aplicarse en México. En este caso, la clave está en los detalles, el manto de la seguridad nacional fácilmente puede ser evocado para evitar que la evidencia del pacto salga a la superficie.

Y en tal caso, Zambada Niebla fácilmente se convertiría en un peón en el tablero del rey. No es exagerado pensar que como líder naciente del Cártel de Sinaloa, con un poderoso padre al frente de la organización mafiosa, tenía muchos enemigos que lo veían como una amenaza futura, posiblemente incluso el Chapo Guzmán lo veía así.

En cualquier caso, está claro que el informante Loya Castro se movía entre los dos mundos libremente, con su identidad como agente doble conocido en ambos mundos, y aún así no fue desollado vivo por la organización de Sinaloa ni detenido por agentes estadounidenses, ni utilizado por organismos de los EEUU para emboscar al Chapo o a Zambada García para detenerlos o matarlos.

¿Por qué?

Bueno, un fiscal de los EEUU, Patrick Hearn, quien estuvo involucrado en otro caso en contra de Zambada Niebla que aún está pendiente en Washington DC ayuda mucho al responder esa pregunta.

De una declaración bajo juramento de Hearn presentada en el actual caso de Zambada Niebla en Chicago:

…Yo era el principal abogado litigante en el caso de los Estados Unidos contra Vicente Zambada Niebla… que está pendiente en el Tribunal Federal del Distrito de Columbia. Ese caso surgió de una investigación de conspiración de fabricación, importación y distribución de miles de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos aproximadamente entre 1992 y el 28 de enero de 2003.

…El 4 de marzo de 2009, recibí un correo de Steve Fraga, el agente [de la DEA] en mi caso del Distrito de Columbia. El me informó de una supuesta oportunidad para entrevistar a Zambada Niebla en México. Me informó que los agentes de la DEA estaban trabajando con una fuente de cooperación [Loya Castro] que había sido acusado por la Oficina del Fiscal en San Diego.

De acuerdo con el correo del agente Fraga, la fuente de cooperación había sido muy efectiva, y la acusación en su contra había sido desechada. El agente Fraga me dijo que la fuente había proporcionado información [probablemente de los jefes del Cártel de Sinaloa] que llevó a la incautación de 23 toneladas de cocaína, otras confiscaciones relacionadas con la organización narcotraficante de Vicente Carrillo Fuentes [con base en Ciudad Juárez, México] e información concerniente a la organización narcotraficante de Arturo Beltrán Leyva.

[Beltrán Leyva fue un antiguo socio del Chapo Guzmán, que más tarde se convirtió en un acérrimo rival para ser finalmente asesinado en diciembre de 2009 por fuerzas especiales de la Marina mexicana asistidas por agentes e inteligencia estadounidense. ¿Cuáles son las probabilidades de que esto no esté relacionado con el acuerdo especial que existe entre el Cártel de Sinaloa y el Gobierno de los Estados Unidos?]

Parece que el argumento presentado por los abogados de Zambada Niebla en su caso puede no estar tan lejos de la verdad.

El gobierno de los Estados Unidos consideró que los acuerdos con el Cártel de Sinaloa eran un precio accesible para pagar, debido a que el principal objetivo era la destrucción y desarticulación de cárteles rivales utilizando la ayuda del Cártel de Sinaloa -sin tener en cuenta el hecho de que toneladas de drogas ilícitas siguen siendo llevadas de contrabando a Chicago y a otras partes de los Estados Unidos, con un consumo que no cesa.

En esencia, la teoría del gobierno de los Estados Unidos al librar su “guerra contra las drogas” ha sido y continua siendo la de “el fin justifica los medios” y que es más importante recibir información sobre las actividades de organizaciones narcotraficantes rivales a cambio de que se les permita continuar con sus actividades criminales, incluyendo el contrabando de toneladas de drogas ilegales a los Estados Unidos. Esto está confirmado por recientes revelaciones de la investigación del Comité del Congreso de la última operación de la “guerra contra las drogas” llevada a cabo por el Departamento de Justicia, DEA, FBI, y ATF [una operación de la agencia de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF, por sus siglas en inglés) en la que a miles de armas compradas en tiendas de armas en los EEUU por grupos criminales se les permitió pasar a México sin obstáculos, muchas de ellas con destino a las manos de los mercenarios del Cártel de Sinaloa.]

La guerra contra las drogas no se trata de Harry El Sucio sacando a los matones de las calles para beneficio de los valores familiares.

No, esta guerra contra las drogas es más una historia de monarcas y poderosos señores feudales manipulando un tablero de ajedrez mientras dividen el reino a expensas de los peones, quienes por mucho tiempo han creído que lo que pasa dentro del castillo no les afecta -hasta que es demasiado tarde, hasta que la caballeriza del rey se los lleva y los desaparece para el beneficio de asegurar el reino.

Permanezcan en sintonía…

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