Maestros repelen a 3.000 policías en el Centro Histórico de Oaxaca

Miles de policías rodean el centro de la ciudad mientras los huelguistas se mantienen su terreno

Por Geoffrey Harman
El Otro Periodismo con la Otra Campaña en Oaxaca

14 de junio 2006

En un escena que empieza a parecer demasiado familiar en México, la policía intentó interrumpir, esta mañana, la huelga de maestros en el centro de la ciudad de Oaxaca. Aproximadamente a las 3 de la madrugada, un helicóptero de la policía sobrevolaba esa ciudad de carpas en que se convirtió el zócalo – donde los maestros han vivido los últimos 23 días – disparando cartuchos de gas lacrimógeno. Mientras tanto, 3.000 policías estatales, armados con escudos antidisturbios y porras, sembraban el caos y destrozaban los improvisados refugios donde los maestros se han estado alojando. En el transcurso de las seis horas de intervención policial, se informó que había tres personas muertas (aún sin confirmar): dos mujeres y un niño.

Foto: Centro de Medios Libres

Radio Plantón (la radio pirata de los maestros, que ha estado emitiendo desde el zócalo, o plaza central, desde que comenzó el plantón, y que ha sido la principal fuente de información para los maestros en huelga) fue desmantelada y ha estado fuera del aire desde el primer ataque policial. Los maestros están emitiendo ahora desde la emisora de la universidad, por las frecuencias 89.7 FM y la 113.95 AM. Hacia las 10 de la mañana, la policía se retiró y los maestros retomaron el zócalo. En el transcurso de los enfrentamientos, información sin confirmar apunta a que cuatro personas han sido arrestadas (tres de ellas de Radio Plantón), 20 tuvieron que ser hospitalizadas y tres policías fueron tomados como rehenes.

Fue un golpe que muchos de los 70.000 maestros, que han estado en huelga desde el 22 de mayo, estaban esperando. Han estado circulando rumores de que la Policía Federal había llegado a Oaxaca desde hace algunas semanas y que permanecían a la espera de órdenes. Se cree que la policía que llevó a cabo el ataque esta mañana pertenece a las fuerzas del estado de Oaxaca. Sin embargo, cuatro aviones de la Policía Federal Preventiva (PFP) han llegado, desde entonces, y las 30.000 personas que actualmente ocupan el centro de la ciudad están esperando una arrenetida similar a la que ocurrió en Atenco (la PFP, junto con la policía estatal, protagonizó el 4 de mayo la sangrienta invasión a ese poblado).

A partir de la una de la tarde el ambiente que se respira en el centro es de tensa expectación. Los maestros han bloqueado calles que abarcan aproximadamente 30 cuadras y observan ansiosamente los helicópteros que están dando vueltas. El ruido del motor de los helicópteros resuena a través de las calles, ahora libres de carros. El propósito del ataque de esta mañana parece haber sido el de limpiar las calles de carpas, lonas e improvisados refugios donde los maestros se han estado alojando. Las calles están ahora bloqueadas con autobuses dañados y camiones de basura. Algunos de los refugios están siendo reconstruidos.

Todo demasiado familiar y lleva a preguntarse cómo dos violaciones tan evidentes a los derechos humanos se pueden llevar a cabo de manera tan seguida. Que sea la primera vez que este tipo de tácticas se utilicen contra maestros durante un plantón, que ocurra tan cerca del momento en que sucedieron las atrocidades de Atenco y a tan sólo un mes antes de las elecciones, muestra una completa falta de respeto a los derechos humanos y un desprecio por las protestas que, tanto a nivel nacional como internacional, provocaron el primer incidente. Un triste fatalismo impregna ahora la ciudad, como si los miles de maestros que están ocupando el centro de la ciudad – junto con otros tantos y sus partidarios, que ahora mismo están viajando desde sus hogares para tomar, también, parte del plantón -, tuvieran una premonición colectiva de lo que está por venir.

Actualmente hay cerca de 30.000 maestros en el centro. Pero tras conocer el ataque, más docentes – acompañados de ONG´s y otros colectivos – se apresuraron a llegar a la ciudad. La fuerza policial que llegó esta mañana era de unos 3.000 agentes, pero el refuerzo que ha llegado, mientras tanto, eleva mucho más el número. Parece que los sucesos de Atenco, fueron solamente un calentamiento, en muchos sentidos. La gente en el centro de la ciudad está atrincherada y a la espera.

Para todos aquellos que se oponen a la draconiana represión que actualmente está en proceso hay que decir: cuantos más observadores atestigüen lo que ahora parece inevitable, más difícil será para el gobierno negarlo.

Nota del editor: Narco News ha recibido confirmación de que los cuatro aviones eran del modelo Hércules, el mismo tipo usado por las fuerzas militares estadounidenses para el transporte de tropas. Cada uno de ellos transporta 92 personas.

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