English | Español | August 15, 2018 | Issue #41 | ||
Ya encontramos a la gente que buscábamos: Marcos en GuerreroEntre la ternura y el bravo carácter de los guerrerenses, el insurgente zapatista acude a los rincones de la Montaña y pueblos de la CostaPor Bertha Rodríguez Santos
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El Delegado Zero en Xochistlahuaca, Guerrero Foto: D.R. 2006 Enlace Zapatista |
La imposición de caciques del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la represión y la falta de democracia hicieron que el profesor rural Genaro Vásquez Rojas fundara en 1959 la Asociación Cívica Guerrerense, que diez años más tarde se convertiría en la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), la cual emprendió la lucha armada en el estado, después de las masacres de Chilpancingo, en 1960, e Iguala en 1962.
Además de las condiciones represivas, la gran miseria que existía en Guerrero dio lugar a que otro maestro rural, Lucio Cabañas Barrientos, se uniera en 1964 al Movimiento de Maestros Revolucionarios, que tres años después encabezó la lucha armada en las montañas con la formación de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento. La creación de Comandos Armados del Partido de Los Pobres (PDLP) extendió su actividad a las ciudades. En este periodo, los enfrentamientos armados más notables fueron los de 1967, 1972 y 1974, año en que Lucio Cabañas cayó en combate.
Actualmente, la lucha de estos líderes guerrilleros está muy presente entre la población campesina, profesores y estudiantes. Asimismo, las matanzas más recientes, como la de Aguas Blancas —ocurrida el 28 de junio de 1995—, en la que fueron asesinados por agentes de la Policía Judicial del estado, 17 campesinos acusados de pertenecer al Ejército Popular Revolucionario (EPR); y la de El Charco ocurrida el 7 de junio de 1998, cuando soldados del Ejército Mexicano masacraron a 11 indígenas y un estudiante de la UNAM, representan una herida que aún sangra.
En este contexto, la historia se mueve en Guerrero y en México. En medio de un ambiente tenso — pues existía la amenaza por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de intervenir con el ejército para introducir maquinaria y personal de construcción en la superficie planeada para la instalación de la presa hidroeléctrica La Parota; de desalojar a los inconformes que mantenían retenes de vigilancia en cinco puntos y de proceder a la expropiación de miles de hectáreas de tierras de los campesinos—, la visita del delegado de la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) realizada el 16 de abril, resultó uno de los actos más significativos para el movimiento de liberación nacional que promueve La Otra Campaña.
Igualmente decisivo fue para los cientos de integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (CECOP) su encuentro con el Delegado Zero, en la comunidad de Agua Caliente, municipio de Acapulco, donde miles de personas se oponen a la construcción de la presa.
Desde antes de la llegada del Subcomandante Marcos, los opositores ya hablaban de la cancelación del proyecto, como lo indicó el manifiesto del CECOP a los zapatistas, leído en presencia de Marcos. Sin embargo, como los mismos inconformes reconocieron, la presencia de La Otra Campaña daría “el último empujoncito” para tirar el proyecto.
Después de las advertencias del Delegado Zero en el sentido de que si el ejército atacaba a las comunidades que rechazan el proyecto -como lo había anunciado la CFE, éste hecho sería tomado como una agresión al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)-, el gobierno estatal y federal mostraron su desesperación a través de las declaraciones hechas por Zeferino Torreblanca —gobernador del estado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien negó la intervención del ejército y tachó de “belicoso” a Marcos— así como por parte del Presidente Vicente Fox por medio de la encargada de asuntos indígenas, Xochitl Gálvez.
Un día después de la visita de Marcos a los comuneros, según La Jornada, la CFE anunció la suspensión de la construcción de la presa en La Parota para llevársela a Yescas, entre los estados de Nayarit y Jalisco.
Aunque oficialmente la construcción de la presa está “pospuesta”, los campesinos sostienen que continuarán alerta para defender sus tierras y sus recursos, “hasta con la vida si es necesario”.
Después de un ajetreado viaje a través de una polvorienta y sinuosa carretera de terracería, La Otra Campaña y su caravana llegaron a El Charco el 17 de abril, municipio de Ayutla de los Libres, donde la masacre de campesinos perpetrada por elementos de Ejército Mexicano en 1998, aún está viva en la memoria de la comunidad.
Con un poco de retraso debido a las dificultades que enfrentaron los vehículos de la caravana para subir las empinadas montañas, el equipo del Otro Periodismo recogió el testimonio de los oradores.
Erika Zamora, una de las sobrevivientes de la matanza de El Charco, dijo que después de la masacre cometida por el Ejército Mexicano, la población ha sufrido el incremento de asesinatos selectivos, la esterilización forzada y oculta de mujeres indígenas, así como varias violaciones por parte de los soldados que se encuentran en el área.
Por su parte, Efrén Cortés -otro de los sobrevivientes- narra la escena de la masacre: “la mayoría de los once muertos fueron masacrados, (algunos) rendidos debajo de ese tablero –señala el tablero de básquetbol que se encuentra en la cancha donde se congregaron los asistentes-. Al ejército para eso lo preparan, para matar. Había burla cuando nuestros compañeros estaban con las manos hacia arriba ‘porque son guerrilleros’, ‘los vamos a matar por ser indios”, gritaban los guachos, dice, y luego señala con la mano otros sitios donde los campesinos fueron asesinados a sangre fría.
Los habitantes de El Charco, entre los que se encuentran indígenas mixtecos, m’ephaa y tlapanecos, expresaron que ya están cansados de la represión gubernamental, la militarización de la región y las violaciones a mujeres indígenas como las que ocurrieron en Barranca Tecuani, Barranca Guadalupe y Barranca Bejuco (entre las víctimas se encuentra Inés Valentina, indígena de la región).
Estas condiciones son consideradas por los pueblos como parte de una Guerra de Baja Intensidad, puesta en marcha por los gobiernos estatal y federal.
“Aquí no solamente quieren acabar con la naturaleza, quieren acabar con las comunidades”, aseveró uno de los participantes, quien opinó que el gobierno federal busca exterminar a los indígenas que oponen resistencia a sus políticas represivas.
En su momento, Marcos dijo que los gobiernos nos tienen atrapados entre dos miedos: “el miedo de morir en la pobreza y el miedo de morir si nos rebelamos ”.
Explicó que el desprecio que muestran los gobernantes y los ricos hacia los indígenas es porque “les damos asco, porque somos morenos nos desprecian… Nos están humillando, riéndose de nosotros, ‘pinche indio’, ‘holgazanes’, ‘huevones’, ‘el indígena está pobre porque no trabaja’”, señalan.
“Viera que vengan a trabajar de sol a sol. Ellos están allá en sus grandes casas, palacios, hoteles… Se fijan en los árboles, en el agua, en la tierra, que ven como una mercancía y van a poder venderla…(quieren) destruirnos para vender la tierra”, añadió.
Dijo que los españoles llegaron a tierras mexicanas a imponer su dominio, ahora los poderosos lo hacen usando a los partidos políticos. En la actualidad, entre otras cosas, los mexicanos se tienen que ir a Estados Unidos y hay pueblos de puros niños y ancianos. De los que se van “no sabemos si están vivos o muertos…como si hubiera una guerra”.
El delegado Zapatista comparó la historia de sufrimiento de los pueblos indígenas con la historia de dolor del resto de la población, sin distinción de raza o color de piel.
Se refirió sarcásticamente al ex gobernador René Juárez Cisneros, a quien el entonces presidente de la República, Ernesto Zedillo llamaba “mi negro consentido”, debido al color de su piel. Marcos recordó cómo ahora este ex mandatario vive en la opulencia, “pues no se trata del color”, dedujo Marcos.
“Es nuestra misma historia como gente jodida”, dijo y consideró que esta lucha de resistencia no es solamente de la gente del color de la tierra sino que es una lucha de todos los colores pues igual hay “güeros que también están en la lucha”.
“El rico es el que manda al ejército, es el que manda a esterilizar”, indicó el rebelde. Al considerar que quienes detentan el poder son pocos y los jodidos somos muchos, Marcos llamó a los presentes a juntar todas las fuerzas para realizar un alzamiento de todos, no por separado.
La carretera de asfalto penetra como una enorme serpiente entre los cerros de esta tierra colorada; varios árboles de Parota son un gigantesco regalo verde que balancea sus ramas mecidas por el fresco viento.
Las casitas lucen indiferentes compartiendo espacio con árboles de ciruela y enormes raíces de árboles desconocidos. Afuera de las casas, a veces junto a las puertas, toman aire fresco las mujeres indígenas que se muestran ocupadas tejiendo sus bordados así como grupitos de jóvenes que platican animadamente.
Como siempre, tratamos de llegar antes que la caravana que acompaña al Delegado Zero ya que algunas veces esto nos permite conocer un poco más las luchas locales y entrevistar a la gente de la comunidad además de evitar ser atrapados entre el desmadre caravanero.
Después de dos horas de viaje por la Costa Chica, pasando por San Marcos, Copala Marquelia, Ometepec y otros pueblitos, el 17 de abril llegamos al lugar de las flores como fue llamado por los aztecas este pueblo ahora conocido oficialmente como Xochitlahuaca o Suljaá en lengua del Amuzgo.
En la calle principal del pueblo, un numeroso grupo de indígenas espera a Marcos. Dos ancianos que se encuentran entre el grupo de hombres que visten ropa de manta y huaraches, sostiene un violín y una guitarra. Las mujeres lucen huipiles blancos con flores; algunas amamantan a sus hijos, otras permanecen tímidas y expectantes. Su presencia personal es tan sutil que sólo atrae las miradas de los visitantes por la llamativa belleza de sus negros cabellos y los coloridos vestidos.
Cuando Marcos bajó del vehículo, los presentes reflejaron alegría en sus rostros. Dos mujeres de edad mayor corrieron a abrazarlo. El tiempo pareció detenerse, como si nos hubiéramos sumergido a la raíz de un México ancestral. Doña Florentina López, una mujer menudita y amistosa, sonrió ampliamente; Marcos le colocó su brazo izquierdo en el hombro y así caminaron, acompañados por los pies descalzos de algunas indígenas y repentinos gritos de “¡Viva E-Z-L-N!”.
Mientras caminaban, Marcos sostuvo a la mujer con tanta ternura, que a algunos causó un estremecimiento y ganas de llorar (el insurgente caminaba como cuidando a un ser frágil que no quisiera que se lastimara, como si tratara a un ser muy querido).
La música de violín acompañó la breve marcha hasta llegar al templete, donde también, brevamente, Marcos agradecería la hospitalidad indígena. Más tarde, las autoridades tradicionales y otros habitantes de la comunidad expondrían la historia de despojo de sus tierras.
Evangelina Domínguez, de Radio Ñomndaá, La Palabra del Agua, informó que hace dos años comenzó a operar dicha radio comunitaria con el fin de difundir la cultura de los pueblos indígenas, “conocer nuestro sufrimiento, nuestra forma de vida y para alegrar (los hogares)”.
Al referirse al privilegio que dieron los poderes ejecutivo y legislativo a los monopolios de los medios de comunicación en México al aprobar recientemente la Ley Federal de Radio y Televisión, también conocida como La Ley Televisa (que según trabajadores de las radios comunitarias las coloca en un mayor riesgo de ser clausuradas), la joven fustigó: “ahora resulta que somos criminales por transmitir nuestra palabra y nuestras canciones”.
“Con el visto bueno del Presidente de la República – añadió-, los diputados y senadores, quieren complacer y quedar bien con los ricos…quieren demostrar a los dueños de Televisa, TV Azteca y Telmex, que disponen de espacios para las campañas políticas”.
Agregó que como pueblos indígenas, las comunidades tienen derecho de beneficiarse de todos los recursos que existen en su territorio, entre ellos las ondas radiales, pues éstas “son de todos y nadie puede venderlas para hacerse ricos”.
“No nos pueden prohibir que tomemos agua, que respiremos el aire… enviar nuestra palabra clara, libre y verdadera: la palabra del pueblo”, concluyó.
Integrantes del Colectivo Rebeldía, de Suljaá, denunciaron también la imposición de autoridades por parte de los gobiernos, contrarrestando la fuerza de las autoridades tradicionales nombradas a través del sistema de usos y costumbres (los pobladores se organizan en asambleas en las que deciden a quien depositar su confianza, designándole un cargo de autoridad).
Se quejan de que ahora, “con la llegada de los partidos políticos, el gobierno ha convertido la política en un negocio en el que invierten y luego se lo cobran muy caro a la ciudadanía”. Por eso, subrayaron que es necesario lograr la autonomía de los pueblos.
Luego de presentar una síntesis de lo que consideró como una traición del gobierno al no cumplir con los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, sobre derechos y cultura indígena —cuya esencia fue resumida en la Ley de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA) que fue votada en contra por los legisladores de todos los partidos politicos— Marcos adelantó que “en el nuevo México” que construirá el movimiento de liberación que promueve La Otra Campaña “tiene que haber un lugar para los pueblos indígenas…Quiere que sean respetados. Si no, no va a servir”.
Por ello, recordó que los días 5 y 6 de mayo, se realizará en San Pedro Atlapulco, municipio de Ocoyoacac, Estado de México, el IV Congreso Nacional Indígena (CNI), donde se acordará un plan nacional para ejercer en los hechos, los derechos de los pueblos indígenas.
Frente a varias autoridades y comandantes de la policía comunitaria, más de cien integrantes de ese cuerpo de seguridad popular, presentaron armas al Subcomandante Insurgente Marcos a su llegada a la comunidad de Santa Cruz El Rincón, el 18 de abril.
Vestidos con uniformes gastados de color verde y negro, y calzados con huaraches a la usanza campesina, los elementos de la Policía Comunitaria, portando sus rifles, formaron 26 columnas de cuatro integrantes para presenciar el encuentro.
Después de rendir honores a la bandera y de entonar el himno nacional en lengua m’ephaa (tlapaneco), y luego de que Abad Flores Herrera, comisario de bienes comunales diera la bienvenida a los integrantes de La Otra Campaña, el comandante del Comité Ejecutivo de la Policía Comunitaria, Florentino García, informó que el cuerpo de policías comunitarios está integrado por 612 elementos que forman 59 grupos; cada grupo corresponde a igual número de comunidades pertenecientes a los municipios de San Luis Acatlán, Malinaltepec, Metlatonoc, Marquelia, Iliatenco, Cochoapa el Grande, Atlamajalcingo del Monte y Tlapa de Comonfort.
Los pobladores relataron que un poco antes de 1995 (cuando se formó la Policía Comunitaria) su comunidad comenzó a enfrentar una ola de asaltos, violaciones y robos a domicilios por parte de algunos vecinos del pueblo. Los agraviados solicitaron el apoyo de las autoridades municipales pero éstas nunca respondieron. De hecho, algunas veces, los habitantes de la comunidad atrapaban a los delincuentes y los entregaban a las autoridades pero éstas los dejaban libres. Por eso, mejor procedieron a formar grupos de autodefensa.
La comunidad escogió a la gente más valiente y honesta de la comunidad, comentó Catalina García Castillo, quien narró todo el sufrimiento que padecía su pueblo. Con todas las experiencias en la comunidad, la indígena llegó a la conclusión de que para hacer frente a las injusticias “no hace falta un arma porque una buena organización de hombres y mujeres es la fuerza del pueblo…no hacen falta las armas del gobierno para defendernos”, reiteró.
La lucha de los campesinos costó la vida de varios de ellos, sin embargo, para los indígenas, su “rostro ya no lo vemos pero en espíritu están vivos”.
Acompañado por 13 representantes del Consejo Regional de Autoridades Comunitarias, comandantes activos y ex miembros de la Policía Comunitaria que se sentaron atrás de una larga mesa, Marcos se presentó como el jefe militar de oficiales y tropas del EZLN y concluyó que lo que hicieron en El Rincón frente a la delincuencia, es lo mismo que se debe hacer a nivel nacional contra “la bola de delincuentes y violadores” que gobiernan el país.
A mitad del recorrido de La Otra Campaña, el 19 de abril, representantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, presentaron a Marcos la serie de agravios que padecen los indígenas de la región.
“La palabra de los pueblos naa savi, m’ephaa y nahuas de La Montaña ha sido la palabra sagrada que hace brotar de nuestras tierras el maíz y las flores, es la palabra del respeto que forja la vida de la comunidad (…) Esta palabra ha sido reprimida y silenciada por los caciques…estigmatizada y criminalizada por los gobiernos racistas, domesticada y subordinada por los gobiernos impostores que con sus políticas indigenistas han buscado la destrucción de nuestros pueblos.”
Criticaron el sistema judicial que es como “un látigo de los opresores que se aplica para lastimarnos, para extorsionarnos, para criminalizarnos”.
A pesar de que el caudal del Río Balsas baña las comunidades del área, los residentes condenan el hecho de que el gobierno les niega el derecho de contar con el servicio de agua potable. Asimismo, rechazaron la política de Vicente Fox de postergar la solución de los conflictos agrarios.
“Nuestros pueblos siguen siendo históricamente olvidados, los derechos fundamentales como la educación, salud, vivienda y alimentación siguen siendo una cuenta pendiente”, señalaron en el discurso leído al Sup Marcos y firmado por 16 organizaciones sociales y de derechos humanos de la Región de la Montaña.
Condenaron el hecho “vergonzoso que en nuestros pueblos la segunda causa de mortalidad sean las infecciones estomacales, que se podrían combatir con una infraestructura médica básica ”. Lamentan que el único hospital que cuenta con el equipo medico básico queda a cinco horas de distancia de la mayoría de las comunidades. Existe además, un solo ginecólogo para atender a 17 mil mujeres.
Al referirse al desempleo y la miseria que prevalece en el área, señalaron: “Hoy en día el 45.7 por ciento de los hermanos indígenas no percibimos ningún ingreso económico mensual, obligándonos a migrar o morir. Es por eso que del mes de noviembre al mes de abril tenemos que trasladarnos a Baja California, Sinaloa y Sonora, entre otros estados del norte, para empeñarnos como mano de obra barata y en condiciones laborales infrahumanas”.
Denunciaron, asimismo, la militarización del estado “promoviendo con ello una guerra de baja intensidad que pretende intimidar, desmovilizar, perseguir y criminalizar a todos los hombres y mujeres que luchan por la justicia, la igualdad y la democracia. La guerra contra las drogas se ha transformado en una Guerra contra los pobres, que ha devastado los territorios indígenas, ha fragmentado las comunidades y ha impuesto la ley del más fuerte”.
En Atoyac de Alvarez en la que fuera la segunda parada de Marcos en el estado, el 15 de abril, después de presentarse por la mañana en Zihuatanejo, se registró un enfrentamiento entre integrantes del Consejo Cívico Comunitario Lucio Cabañas Barrientos (CLCB) -que figuraban entre los organizadores del encuentro local-, y miembros de un sector de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS).
Al principio se tenía previsto un breve acto público en el zócalo y, posteriormente, habría un encuentro con adherentes en una escuela preparatoria. Alrededor de las 6:00 de la tarde, los organizadores tenían casi todo listo para recibir al Delegado Zero en el kiosco donde también existe una estatua de Lucio Cabañas. De repente, un total de 9 jovencitas (entre las que también estaban algunos hombres) aparecieron frente a la estatua del guerrillero, portando carteles que pedían el castigo para los asesinos de Tránsito Mesino Lezma. Eran las hijas de Mesino Lezma, acompañadas por sus familiares, también pertenecientes a la OCSS.
Estos colocaron una enorme pancarta de plástico que reivindicaba la lucha de la OCSS, la cual fue desprendida por José Luis Arroyo Castro, del CLCB. Este hecho provocó histeria entre las jovencitas que comenzaron a sollozar acusando al otro grupo de ser “un grupo paramilitar” perteneciente a la Tendencia Democrática Revolucionaria (TDR).
Ambos grupos se enfrascaron en acusaciones (entre gritos y manotazos) hasta que Arroyo Castro tomó el micrófono para dar su versión a los presentes. Poco después de que comenzó a hablar, las jovencitas caminaron para encarar al otro grupo y comenzó el intercambio de golpes, bofetadas y jalones de cabello entre las mujeres de los dos bandos.
Las mujeres de la OCSS exigían el castigo a los asesinos de Miguel Angel Mesino Mesino, Tránsito Mesino Lezma, Pascual Mesino Cruz, Alfonso García Rosas y el niño Carlos Gómez Mesino “todos ellos asesinados por el grupo paramilitar La Patria es Primero- TDR ”
El grupo acusado, por su parte, descalificó a los manifestantes tachándolos de haber “negociado” la muerte de los campesinos masacrados en Aguas Blancas; prueba de ello, afirmaron, es que una de las integrantes de esa fracción de la OCSS —que se encontraba presente en la manifestación-, Rocío Mesino, es regidora municipal de Desarrollo Rural, por el PRD. “Esta familia se presentó para sabotear La Otra Campaña”, afirmaron los del consejo cívico comunitario, quienes más tarde explicaron que la OCSS está dividida en tres fracciones debido a la cooptación de sus militantes que hizo el gobierno después de la matanza de campesinos.
Luego de la zacapela, los adherentes se trasladaron a la escuela en espera de la reunión programada pero después de varias horas, los coordinadores de La Otra Campaña en Atoyac, anunciaron que el encuentro se había cancelado debido al incidente.
La crisis al interior del principal grupo guerrillero en el estado, el EPR, se ha hecho evidente al existir al menos seis escisiones de la organización armada, según reportes de la prensa (obviamente no confirmados por los aludidos) entre ellas el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), La Patria es Primero-TDR, el Comando de Ajusticiamiento Lucio Cabañas, el Comando 28 de Junio, las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) y el mismo EPR. Aún se desconoce hasta qué punto el enfrentamiento en el kiosco tiene alguna relación con la supuesta guerra fraticida entre los guerrilleros.
Ante este panorama, al parecer el Delegado Zero, decidió tomar una posición imparcial ante el conflicto registrado en el kiosco. Cabe señalar que desde su aparición pública, el EZLN ha optado por no tener relaciones con cualquier otro grupo armado.
Otro acto que retrasó la aparición de Marcos y que puso en riesgo la realización del encuentro efectuado el miércoles 19 de abril, sucedió en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos, “cuna de la conciencia social” y donde estudiaran los profesores guerrilleros Lucio Cabañas y Genaro Vásquez.
Integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos, Socialistas Unidos de México (FECSUM), pretendían impedir el ingreso de militantes que portaban las banderas del Partido Comunista y las de anarquistas. Finalmente, se permitió la entrada de las banderas.
Más adelante, Marcos hizo un comentario que pudo haber dirigido a los comunistas, anarquistas y militantes del Frente Popular Revolucionario (FPR), quienes en todos los eventos ostentan sus banderas, hecho que es considerado por algunos observadores como una actitud de protagonismo. Marcos comentó que los zapatistas renunciaron a su propia bandera negra que lleva en el centro una estrella roja de cinco puntas, para enarbolar la bandera de México, que abraza a todos aquellos y aquellas que quieran desde abajo construir un país libre, justo y democrático.
Por su parte, los estudiantes, -quienes entonaron los clásicos himnos de izquierda como “Venceremos” y “La Internacional”-, denunciaron la política de la presente administración foxista que quiere desaparecer las 33 escuelas normales rurales que existen a nivel nacional para dar paso a la privatización. Particularmente, destacaron la intención del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo de cerrar dicha escuela normal.
“¡Cuando el pueblo se levante por pan, libertad y tierra, temblarán los poderosos, de la costa hasta la sierra!”, “¡Educación primero, al hijo del obrero, educación después al hijo del burgués!”, “¡Artículo Tercero de la Constitución: educación gratuita para toda la población!” fueron algunas de las consignas lanzadas por los estudiantes, puño en alto.
Marco Antonio Suástegui, vocero del CECOP, se presentó ante los estudiantes para ofrecer el apoyo de los comuneros y de esa forma garantizar que dicha escuela no sea cerrada.
Al tomar la palabra alrededor de las 10:00 de la noche, el sup Marcos agradeció a los estudiantes “la señal que nos dieron de recibir a todos…es algo que nunca se nos va a olvidar”.
El zapatista dijo que La Otra Campaña encontró en Guerrero “el estado más represivo, más sangriento y con el mayor índice de miseria”.
Entre otras cosas, el portavoz Zapatista advirtió a los estudiantes que a pesar del poder de los empresarios capitalistas y los políticos que están a su servicio, así como de sus medios de comunicación que descalifican a quienes buscan un país más justo, acusándolos de ‘revoltosos’ y de ser una ‘minoría’: “va a llegar un día que nos van a ver, va a llegar un día que nos van a escuchar. Va a llegar un día que ya caben en este país por tanto daño que han hecho, (que) van a ver que ni Lucio, ni Genaro, ni Guerrero, ni Villa, ni Zapata han muerto”. “Van a volver a brillar las calles con la gente de abajo”, sentenció
Antes de marchar por las calles de la capital del estado, el 20 de abril, “214 adherentes de 14 organizaciones políticas y culturales” que respaldan La Otra Campaña, realizaron un foro en la Sección 14 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el que se habló de la necesidad de promover un cambio en las relaciones entre hombres y mujeres en el proceso de construcción de un mundo sin violencia. Para ello se requiere “democracia desde la intimidad hasta la plaza”.
Varias oradoras condenaron el machismo que impera en la sociedad ya que las mujeres “han sido marginadas, violentadas y asesinadas”.
Uno de los oradores desafió a quienes piden al Subcomandante Marcos despojarse del pasamontañas. “Yo a los que veo enmascarados es a los del gobierno porque dicen una cosa y hacen otra…mejor que ellos se quiten la máscara. Ellos nos venden la democracia muy cara. Sale más cara la democracia que una guerra”.
“Bienvenido en nuestro pensamiento, en nuestro corazón y sin armas”, dijeron a Marcos los simpatizantes. A su vez, el Zapatista indicó que “de tanto en tanto los pueblos paren a una generación de inconformes y en cada tanto esa generación de hombres y mujeres empieza a decir ‘no’ y a decir ‘¡Ya Basta!’”.
Marcos, abundó:“La pregunta que hace parir a la historia sus destellos luminosos es ¿Qué hacer? No se trata de padecer solo una injusticia, que la gente de abajo empiece a escuchar sus Dolores. Algunos optan por el camino más fácil, otros deciden construir algo nuevo”.
No basta, agregó Marcos, ver solo las luminosidades de Lucio y Genaro sino de otras personas no conocidas que también han luchado. “No basta volver la vista hacia atrás en su no rendirse”, ya que al mirar hacia atrás uno descubre que hacen falta herramientas para construir el camino “y nos damos cuenta que tenemos que construir esas herramientas. No basta decir ‘no’, sino construir lo nuevo”.
Aclara: “La Otra Campaña no es para cualquiera. La Otra Campaña está buscando en todo el país a esa generación de hombres y mujeres” que desde sus lugares levanten la bandera de la dignidad rebelde. “A nosotros nos tocó de nuevo parir este país como en 1810 y 1910… Los que estamos en La Otra Campaña somos los mejores hijos de este país”
Por el Boulevard René Juárez Cisneros —el ex gobernador llamado por Marcos “el negro precioso” que reprimió a los movimientos campesinos— la marcha “del otro Guerrero y el otro México” avanzó entre gritos de apoyo a la Otra Campaña, al EZLN y al Subcomandante Marcos. También exigían la libertad de todos los presos políticos del país.
Desde los balcones de casas y edificios, varias familias saludaron al rebelde, quien respondía sonriente, agitando la mano izquierda.
Al llegar a la plaza central de la ciudad, más de mil personas recibieron con aplausos al delegado Zapatista. Unas mujeres que le colgaron un collar de flores de cempasúchitl, casi se lo comen a besos. Enseguida, el Subcomandante dio su mensaje y al finalizar, depositó una ofrenda floral ante la estatua de José María Morelos y Pavón, prócer de la Independencia.
Unas mil 500 personas procedentes de la región de Tierra Caliente, se congregaron en la plaza central de Iguala la tarde del 20 de abril. A pesar del despiadado bochorno, el interés por escuchar al Subcomandante Marcos se mantuvo firme por espacio de una hora que duró el evento.
Los oradores recriminaron a los pasados gobiernos del estado como el de Rubén Figueroa Alcocer a quien responsabilizaron de la matanza de Aguas Blancas, así como a su padre Rubén Figueroa Figueroa, quien a finales de los 70’s persiguió implacablemente a los luchadores sociales, muchos de los cuales fueron secuestrados y desaparecidos.
El joven Pavel González criticó en un discurso apasionado el papel que desempeñan actualmente los partidos políticos en México. “Los partidos políticos son los principales y únicos protagonistas en la lucha por el poder; han dejado de ser burocráticos de masas y se han convertido en profesionales electorales. Han abandonado ya las banderas ideológicas y las reivindicaciones de clase; sus dirigentes han cobrado más peso en las organizaciones y se han abocado solamente a la búsqueda del voto ciudadano (…) ”.
“Los partidos (‘electoreros’) y sus políticos se jactan de ser democráticos pero la democracia que ellos presumen se sustenta sobre el dinero de las corporaciones y el imperialismo: aceptan la alternancia de políticos pero no de alternativas políticas. Para ellos, un presidente es o no democrático – haya sido elegido o no en las urnas, tenga o no respaldo popular-, si mantiene el capitalismo”, destacó.
Señaló que muchos hombres y mujeres de Guerrero han aportado ideas y sangre por construir un México diferente con democracia y justicia social: “Genaro Vásquez, Lucio Cabañas, los campesinos de Aguas Blancas y tantos otros que anónimos y no, lucharon siempre hasta el final de su existencia ”.
Al dirigirse a los presentes, Marcos se pronunció en contra del sistema de partidos políticos pues éstos “han convertido a la política en la puta más cara e inútil del mundo”.
Por otra parte, aseguró que “La Otra Campaña ha encontrado en Guerrero a los hombres y mujeres que necesitaba, que sienten correr en su sangre a Guerrero, Emiliano Zapata, Villa, Lucio Cabañas y Genaro Vásquez”.
Además de plantear los temas que abordó en los diferentes encuentros con los guerrerenses, Marcos, quien sudaba copiosamente, pidió a los presentes unirse a La Otra Campaña para construir un país donde el gobierno obedezca y no mande.
“No estamos promoviendo un alzamiento armado sino civil y pacífico, un alzamiento de nuestros dolores, un alzamiento para unir nuestra dignidad, para unir nuestra rebeldía y hacerlos temblar… Llegó la hora de elegir si sigue el México que tenemos o levantamos otro país”, concluyó entre un remolino de periodistas, fotógrafos y seguidores que lo acompañaron hasta el vehículo que lo trasladó hasta el Estado de México en donde sigue promoviendo la rebelión nacional en contra del sistema capitalista.
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