English | Español | August 15, 2018 | Issue #64 | ||||
“¡Nunca Más!”Miles de personas marchan en Buenos Aires para recordar a los desaparecidos en el 34 aniversario del golpe de EstadoPor Fernando León
|
Plaza de Mayo llena en la marcha de la memoria por el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. – DR 2010 Isan Monfort |
24 de marzo de 2010: Decenas de miles de personas toman las calles del centro de Buenos Aires con una frase en mente, “Nunca Más.” Treinta mil desaparecidos en siete años hacen de la última dictadura argentina la más sanguinaria en Sudamérica. El Proceso de Reogranización Nacional podría definirse mejor como el Proceso de la tortura, el miedo y la muerte; y treinta y cuatro años después del renacimiento del oscurantismo la memoria toma las calles.
Durante aquel gris proceso, un grupo de mujeres se organizó a partir de una causa común en este país en ese periodo: la desaparición de sus hijos por motivos políticos. El deambular por instituciones oficiales les hizo percatarse de que a pesar de la soledad en un país sombrío se tenían a ellas mismas. El autoreconocimiento como madres de desaparecidos permitió que aquellos hombres y mujeres que se habían desvanecido de la existencia terrenal tuvieran un nombre y apellido, una historia, y un presente.
Y cada jueves ahí estaban, un grupo de mujeres sin nada que perder desafiando a la bestia en su propio terreno. Se adueñaron de la plaza, y nunca más la soltaron. Y esta tarde ahí estaban, como cada año, como cada semana. Salieron a recordar y a buscar a sus hijos. Sin embargo, a diferencia de los jueves del Proceso, decenas de miles de personas las acompañaban. Tal vez recordando a un ser querido que ya no está, o simplemente para dejar claro que ese gris periodo en la historia de la humanidad no se vuelva a repetir, y ¿de que manera lo hacen? tomando las calles, tomando la plaza, y recuperando un pensamiento y memoria alguna vez negados.
Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz 1980) encabeza una de las marchas hacia Plaza de Mayo. – DR 2010 Fernando León |
Sin embargo, en el marco de las violaciones a los derechos humanos y las desapariciones, se trata de visibilizar una práctica que continúa impune. De acuerdo con organizaciones, familiares, y colectivos del país no aglutinados dentro del oficialismo del gobierno de Cristina Fernández, las violaciones a los derechos humanos continúan de distintas maneras.
“Las desaparecidos de hoy también son desaparecidos”, se escucha entre las calles que circundan a la Plaza de Mayo. Y es que la marcha de ayer tenía dos tintes visibles: por un lado organizaciones, organismos, colectivos que apoyan al gobierno de Cristina Fernández. Para estos grupos, el gobierno de Cristina tiene un compromiso real con los derechos humanos. Y es que su gobierno ha llevado a los militares de nueva cuenta ante los tribunales. Tal vez uno de los casos más sobresalientes sea el procesamiento de 17 militares involucrados con violaciones a los derechos humanos en la antigua Escuela de Mećanica de la Armada (ESMA). Por el otro lado se encontraban organizaciones de izquierda opositoras al gobierno que creen que este compromiso está en tela de juicio.
El martes 23 de marzo, en la misma Plaza de Mayo se llevó a cabo el Festival Contra la Impunidad, la Represión y el Gatillo Fácil, convocado por organizaciones de todo el país. Además de las presentaciones de bandas de rock populares, los oradores trataron de visibilizar las desapariciones y represión que se vive por igual en los gobiernos de Cristina Fernández, en el de Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, y en el de Mauricio Macri, jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Madres de desaparecidos en la dictadura piden la aparición de Jorge Julio López, testigo clave en el juicio contra un represor y desaparecido en democracia desde 2006. – DR 2010 Isan Monfort |
El caso de Luciano se repite por todo el país. La práctica del gatillo fácil continúa como parte de la tradición represiva de las fuerzas armadas y policiales. Tan solo la semana pasada, la muerte de dos jóvenes, luego de que la motocicleta en que viajaban fuera embestida por una patrulla policial, generó la movilización de la población de Baradero en la provincia de Buenos Aires. El hartazgo a los abusos policiales y la impunidad ha motivado que la población más vulnerable salga a las calles a reclamar el respeto a los derechos humanos, ya sea en Baradero, en La Matanza o en la avenida Corrientes de la Capital Federal.
La marcha de la izquierda opositora había salido de la plaza del Congreso para llegar a la Plaza de Mayo. La otra, la “oficialista” encabezada por las Madres de Plaza de Mayo, había llegado antes y había avanzado por Avenida de Mayo. La participación en ambas fue muy numerosa y contenían a su vez grupos artísticos y culturales que les imprimían un sello alegre.
A pesar del procesamiento a militares involucrados en el Proceso, la estructura que hace 34 años permitió el inicio del mismo continúa de alguna forma intacta, los nombres, los métodos y las formas cambian, pero no así el resultado. Sin embargo, lo más importante de esta tarde de marzo es el eco por la justicia que brota de las gargantas de los miles de argentinos que se dieron cita en la plaza ayer. Tratan de romper con las etapas oscuras en donde el lugar más peligroso en la Argentina era el pensamiento. La memoria y el pensamiento regresan para quedarse, y a pesar de las diferencias ideológicas que pueda haber, al final ambas marchas confluyeron dentro de la plaza, pues a fin de cuentas el enemigo es el mismo: el olvido.