English | Español | August 15, 2018 | Issue #67 | ||||||
Los cien años de lucha de don AndrésEl profesor de la Escuela de Periodismo Auténtico y cofundador del Congreso Nacional Indígena de México reflexiona en su primer centenarioPor Fernando León y Erin Rosa
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Don Andrés. Foto DR 1998 Al Giordano. |
Afuera de su pequeña casa de ladrillo con piso de tierra y rodeada por maizales, sus hijos, nietos y bisnietos se sentaron a comer pollo con mole y a hablar sobre el jefe de la familia. Estos días don Andrés está luchando contra los peligros de tener cien años. No puede ver, casi no escucha, está en su cama y admite que no estará por mucho tiempo más. A pesar de estas dificultades, don Andrés aún esta consciente, y le pregunta a los visitantes las noticias más recientes relativas a los movimientos sociales de México y la política del país.
Aunque es debatido si el líder indígena nació antes o después de la Revolución Mexicana, que inició el 20 de noviembre de 1910 (no hay duda en que nació ese mismo mes) no se puede negar que don Andŕes comparte un papel único en la rica historia de las luchas de los pueblos indígenas en México. Por muchos años pensó que era la última persona que hablaba el otomí-nahñu, la lengua de su pueblo. Sin embargo, Miguel Álvarez, un buen amigo de don Andrés que lo conoció en 1992, habló en la fiesta sobre el viaje que hicieron a Tolimán, en el estado de Querétaro, para buscar ayuda luego de que una serpiente de cascabel mordiera el brazo derecho de don Andrés.
Doña Carolina Vázquez y don Andrés. Foto DR 2010 Erin Rosa. |
Mientras los médicos en el hospital querían amputarle el brazo, don Andrés pudo conservarlo mediante la práctica tradicional de la medicina indígena que aprendió de los huicholes al untar peyote sobre la herida. Cinco días después la hinchazón desapareció, de acuerdo con Miguel. En ese pueblo, pudo escuchar a sus habitantes hablar su lengua materna. Miguel dice que la emoción que don Andrés sintió fue indescriptible. Hacía varias décadas desde que la había dejado de escuchar, y don Andrés recuerda que fue en los años 1920’s en ya lengua ya no se escuchaba tan a menudo.
Andrea, bisnieta de don Andrés. Foto DR 2010 Fernando León. |
“Pa que lo niego, mi vida fue nomás andar pa’alla y pa’aca, atendiendo lo que plantaba: jitomates, flores, tomate, chiles”, dijo don Andrés mientras se sentaba en su cama. Pero la modestia de don Andrés es opacada por su historia de vida, que va desde batallas en la Revolución Mexicana, a trabajos en granjas de los EEUU, hasta viajando para apoyar a las comunidades zapatistas en Chiapas. En 1996, con más de ochenta años, fundó y organizó el primer Congreso Nacional Indígena junto con la Comandata zapatista Ramona, en representación de campesinos pobres y de indígenas luchando por su autonomía. Como el mayor del Congreso Nacional Indígena, continuaría apoyando la causa zapatista. (Desde 1997, el director general de Narco News acompañó a don Andrés en viajes a través de más de una decena de estados en la República Mexicana, visitando las casas de los líderes y ancianos de muchos de los grupos indígenas del país.)
Don Andrés con estudiantes en la Escuela de Periodismo Auténtico 2003 de Narco News. Foto DR 2003 Noah Friedman-Rudovsky. |
La vida de don Andrés ha sido “caminar de aquí para allá”, cuando los movimientos revolucionarios estaban sucediendo, incluyendo la Revolución Mexicana, cuando los mexicanos lucharon para derrocar al dictador Porfirio Díaz. En la fiesta, su amigo Juan Balderas recuerda la historia que don Andrés alguna vez le contó en que a la edad de cuatro años durante la batalla de Celaya de 1915 entre las fuerzas de Pancho Villa y las de Álvaro Obregón los cañonazos eran tan estrepitosos que el pequeño Andrés le rogó a su padre para que lo llevara al monte cercano a ver el combate. Ante las súplicas, el padre de Andrés no tuvo remedio que llevar a su pequeño hijo al monte. A pesar de que el combate se podía observar claramente desde allí, no fue suficiente para Andrés, quien nuevamente le rogó a su padre para que lo llevara al lugar donde se llevaba a cabo el enfrentamiento. Ante la negativa de su padre, el pequeño Andrés se limitó a atestiguar el triunfo villista desde ese monte cercano al pueblo que lo vio nacer.
Don Andrés y el director general de Narco News, Al Giordano. Foto DR 2010 Fernando León. |
Ahora, en 2010, un año donde las comunidades indígenas siguen siendo marginadas por las injusticias del gobierno y las empresas trasnacionales, y cuando el 20 por ciento apenas tiene el dinero suficiente para comer, las luchas apoyadas por don Andrés son más necesarias que nunca. Han pasado 100 años desde la Revolución Mexicana y 100 años desde que don Andrés llegara al mundo, y el líder indígena continúa siendo un verdadero auténtico, representando el carácter de aquellos que luchan y que trabajan la tierra en México. “Si no nos unimos para alcanzar algo en lo que hemos luchado en estos años, no llegaremos a ningún lado”, dijo don Andrés a estudiantes en 2003. “Los gobiernos y las instituciones están organizadas; así que nosotros debemos estar organizados también.”