Indignación por la represión en Oaxaca, manifiestan organizaciones frente al consulado mexicano en Los Ángeles
Portando carteles bilingües, los participantes de la vigilia exigían la renuncia del gobernador Ulises Ruiz Ortiz
Por Margarita Salazar
El Otro Periodismo con La Otra Campaña en el Otro Lado
22 de junio 2006
Los Ángeles, California.- Con un sentimiento que sacude y duele pero con una rabia viva, punzante, acompañada apenas de la esperanza de estar vivos, de haber sobrevivido la frontera -quizá ayer, probablemente hace muchos años (qué importa si la línea fue cruzada hace poco o mucho tiempo)-, el moreno color de la piel, las facciones de la cara, el amor a la comunidad y a la tierra pero sobre todo, la indignación frente a la brutalidad del gobierno traídos desde lejos, convocan por enésima vez a decenas de manifestantes frente al consulado mexicano en Los Ángeles.
Alrededor de 60 personas que pertenecen a 12 organizaciones de mexicanos, latinoamericanos y estadounidenses, expresaron su preocupación y repudio por lo ocurrido recientemente a cientos de maestros oaxaqueños que fueron violentamente atacados por la policía estatal.
Convocados por el Frente Indígena Oaxaqueño Binacional (FIOB), desde las 6:00 de la tarde del martes 20 de junio, comenzaron a llegar integrantes de las organizaciones Unión del Barrio, Comité Pro Democracia en México, Coordinadora Estudiantil La Raza, Maya Visión, ANSWER (Actuemos Ahora para Detener la Guerra y Acabar con el Racismo, por sus siglas en inglés), Estudiantes Graduados de UCLA, Sindicato de Maestros de Los Ángeles (UTLA), y CHIRLA (Coalición en Defensa de Los Derechos Humanos de los Inmigrantes), entre otras organizaciones.
Los manifestantes se apostaron frente al edificio consular, localizado en la esquina de las calles Park View y Carandolet. Portando carteles bilingües, los participantes de la vigilia exigían la renuncia del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, quien en lugar de “abrir un diálogo con los profesores, abrió fuego” contra ellos; repudiaron también la brutalidad y la represión gubernamental.
Odilia Romero, integrante del FIOB, dijo que “la represión que sufrieron los maestros no es nada nuevo, estas… son un agregado más a lo que está sufriendo el pueblo indígena de Oaxaca y por eso hoy pedimos que se reabra el diálogo que Ulises Ruiz ha cerrado”.
Otra integrante de la misma organización, condenó la actitud del gobernador oaxaqueño quien, dijo, mandó a repartir entre las comunidades cartas en las que niega que haya habido muertos, heridos y encarcelados durante el operativo policiaco para desalojar el plantón magisterial.
Dijo que el gobernador está sembrando el terror entre la población además de intentar comprar el respaldo popular después de la brutal represión.
Daniel Montes, de Unión del Barrio, expresó que la manifestación frente al consulado mexicano no solo representa “un acto de solidaridad con el movimiento magisterial en Oaxaca sino con todo el pueblo mexicano que se encuentra luchando en contra de un sistema capitalista más brutal que el que conocieron nuestros padres, un sistema que nos ha orillado a millones de mexicanos a emigrar a este país – tierras que también fueron nuestras y que muchos soñamos que algún día (y ojalá sea pronto) serán de nueva cuenta, tierras nuestras y de nuestros hijos, sobre el principio y sobre el derecho del trabajo”.
Consideró que más que un acto de solidaridad, la protesta es parte de la lucha “en la misma trinchera de nuestros hermanos de Atenco, de nuestros hermanos mineros en Michoacán, nuestros hermanos en Chihuahua, en Puebla, en Jalisco, en Chiapas, en todo lo largo y ancho del país y en todo el suroeste de la frontera impuesta norteamericana, porque somos un solo pueblo, una sola lucha y un solo enemigo”.
Detalló que como la indica la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, “este enemigo son las transnacionales quienes verdaderamente mandan por arriba de los gobiernos”.
Agregó: “vemos que en nuestro país cambió del PRI (Partido Revolucionario Institucional) al PAN (Partido Acción Nacional) pero verdaderamente quien está detrás de ellos es el poder de las transnacionales que hizo derramar la sangre de los campesinos de Atenco para imponer un Wal-Mart; es el poder de las transnacionales que cambian la Constitución para que se puedan vender los ejidos y las grandes transnacionales los puedan comprar en México”.
Este mismo poder, continuó, es el que está detrás de la represión que quiere imponer la privatización de la educación en México.
-“Aquí y allá, la lucha seguirá”, gritaron los manifestantes.
Por la Coalición 25 de Marzo, Álvaro Maldonado comentó que el poder de las corporaciones que se apoderan de las economías de los países unen cada vez más a los pueblos como una sola familia por lo que la lucha de los maestros de Oaxaca es también la lucha de los trabajadores de cualquier parte del mundo. Para hacer frente a este tipo de agresiones, consideró necesario reforzar la unión y organización.
Rodrigo Argueta, del Comité Pro Democracia en México, criticó el papel del gobierno mexicano, quien dijo, gobierna en medio de la sangre derramada por los inmigrantes que diariamente mueren en la frontera por falta de empleo y la nobleza del pueblo mexicano que durante décadas ha soportado abusos pero que finalmente está diciendo “¡Ya basta!”
Condenó a los candidatos presidenciales, quienes gastan “millones de dólares” en sus campañas mientras el pueblo exige respeto a sus derechos más elementales.
“Nosotros no nos hacemos ilusiones ni creemos en nadie porque una y otra vez el gobierno ha traicionado… La única forma de cambiar las cosas es la organización popular como en las comunidades indígenas”.
Entre vivas al general Emiliano Zapata y los pueblos de Oaxaca, otros participantes calificaron de “inhumano” el trato a los maestros, quienes cotidianamente son testigos de la pobreza que azota las comunidades más marginadas del estado.
“Estamos hablando de escuelas que están hechas de láminas, de plástico, de tablas, donde no hay ni cuadernos, ni lápices, ni libros y aún así, los maestros tienen una devoción y amor a la niñez. Muchas veces, ellos gastan recursos de su propio bolsillo para mejorar estas condiciones y lo que les hizo el gobierno no se vale…”, afirmó el oaxaqueño Pedro Reyes.
Otro profesor de origen hispano comentó que entre más represión haya contra el magisterio, habrá más lucha. “Nosotros como maestros combativos en Los Ángeles, también estamos con ellos y seguiremos en nuestra lucha. ¡Que vivan los maestros!”.
Integrantes de las organizaciones guatemaltecas Alianza y Maya Visión, indicaron que en su país de origen ellos también vivieron en carne propia la represión. “Nosotros sobrevivimos y seguimos luchando. Ahora nos estamos solidarizando con los maestros oaxaqueños para que se haga justicia”.
“Allá nosotros nos quedamos desempleados y tuvimos que emigrar pero aquí nos acusan de criminales, de delincuentes. Tenemos que estar unidos para luchar en contra de estas injusticias”, concluyó Policarpo Chaab.
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