English | Español | August 15, 2018 | Issue #41 | ||
La Presa La Parota en Guerrero “solo podrán hacerla con una guerra en el suereste mexicano”: MarcosEl Subcomandante Zapatista desafía amenazas de quienes pretenden desplazar a 25,000 habitantes por un mega-proyecto cerca de AcapulcoPor Bertha Rodríguez Santos
|
Subcomandante Marcos con Marco Antonio Suástegui Muñoz Foto: Victor Camacho, Enlace Zapatista |
El carácter combativo de los guerrerenses de la costa hizo del encuentro un evento especial en el que abundaron los gritos de vivas al EZLN, a la resistencia de los campesinos contra la Presa La Parota así como a Lucio Cabañas y Genaro Vásquez, los líderes guerrilleros que a finales de la década de los 60’s y principios de los 70’s defendieron los derechos de los campesinos del área.
Durante dos horas, el Subcomandante Marcos, escuchó en voz de los representantes de los campesinos, la lucha que emprendieron hace tres años.
Marco Antonio Suástegui Muñoz, vocero de este movimiento de resistencia informó que la presa hidroeléctrica es un proyecto que el gobierno pretende desarrollar sobre el Río Papagayo con una inversion de mil millones de dólares.
Si la presa es construida, 17 mil hectáreas de terreno quedarían bajo el agua; 25 mil campesinos pertenecientes a 36 comunidades serían afectados por inundación y otros 50 mil sufrirían los impactos por ubicarse abajo de la cortina. La destrucción y pérdida de biodiversidad sería incalculable pues en el área existe una gran diversidad de especies endémicas tanto de flora como de fauna. Con ello, miles de campesinos serían desplazados de sus tierras lo que para ellos sería como “arrancarles la vida”
Antes de la llegada del Delegado Zero, Suástegui Muñoz dijo al Otro Periodismo con La Otra Campaña que la lucha de los campesinos comenzó apartir del 28 de julio de 2003 cuando las comunidades de Arroyo Verde, Garrapatas y San José, decidieron instalar plantones para evitar que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por órdenes del gobierno del estado encabezado por el empresario Zeferino Torreblanca, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el gobierno federal del Presidente Vicente Fox, del partido Acción Nacional (PAN), entraran a las comunidades bajo el argumento de que la presa llevaría el desarrollo y empleos a la zona. “Nunca nos dijeron que este desarrollo y estos empleos iban a ser a cambio de nuestras tierras”, lamenta el comunero.
“Más tarde nos dijeron que tendríamos que salir de nuestros pueblos, que tendríamos que dejar nuestros panteones, que tendríamos que dejar nuestras casas, pero lo más grave es que la tierra no tenía valor para ellos”, agregó.
Explica que el núcleo agrario conocido como bienes comunales de Cacahuatepec lo conforman 47 comunidades que abarcan 37 mil hectáreas. Agua Caliente, que es una de las comunidades que será afectada por la escasez de agua, es uno de los puntos más importantes de la resistencia ya que es el acceso principal que comunica con la zona en la que el gobierno planea instalar la cortina de la presa, de unos 192 metros de altura.
A partir del 2003, según comenta Marco Antonio Suástegui, al darse cuenta que la CFE estaba construyendo dos túneles para desviar el Río Papagayo y que habían construido dos socavones entre los cerros Hierbabuena y Los Mayos, en donde el gobierno quiere anclar la enorme cortina, los campesinos instalaron retenes de vigilancia o campamentos dedicados a impedir la entrada de maquinaria de la CFE; el primero de ellos fue ubicado a un costado del Río Papagayo en donde lograron detener a la CFE, después se crearon otros cuatro retenes de vigilancia en puntos estratégicos.
Los comuneros se organizaron a través de asambleas generales en las que deciden qué comunidad va a estar cada día de la semana; los plantones operan las 24 horas del día. Cuando personal de la CFE intenta atravesar el territorio en lucha, los vecinos hacen sonar aparatos de sonido o campanas de la iglesia para avisar al resto de la población que rapidamente acude al llamado.
Al encontrar la resistencia de los pueblos que pertencen al CECOP, la CFE no tuvo más remedio que retirar la maquinaria. Sin embargo, a decir de los comuneros, recurrió al fraude con tal de legitimar el proyecto por lo que el 25 de abril de 2004 realizó una asamblea donde funcionarios de dicha dependencia del gobierno elaboraron un acta de acuerdo en la que falsificaron firmas de comuneros que se encuentran en Estados Unidos, de campesinos que no pertenecen a los ejidos y comunidades involucradas y hasta de campesinos muertos.
Los comuneros interpusieron una demanda ante el Tribunal Unitario Agrario en la que presentaron pruebas de que dicha asamblea fue ilegal por lo que el magistrado del tribunal Agrario Número 41 con sede en Acapulco, declaró ilegal a la asamblea que daría paso a la expropiación, indicando además, que la CFE no puede entrar a tierras de La parota para realizar estudios de ningún tipo, mucho menos para hacer trabajos de preconstrucción.
A parte de la asamblea amañada en la que personal de la CFE “ compró firmas con cantidades que van desde 200 hasta 2 mil 600 pesos” el gobierno estatal envió alrededor de 1500 efectivos de la policía, “entre motorizados, judiciales, preventivos, ministeriales, de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) , incluso federales de camino”, según relata Marco Antonio Suástegui durante la entrevista.
A partir de entonces, los opositores al proyecto La Parota han enfrentado intimidaciones, encarcelamientos y asesinatos. Hace dos años, el mismo Marco Antonio y su compañero Francisco Hernández permanecieron en prisión durante 15 días, acusados de privación ilegal de la libertad, secuestro y robo en contra del ingeniero de la CFE, Jaime Gutiérrez Tejada. Al carecer de pruebas que sostuvieran las acusaciones, los comuneros fueron liberados.
De este clima de represión, lo que más lamentan los opositores es el asesinato de
Tomás Cruz Samora quien murió a manos de otro comunero que está de acuerdo en la construcción de la presa y que según Suástegui fue “pagado por la CFE, enviado por el gobierno”. Este asesinato ocurrió después de sostener una reunión en la que se solicitó una audiencia al nuevo gobernador del estado Zeferino Torreblanca Galindo.
Posteriormente se registró un enfrentamiento a balazos en Cacahuatepec, en el que falleció un campesino a favor de la presa y quedó mal herido un opositor a la Presa la Parota.
Como cuenta Marco Antonio Suástegui “lamentablemente la violencia siguió, las asambleas que se hicieron amañadas, bajo represión, con policías, con hostigamiento llevaron a que hubiera otro enfrentamiento en el ejido Los Arroyos en donde nuevamente nos matan al compañero Enrique Maya Manrique quien fue asesinado a palos y piedras por dos ejidatarios también trabajadores de la CFE”.
Las muertes de los campesinos es lo que más duele a los opositores. A pesar de ello, los inconformes con el proyecto de la presa se manifestaron en todo momento “dispuestos a dar nuestra vida en defensa de nuestras tierras, nuestra agua y nuestra dignidad”, como señalan en el manifiesto de CECOP leído por el comunero José Venus en presencia del Subcomandante Marcos.
Los opositores al proyecto La Parota argumentan que lejos de beneficiar a los campesinos ésta busca favorecer a las grandes empresas hoteleras del centro turístico de Acapulco, además de otras zonas turísticas que el gobierno pretende desarrollar en esta zona costera.
Igualmente sostienen que el proyecto hidroeléctrico es parte del sistema de interconexión energética que el gobierno impulsa como parte del Plan Puebla-Panamá y que alimentará los distintos corredores industriales y de maquiladoras que se pretende instalar en la ruta Puebla-Panamá.
Por ello, los integrantes de CECOP manifestaron a los zapatistas de La Otra Campaña: “compartimos con ustedes la decisión de fortalecer el poder de los pueblos y juntos enfrentar el otro poder el de los ricos, de los empresarios que nos amenazan con el desplazamiento y el hambre. Venceremos a los ricos que viven del despojo de los más pobres, de esos que aseguran que la presa va, aunque pasen sobre nuestras vidas y las de nuestros niños. Desde aquí les decimos a esos que quieren la presa, que lucharemos todos contra su prepotencia, su ilegalidad y su corrupción. Que la presa no se va a hacer. Que sus socios extranjeros, osea, sus patrones, los dueños de las transnacionales, así como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y la banca privada internacional, vayan haciendo maletas porque aquí no tienen nada que hacer. Que las tierras son nuestras y no se las vamos a entregar, ni a regalar, ni a vender. Que se vayan porque la Presa La Parota está cancelada”.
El comunero José Venus continuó la lectura del comunicado de CECOP: “La CFE pasando sobre la legalidad, hace exactamente seis días dijo que tienen capacidad para expropiar las tierras y hacer que la gente salga de ellas pero si no lo hicieran entra el Ejército Mexicano y los saca. Exigimos a la CFE que diga claramente si va a reprimir o mejor que se calle la boca…Exigimos a la CFE si tiene mando en el ejército. Exigimos a la CFE que diga si el ejército tiene como mando reprimir al pueblo…”.
Esta preocupación mereció que el subcomandante Marcos manifestara al inicio de su discurso: “Según en nuestro pensamiento como indígenas mayas que somos, la geografía está cambiada y el río Papagayo corre también por las montañas del sureste mexicano. Queremos avisarles a Vicente Fox y a su brazo amarillo y negro que es Zeferino Torreblanca, que si el ejército ataca estas tierras tendrá que atacar también las montañas del Sureste Mexicano”.
Interrumpido por gritos de ¡Sí se puede, sí se puede! y ruidosos aplausos, el subcomandante agregó: “En palabras sencillas que son las nuestras, es nuestro compromiso, La presa solo podrán hacerla con una guerra en el sureste mexicano”.
Esta declaración fue celebrada por los presentes con más vivas al EZLN, al subcomandante Marcos y al pueblo de México.
Luego de comentar que el movimiento de lucha a nivel nacional que está tratando de unificar y coordinar La Otra Campaña es cada vez más extenso en toda la república, Marcos comentó que “lo que quieren hacer aquí los gobiernos es un crimen… Todos sabemos bien lo que la presa va a significar para estas tierras: La destrucción y la muerte. Aquellos ejidatarios o comuneros que han creido las mentiras del gobierno en realidad están creyendo que hay que agradecerle y dejar entrar a la casa al ladrón que no sólo nos va a robar sino que además va a asesinar a nuestra familia y a nosotros mismos”.
Se refirió a la campaña de desprestigio que han realizado los medios de comunicación comerciales en contra de la lucha de los campesinos. “Sabemos que mucha prensa y en radio y televisión que han dicho que son minoría, han dicho que están manipulados por otras fuerzas políticas, han dicho que hay intereses extraños detrás de ustedes, pero nosotros allá en las montañas del sureste mexicano sabemos lo que quiere decir eso”.
Marcos indicó “Lo que está pasando que hemos visto es una nueva guerra de conquista. No crean que son los gobiernos los que se van a quedar con la tierra, la presa; ellos las van a vender a grandes capitalistas europeos y norteamericanos. Es el dinero extranjero el que está detrás de todo esto y quieren nuestras tierras, como campesinos, nuestras tierras como pueblos indios; nos quieren quitar hasta nuestra pobreza. No se conforman con las grandes riquezas que tienen, también quieren quitarnos lo único que nos queda que es lo pobre que somos, nos quieren matar, destruir, echar de estas tierras”.
Sin dejar de aplaudir y gritar consignas que expresaban simpatía por el dirigente zapatista, los comuneros escuchaban de pie: “Nosotros lo que estamos haciendo es poniéndonos de acuerdo porque ya nos cansamos. Ya nos cansamos que se quieren meter en nuestras tierras, en nuestras casas, que nos están robando en los precios de los productos del campo, que nos roban en los salarios, que nos roban en los altos precios de los productos que consumimos: la luz, el agua, el gas, el predial, el drenaje, todos los servicios públicos están subiendo de precio para nosotros los que estamos abajo mientras a los grandes poderosos hasta les cobran menos o no les cobran. Todo este proyecto de la presa es para favorecer a las grandes empresas turísticas, industriales y comerciales. Ningún campesino va a ser beneficiado, ninguna colonia pobre va a ser beneficiada por eso tienen tanto interés porque es el dinero del poderoso el que está detrás de ese proyecto”.
“Nos hemos cansado y lo hemos visto en toda la república. Ya estuvo bueno que entren en nuestras casas y nuestras tierras y con el machete desenfundado a ver a qué horas se les va a ocurrir a esos cabrones…lo que estamos diciendo es vamos a juntarnos, vamos por ellos, vamos a sacarlos”.
Al hacer un llamado a unir todas las luchas que como la del CECOP se mantienen firmes, Marcos previó que de esa manera “podamos decir juntos, así como decimos ahora: Si el ejército ataca a sus comunidades, también nos tiene que atacar a nosotros y lo vamos a considerar una agresión al EZLN…que podamos decirles también que si los tocan, que si los atacan podamos responder cada quien en donde esté”.
“Como quiera que sea, cuentan con la solidaridad y el apoyo de las comunidades zapatistas y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”, concluyó en medio de ovaciones y rodeado de decenas de personas que a empujones se acercaban para tratar de saludarlo.
Las amenazas de mayor violencia siguen latentes, Marco Antonio Suástegui denunció la táctica de provocación que ha utilizado el personal de la CFE al construir una carretera cerca de la comunidad de Apanguac dentro de los bienes comunales de Cacahuatepec sin el consentimiento de los campesinos. “Lo más preocupante es que trae a un grupo armado” integrado por comuneros de Apanguac, de Espinalillo y de El Cantón, quienes han afirmado “que si los opositores van a querer sacar la máquina, van a matar a la gente que vaya”.
Por ello responsabilizó a las autoridades estatales y federales si es que llega a darse un enfrentamiento violento entre campesinos.
Además de la coordinación con los adherentes a La Otra Campaña zapatista, los opositores al proyecto La Parota forman parte del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) fundado en el 2003 para enlazar los esfuerzos de otros pueblos que también están enfrentando megaproyectos similares en otras partes del país como es el caso de las presas de Arcediano, en Jalisco y La Yesca (entre los estados de Nayarit y Jalisco y que presuntamente es el lugar en el que el gobierno planea llevar La Presa La Parota si no logran construirla en Guerrero), entre otros.
Como parte de las acciones encaminadas a unificar las luchas en defensa de los derechos de los pueblos afectados por las presas, el próximo tres de mayo, partirá de la comunidad de Agua Caliente, una caravana llamada “Aguas en Movimiento”.
Los activistas planean visitar en su recorrido, según Marco Antonio Suástegui, “la lucha de las mujeres mazahuas en el Estado de México que sufren un problema similar por el agua; también iremos a la presa de Arcediano en donde hay una contaminación enorme en el Río Santiago e iremos a conocer la obra de El Cajón para exigir al gobierno el pago de las tierras a los compañeros ejidatarios”. En La Yesca planean instalar el primer campamento a nivel nacional.
Como parte de la lucha en el terreno jurídico, el CECOP llevó el caso de La Parota al Tribunal Latinoamericano del Agua; ahí el caso de la hidroeléctrica fue analizado por especialistas en la materia, biólogos, investigadores. Ellos llegaron a la conclusion de que la presa debe cancelarse pues se encuentra en una zona altamente sísmica, como advierte la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un estudio.
Igualmente, destaca el hecho de que los verdaderos ejidatarios que van a ser afectados no fueron consultados ni tomados en cuenta. Sobretodo, indica que el daño ambiental es irreversible.
Desde el comienzo de la lucha el CECOP ha rechazado la intervención de los partidos políticos ya que considera que “si hubiera algún partido político inmiscuido en el Cecop creo que la lucha ya se hubiera perdido”.
Respecto a la campaña de desprestigio, el vocero del movimiento dijo que los medios de comunicación como Televisa y TV Azteca “son los principales promotores de la presa porque seguramente hay intereses de las televisoras, de los concesionarios para que el proyecto vaya adelante. Hemos tenido que navegar en contra de la desinformación”, indica.
A pesar de todo esto y ante la amenaza de ser desalojados de sus tierras, Marco Antonio Suástegui, el carismático dirigente campesino de 27 años, afirma convencido: “vamos a vivir en nuestras tierras, no tenemos por qué emigrar a las ciudades a morirnos como perros. Aquí nacimos y aquí nos morimos, cabrones”.
El gobierno federal no tardó en mostrar su preocupación por las declaraciones vertidas el domingo en La Parota. El día siguiente, Xóchitl Gálvez, comisionada de asuntos indígenas del presidente Vicente Fox acusó a Marcos de considerar a los “indígenas como menores de edad.” Según el diario El Economista, la representante del mismo gobierno que reprime, encarcela y asesina a los opositores de la presa, dijo “con violencia no se solucionarán lo problemas.”
Sin embargo, en La Parota, las advertencias más fuertes vinieron de los mismos habitantes. En el tono bronco que caracteriza a los guerrerenses, Suástegui aconsejó al gobierno no despertar “al guerrero bravo que llevamos dentro porque si no hay solución, habrá revolución”.
Haz click aquí para más del Otro Periodismo con la Otra Campaña
Read this article in English
Legga questo articolo in italiano