English | Español | August 15, 2018 | Issue #43 | |||
De los plantíos de café en Chiapas a las granjas de camarón en la costa de Sinaloa: una lucha comúnPescadores de Sinaloa le cuentan al Subcomandante Marcos como grandes compañías pesqueras, nuevas regulaciones y el desarrollo turístico los están echando por la fuerza de sus aguasPor Kristin Bricker
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Foto: D.R. 2006 Ginna Villareal |
La Otra Campaña también hizo escala en el poblado pescador de Dautillos, en el municipio de Navolato, donde el gobierno no permite que los pescadores de embarcaciones pequeñas capturen camarón. Los pescadores han soportado ataques de parte de la Marina de México cuando tratan de pescar incluso para su propia subsistencia. El 15 de septiembre de 2005, la Marina detuvo a dos pescadores de Dautillos, y tras intimidarlos con vuelos de helicóptero de baja altitud, daño y casi hundió su bote con una embestida. El impacto echó a uno de los pescadores al agua, sobreviviendo apenas gracias a que le aplicaron respiración boca a boca.
Pero los problemas de los pescadores no están limitados a la intimidación y la violencia física. En notable paralelo con la situación que los campesinos de café zapatistas han enfrentado en el mercado de café del “libre comercio”, los pescadores rara vez salen parejos. Algunas veces incluso les sale más caro trabajar que no trabajar, debido a que los costos son tan altos y los precios del camarón tan bajos. Los pescadores carecen del equipo necesario para congelar y enviar su camarón directamente a mercados más favorables, así que no les queda más que vender su camarón a intermediarios. Debido a que las grandes compañías inundan el mercado con camarón, los intermediarios pueden determinar el precio que quieran. El “intermediario” en este poblado es Ocean Garden, una empresa multinacional basada en California que controla aproximadamente 25 por ciento de la producción de camarón y genera ventas anuales por más de $250 millones de dólares. No es sorprendente que cuando Ocean Garden fue privatizada en febrero del 2006 tras años de ser administrada por Bancomext, el banco de desarrollo nacional mexicano, la compañía fue vendida a un consorcio de tres de las compañías pesqueras más grandes de Sinaloa. Por tanto le interesa mantener los precios del camarón de los pequeños granjeros por debajo de los costos de producción—los quiere echar de las aguas de manera definitiva.
Foto: D.R. 2006 Ginna Villareal |
Los camiones de basura nunca llegan a Dautillos a recoger la basura. Se acumula a lo largo de un paraje en donde queman la basura, con todo y plástico. El resultado es devastador: la basura atrae moscas y larvas que diseminan enfermedades y enferman a los niños. Para un poblado tan pobre, la carga económica adicional de los gastos médicos relacionados con la basura son insoportables. Esta carga es exacerbada por el hecho de que los pescadores no tienen derecho al seguro social, que les podría ayudar a cubrir sus gastos médicos. La basura también contamina las tierras y aguas aledañas, afectando a los pollos y a los camarones. Esto, por su puesto, hace que los precios del camarón disminuyan aún más.
Tras escuchar atentamente las quejas del poblado respecto a la basura, el Delegado Zero hizo lo que sabe hacer: puso el problema en perspectiva afirmando lo obvio. ¿Porqué, preguntó, se acumula la basura en Dautillos, un poblado pesquero muy pobre, en lugar de frente a la casa del gobernador?
La negligencia criminal del gobierno hacia los pescadores de Sinaloa no termina con las prohibiciones a pescar, la falta de seguridad social y la falta de recolección de basura. El gobierno mexicano está empujando un nuevo esquema de supuesto desarrollo en esta área: la Escalera Naútica, o “Stairs to the Sea”. El hecho de que la traducción en inglés del nombre sea mas atractiva que la versión en español es una pista de a quien está dirigido este megaproyecto. En un boletín de prensa de los Hoteles Jones Lang LaSalle (de Miami) acerca del Staits to the Sea, Gregory Rumpel, Vicepresidente Ejecutivo de la compañía dice que “El gobierno mexicano está motivando a los dueños de botes del sur de California para que viajen a esta región” con puertos orientadas al turismo, atractivas ofertas de bienes raíces y desarrollo para hoteles. Caminando bajo la sombrilla de la Escalera Naútica están proyectos frecuentemente contrapuestos como presas y canales, algunos de los cuales ya han sumergido poblados y alejado camarón de las comunidades pesqueras, llevándolos a las redes de las enormes naves corporativas.
Amontonando esquemas de desarrollo ampliamente objetados que son devastadores social y ambientalmente tales como presas, canales y turismo en un gran mega-proyecto—tales comos la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional en Sudamérica, el Plan Puebla-Panamá, y la Escalera Naútica—se está volviendo una de las armas preferidas de gobiernos e instituciones financieras internacionales tales como el Banco Mundial y el Banco para el Desarrollo Interamericano. Proyectos sencillos son derrotados fácilmente por las comunidades afectadas; decenas o cientos de proyectos al mismo tiempo son mucho más difíciles de combatir.
Los pescadores de Escuinapan ya han empezado a sentir el rigor de la Escalera Naútica. Jactándose de ser la marina más grande del Pacífico, Ecuinapa está ubicada en terrenos muy importantes. No es de sorprender, pues, que corporaciones estén comprando sus terrenos (y privatizando las playas y el agua cercanas) para los desarrollos turísticos. El acceso de los pescadores al mar es restringido en nombre del turismo y los negocios, y los poblados de pesca menor son abandonados en favor de “desarrollos” turísticos marinos. En efecto, muchas comunidades afectadas todavía carecen de agua potable, tratamiento de aguas negras y escuelas aceptables, en contraste con los más de 1,200 millones de pesos que ya se han invertido en la Escalera Naútica desde 2001. De acuerdo con Joventino Ramos, “los economistas del gobierno creen que la política de servidumbre nos permitirá salir de la pobreza extrema. El turismo beneficiará a los empresarios de seguro, pues en ninguna parte de México la gente se ha beneficiado del turismo.” En efecto el proyecto de la marina de Escuinapa ha producido únicamente desarrollo para los ricos, a costo de las poblaciones de la costa. Todos los ecuinapenses con los que hablaron con la Otra Campaña estuvieron de acuerdo en que preferían sostenerse ellos mismos como lo han hecho durante los últimos cien años, como pescadores, a volverse meseros y sirvientas en los centros turísticos de lujo.
El objetivo expreso de la Otra Campaña es viajar por todos los estados de México, escuchando las quejas y luchas de la gente y compartiéndolas con el resto del país y del mundo. A pesar de tantas dificultades, el camino de la Otra Campaña está lleno de esperanza, no de desesperación. Esta esperanza viene de la gente misma, de su organización y conexión en redes. El Delegado Zero les dejó muy claro a estos pescadores que “nosotros no somos políticos… No venimos a hacer promesas… No venimos a decirles lo que tienen que hacer… Tenemos medios alternativos en la caravana cuyo trabajo es reportar las noticias desde abajo. Ellos toman sus voces, sus imágenes… su dolor, indignación y espíritu de rebeldía, y los reportan, para que los pescadores en Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, Guerrero y Michoacán, que no sabían antes de su lucha, o siquiera de la existencia de su pueblo, ahora los escuchen a ustedes.” En cada pueblo y ciudad en la que para, el Delegado Zero le cuenta a la gente de las luchas de otras partes del país y en otras partes de su mismo estado –luchas como las de ellos, gente como ellos–. Les dijo a los pescadores de Dautillos de los cafeteros de Chiapas que luchan contra los intermediarios igual que ellos. Los pescadores de Escuinapa que luchan por su tierra y subsistencia contra los desarrollos turísticos se enteraron de los campesinos de Tepic, Nayarit, que también luchan por mantener sus tierras.
Esta es la esperanza y el poder de la Otra Campaña: que pueblos antes aislados y luchas regadas por todo México se van a auto-organizar, van a conocer y apoyar luchas como la propia, y van a recuperar sus vidas que ahora controlan los ricos y los políticos.
Simon Fitzgerald contribuyó a este reporte.
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