English | Español | August 15, 2018 | Issue #67 | |||
Fiscales de los EEUU buscan prevenir que los secretos sucios de la guerra contra las drogas salgan a la superficieLos abogados del narcotraficante Zambada Niebla afirman que el gobierno de los EEUU utiliza la Seguridad Nacional para ocultar pruebasPor Bill Conroy
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Zambada Niebla es el hijo de Ismael “El Mayo” Zambada García, uno de lo supuestos jefes de la organización narcotraficante de Sinaloa -una importante importadora de armas y exportadora de drogas. El capo superior de la organización, llamada así por el estado mexicano de la costa pacífica en donde se ubica, es Joaquín Guzmán Loera (El Chapo) -quien escapó de una prisión de máxima seguridad en México en 2001, a sólo unos días de ser extraditado a los Estados Unidos. Desde entonces, el Chapo ha construido uno de los “cárteles” de droga más poderosos en México.
El gobierno de los EEUU niega que a Zambada Niebla se le haya otorgado inmunidad por alguna agencia de ese país por los delitos de narcotráfico enunciados en su acusación.
Sin embargo, los fiscales estadounidenses si confirman en algunas declaraciones a la corte que otro miembro de alto rango del “Cártel” de Sinaloa, el abogado mexicano Loya Castro, ha trabajado como informante de la DEA por al menos 10 años (hasta este año) mientras también trabajaba para la organización de Sinaloa.
Loya Castro es descrito en los alegatos legales como “confidente cercano a Joaquín Guzmán Loera (El Chapo)”, el supuesto líder de la organización de Sinaloa.
Loya Castró fungió como intermediario representando a la organización de Sinaloa en el acuerdo con el gobierno de los EEUU, afirman las declaraciones de Zambada Niebla. Los alegatos judiciales del gobierno de los EEUU también confirman que Loya Castró trabajó en el armado de una fuente cooperante directa entre agentes de la DEA y Zambada Niebla -previo a su detención por agentes mexicanos en marzo de 2009.
De acuerdo con alegatos judiciales presentados en septiembre, el gobierno de los EEUU presentó una moción buscando invocar la Ley de Procedimientos de Información Clasificada (CIPA, por sus siglas en inglés) una medida destinada a asegurar que información de seguridad nacional no se haga pública durante procedimientos judiciales.
Hasta la fecha, los medios principales de los EEUU no han dicho nada sobre la intención del gobierno de los EEUU de invocar la CIPA en el caso de Zambada Niebla.
CIPA, promulgada hace más de 30 años, está diseñada para mantener alejada del público en casos judiciales los materiales clasificados, tales como los detalles asociadas con operaciones clandestinas del FBI o la CIA. La ley exige la notificación al juez antes de cualquier intento de introducir pruebas secretas en un caso para que el juez pueda determinar si es admisible o si se pueda adecuar una sustitución apropiada que pueda preservar el derecho del acusado a un juicio justo.
Como parte de los alegatos presentados el mes pasado por los abogados de Zambada Niebla, parece que los fiscales buscar asegurar que la defensa sea excluida de cualquier discusión con el juez sobre evidencias que puedan implicar seguridad nacional. En tal caso, la defensa no tendría posibilidad de argumentar su lado y tampoco podría estar consciente de la naturaleza de la evidencia que se discuta con el juez.
La declaración jurada fue protocolizada en el caso el 24 de octubre por Fernando Gaxiola, un abogado de Zambada Niebla que se sentó en las reuniones entre Loya Castro y el abogado defensor y sirvió como intérprete.
De la declaración:
El Sr. Loya Castro declaró que los agentes estadounidenses le dijeron que, a cambio de información sobre organizaciones narcotraficantes rivales, el gobierno de los EEUU aceptaba desechar los cargos en un caso pendiente en su contra, no interferir en sus actividades narcotraficantes y las del Cártel de Sinaloa, no perseguirlo activamente, ni al Chapo, Mayo [el padre de Zambada Niebla], ni al liderazgo del cártel de Sinaloa, ni aprehenderlos. Los agentes afirmaron que el acuerdo había sido aprobado por altos funcionarios y fiscales federales [estadounidenses]. El Sr. Loya Castro le dijo al Chapo y al Mayo sobre el acuerdo, y ellos aceptaron y confiaron en el acuerdo al proporcionarles la información solicitada.El Sr. Zambada Niebla fue informado de este acuerdo, cumpliendo con él al proporcionar la información requerida al Sr. Loya Castro, quien luego pasaría la información a los agentes. Los agentes le dijeron al Sr. Loya Castro que cuando se reuniera con el Chapo, debería notificarle a los agentes previamente. Los agentes le aseguraron al Sr. Loya Castro que no lo seguirían y no interferirían en las reuniones para que pudiera estar tranquilo para reunir la mayor cantidad de información posible, y el Sr. Loya Castro le informaría al Chapo que los agentes estarían al tanto de la reunión.
Los agentes [estadounidenses] también le dijeron al Sr. Loya Castro que tuviera cuidado al hablar por teléfono con el Chapo porque podría ser escuchado por autoridades mexicanas, y por tanto no debería ser explícito en la información que le diera al Chapo por teléfono. Los agentes también permitieron que el Sr. Loya Castro estuviera presente en reuniones secretas en donde información del Cártel de Sinaloa fuera discutida y le permitieron pasarle la información al Chapo.
El Sr. Loya Castro afirmó que dio a los agentes información importante que obtuvo del Chapo, del Mayo y del Sr. Zambada Niebla, y que resultó en numerosas detenciones de figuras importantes de organizaciones narcotraficantes rivales.
Los fiscales estadounidenses argumentan que la declaración jurada de Gaxiola está basada en oídas de tercer parte, y por tanto, no es evidencia válida. La acusación también señala que Loya Castro contradice la versión de los acontecimientos de la defensa.
“Loya Castro declaró que se había reunido con los abogados defensores [de Zambada Niebla] en el caso de Chicago, abogados mexicanos y la esposa del acusado en la Ciudad de México”, afirman alegatos del gobierno en el caso. “De acuerdo con Loya Castro… le aconsejó a los abogados defensores que no le asistieron si trataban de decir que el acusado [Zambada Niebla] tenía un acuerdo previo [de inmunidad] con el gobierno de los Estados Unidos.”
Y en los alegatos presentados el mes pasado, el gobierno una vez más señala que la versión de Loya Castro difiere con lo planteado por los abogados de Zambada Niebla.
De esos alegatos:
Además, la respuesta del gobierno señaló que en las conversaciones con el agente de la DEA Manuel Castañon en agosto de 2011, Loya Castró le dijo al agente [Manuel “Manny”] Castañon que las afirmaciones de inmunidad en los registros judiciales del acusado [Zambada Niebla] eran falsas.
Los abogados de Zambada Niebla cuentan que Loya Castro ha sido intimidado por agentes estadounidenses advirtiéndole de que en caso de testificar por el acusado en el caso, las cosas se podrían poner feas en su contra.
De la declaración jurada de Gaxiola:
El Sr. Loya Castro nos dijo que Manny [presumiblemente el agente de la DEA Manuel Castañon] lo contactó después de que nosotros [los abogados de Zambada Niebla] presentáramos la petición de descubrimiento y le dijimos que no podía testificar para la defensa. Manny le dijo… que los abogados estadounidenses estaban haciendo un mal trabajo en la defensa del Sr. Zambada Niebla y que si seguían haciendo lo que hacían, mucha gente resultaría expuesta y le causaría problemas al Sr. Loya Castro y su familia, al Mayo y al Chapo, e incluso los abogados estadounidenses estarían en riesgo.También dijo que Manny le contó que si su relación con el cártel y con el gobierno de los EEUU se revelara y que si se revelaran las actividades del Sr. Loya Castro en proporcionar información de los líderes de cárteles rivales, no sólo resultaría mal para él, sino también para el gobierno de los EEUU debido a que no querían que nadie supiera de la relación con los cabecillas del cártel de Sinaloa. Nos dijo que Manny le pidió que le dijera al Chapo y al Mayo que las tácticas de los abogados eran malas y los pondrían en riesgo.
…El Sr. Loya Castro nos dijo eso por lo que [el agente de la DEA] Manny le había dicho, estaba aterrorizado por su seguridad y la de su familia si la defensa revelaba lo que estaba sucediendo y sintió que no podía testificar sobre lo que había ocurrido y de ser un informante porque todos estarían en riesgo. El Sr. Loya Castro estaba visiblemente perturbado, sudando profusamente, temblando y repitió que estaba asustado de avanzar con la defensa y que no lo haría.
Permanezcan en sintonía…
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