Violencia institucional en Acámbaro, municipio sureño del estado de Guanajuato

Acámbaro fue sitiado por centenares de policías con armas de alto poder y pasamontañas, algunos vestidos de civil y en camionetas sin placas

Por Andrés Casar
Especial para The Narco News Bulletin

4 de mayo 2011

Acámbaro, ciudad de cerca de 60 mil habitantes al sur del estado de Guanajuato, fue invadida repentinamente a las 10 horas de la mañana de ayer martes por más de medio centenar de unidades de policía estatal y posiblemente federales —entre ellas había varias camionetas nuevas, sin placas, sin emblemas, con rines llamativos—. Cada unidad era tripulada por entre tres y siete policías, unos estatales uniformados, otros sin uniformes, unos de negro, otros vestidos de civil, todos con pasamontañas y armas de alto poder.

Los elementos policiales del estado sitiaron la ciudad, asegurando todas las entradas, tomaron el edificio de seguridad pública municipal, allanaron casas habitación e invadieron las calles de la ciudad.

Desde el inicio, cerca de las 10 de la mañana, tomaron el edificio de seguridad pública del municipio, aprehendiendo a todo el personal, incluidos trabajadores de intendencia, y secretarias. Todos los detenidos fueron sacados de la ciudad como parte del operativo, y llevados a Celaya según comentó más tarde un funcionario municipal.

Durante toda la mañana y parte de la tarde innumerables convoys policiacos recorrieron las calles de Acámbaro buscando a agentes de tránsito y policías municipales, a veces en medio de persecuciones hollywoodescas en calles del centro de la ciudad.

Los supuestos guardianes del orden en Guanajuato acudieron también a los domicilios de los agentes de la policía municipal y entraron a las casas habitación, donde amagaron a punta de armas automáticas a todos los miembros de las familias, incluidos niños y mujeres, penetrando al interior de las casas sin una orden judicial. Incluso golpearon al menos a una mujer en el rostro, según afirmara una señora, familiar de uno de los policías detenidos.

Familiares de los policías municipales, agentes de tránsito, secretarias y trabajadores de limpia deambularon toda la tarde entre las instalaciones de seguridad pública —edificio que permaneció tomado durante todo el día— y la presidencia municipal, esperando alguna información sobre la causa de la detención o el paradero de sus familiares. Ninguna autoridad de ninguno de los tres niveles de gobierno ha emitido información alguna todavía.

Los medios de comunicación estatales y nacionales acudieron hasta Acámbaro pero no hubo nadie que les diera información oficial. Hasta ahora en internet no aparece ninguna declaración de parte de las autoridades del estado.

< Aprehensión de empleados municipales en Tarandacuao, Gto. Foto, DR 2011, alertaperiodística.com

Las autoridades policiacas del estado de Guanajuato asumen que pueden sitiar una ciudad como Acámbaro o Tarandacuao, hacerlo con lujo de violencia, con exceso de fuerza, utilizando además de uniformados a muchos elementos policíacos disfrazados de narcos y atemorizar a una ciudad entera, sin dar la mínima explicación o información, sorpresivamente, golpeando incluso a personas inocentes, y luego abandonar la ciudad como si nada.

¿Qué pretende el gobierno de Guanajuato? ¿Crear sicosis colectiva? ¿Para qué? ¿Para hacer la nota periodística nacional?

Lo que pasó ayer en el sur de Guanajuato tiene el símil, guardando las proporciones, con el padre de familia borracho que destruye la casa, dando gritos, y corretea al hijo menor para regañarlo por una mala acción.

Aprehender a policías, agentes de tránsito, secretarias y trabajadores de limpieza, todos bajo nómina municipal ¿es tan complicado? ¿O es acaso un ensayo para ver si les sale un operativo?

Si hay empleados municipales vinculados con el crimen organizado que sean juzgados y condenados. Especialmente si son directivos de las corporaciones. Eso lo determinarán las averiguaciones. Al menos esto es lo que se espera.

Hoy por hoy lo que ha quedado comprobado y se ha visto de cierto, es que las corporaciones policiales del estado de Guanajuato, presuntamente acompañados de agentes federales, violan la ley, amedrentan a la ciudadanía y destruyen la paz social.

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