English | Español | August 15, 2018 | Issue #60 | ||
El Legado de Walter Cronkite no fue la objetividad, sino el de la HonestidadPeriodismo Auténtico se levantará de nuevo, pero de AbajoPor Al Giordano
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Y no solo lo hacía en su retiro: En febrero de 1968, regresando de una misión de corresponsal en Vietnam, declaró a la nación:
“...en todos los medios que tengamos que intensificar las acciones, el enemigo nos puede enfrentar, y eso aplica a invadir el Norte, el uso de armas nucleares, o simplemente a comprometer a cien, doscientos o trescientos mil soldados estadoundienses más en la batalla. Y con cada intensificación el mundo se acerca cada vez más al borde de la catástrofe cósmica.“El decir que hoy estamos más cerca de la victoria, es creer, con las pruebas a la vista, que los optimistas se han equivocado en el pasado.”
Claramente no estamos acostumbrados a este tipo de comentarios francos en los periodistas y presentadores de televisión nacional actuales.
No fué la “objetividad” por la que Cronkite fue tán querido y respetado, sino, más bien, su falta de devoción servil a la misma: la honestidad que tuvo para decirnos cuando tenía una opinión firme basada en los hechos que tanto él como sus compañeros estaban informando.
Interesante es, también, el cómo su funeral hoy, se convirtió en la metáfora de la muerte de la industria de la información, de su propia crisis de credibilidad y en la ceremonia luctuosa por ella.
Leyendo entre líneas la intervención del presidente se revela lo oculto:
“También recordamos y celebramos al periodismo que practicaba Walter—un nivel de honestidad, integridad y responsabilidad al que muchos de ustedes se han comprometido en sus carreras. Un nivel difícil de encontrar hoy día. Sabemos que éste es un momento difícil para el periodismo. A pesar de que el apetito para la información y las noticias crece, los salones de redacción están cerrando. A pesar de las grandes historias de nuestra época, los periodistas serios se encuentran muy a menudo sin un compás. Así como el ciclo noticioso se ha reducido, también lo ha hecho el tratar de llegar al fondo de la noticia.“ Con demasiada frecuencia llenamos ese vacío con comentarios al instante, chismes de la farándula e historias irrelevantes que Walter desdeño, en lugar de la investigación periodística de la noticia dura que el defendió.” El ‘¿Que pasó hoy?’ se sustituye por ‘¿Quién ha ganado hoy?’ El debate público pierde valor. La confianza del público se tambalea. Fallamos al tratar de entender nuestro mundo o entendernos a nosotros como debiéramos—lo que tiene consecuencias reales en nuestras vidas y en la vida de nuestra nación. Parecemos atascados en una decisión entre lo que nos detiene de llegar al fondo de la noticia y lo que nos perjudica como sociedad. ¿Cuál es el precio más caro por pagar? ¿Que costo es el más difícil de soportar?
“’Ésta democracia,’ Walter dijo, ‘no puede funcionar sin un electorado razonablemente bien informado.’ Es por eso que el informar honesta, meticulosa y objetivamente—que muchos de ustedes tratan de seguir con el mismo celo que Walter—es tán vital para nuestra democracia y para nuestra sociedad: Nuestro futuro depende de ello.
“Nuestra historia continúa. Es necesario que sea contada. Y si es que optamos por vivir de acuerdo al ejemplo de Walter, y si nos damos cuenta que el tipo de periodismo que el encarna no se reavivará solo como parte de un ciclo natural, sino que cobrará vida solo si nos ponemos de pie y lo demandamos y le damos valor un vez más, entonces estoy convencido que la elección entre la rentabilidad y el progreso es una elección falsa—y que la época dorada del periodismo aún está por delante.”
Como periodista que dirige un periódico en línea y una escuela de periodismo debo corregir al presidente: la elección es entre la rentabilidad y el progreso. Las organizaciones de noticias del modelo publicitario existen principalmente para ganar dinero para los inversores. Éstas son precisamente las que están muertas, las que están muriendo o las que abaratan su contenido al extremo de que lo que producen no puede seguir llamándose honestamente periodismo o noticiero. La solución para “reavivar” al periodismo viene de los medios de comunicación sin el afán de lucro como razón de existir.
Si la época dorada del periodismo está por delante, vendrá de abajo, y se llegará más rápido cuando la madera muerta del periodismo finalmente sea removida por un periodismo que es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
En los días próximos, partiendo del hecho de que anunciaremos dos docenas de becas en Periodismo Auténtico, haciendo las aplicaciones disponibles y reclutando a los mejores y más brillantes talentos de nuestra profesión de todo América y de todo el mundo, emprenderémos un mes internacional de enseñanza para redefinir al periodismo y para traerlo de vuelta de los medios comerciales—que ha plagado a la palabra con una crisis de credibilidad—regresándolo de las manos de unos pocos a las manos de todos.
Y usted, querido lector, será invitado a acompañarnos en cada kilómetro del trayecto. Y cuando eso ocurra, Walter Cronkite, desde donde quiera que transmita ahora, será capaz de decir de nuevo: “Y tu estábas ahí.”
Traducción de ingles por Fernando Leon