English | Español | August 16, 2018 | Issue #34 | ||
La corrupción un ángulo perfecto para el narcotráficoEntrevista a Wálter Maierovitch, el ex zar antidrogas brasileroPor Ana Esther Mamani Colque
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Wálter Maierovitch, en el mercado de coca legal de Sacaba, Bolivia, la semana pasada Foto: Jeremy Bigwood D.R. 2004 |
En mayo del año pasado, Carlos Costa, ex director del Departamento de Investigación Federal (FBI) del Brasil, reveló que la misión fundamental de dicha institución fue el ejercer presión a la política antidrogas del vecino país que estaba presidida precisamente por Mairetovitch.
Las amenazas, intimidaciones y presiones en la vida pública y privada de Maierovitch se tradujeron en constantes advertencias para que dejase el cargo, sin embargo no lo hizo porque la fuerza interna le permitió luchar por el objetivo que perseguía, es así que logró reformular la ley que criminalizaba al consumidor.
Cuando la ley estuvo concluida dio a conocerla al Presidente para que sea revisada y aprobada en el Congreso, la primera fase estaba lograda pero faltaba la segunda que era fundamental y determinante para darle un nuevo rumbo a la lucha antidroga, es ahí donde la FBI, DEA y la Embajada Norteamericana unen fuerzas para hacer claudicar esta guerra, el apoyo tenue del entonces presidente Cardoso le impidieron tener el motor que impulsase un cambio definitivo y coyuntural en esta reforma.
El primer Secretario de las Drogas tuvo que lidiar enfrentamientos con el anterior embajador estadounidense porque exigió que se le informara de todas las actividades desde que la DEA se había establecido en su país, 1966.
Todo comenzó cuando seis hombres de la Embajada Norteamericana se hicieron pasar por agentes de la DEA y lo interceptaron en el aeropuerto cuando llegaba a la región del Acre (Zona Fronteriza con Bolivia) donde debía solucionar un problema sobre narcotráfico, lo rodearon y le dijeron que él ya nada tenía que hacer en la zona, y que ellos ya habían solucionado todo. Pretendían intimidarlo con frases duras y cortantes que utilizaban cuestionando su efectividad en el cargo, Maierovitch llamó inmediatamente a la Policía Federal que hizo caso omiso del asunto por estar ya corrompida.
La Política Antidrogas del Brasil que en enero pasado aprobó la Ley de Criminalización de las Drogas, basado en la filosofía del actual gobierno, un Congreso Conservador y la Policía Federal bastante corrupta va rumbo al fracaso: criminalizar y aplicar la pena de muerte al consumidor y quitarle el ejercicio de los derechos civiles no es más que seguir fomentando el tráfico de drogas y permitir que los grandes narcotraficantes sigan enriqueciéndose más.
Como ex Juez Judicial y Primer Secretario de Lucha Antidroga, Maierovitch afirma “que la mejor estrategia para una lucha frontal, efectiva y desenmascarada es la revocación de esta ley que apunta a un blanco equivocado, lo que se debería hacer es interceptar a los aviones con cargamento de drogas y grandes cantidades de dinero con el fin de destinar el mismo para la construcción de Centros de Rehabilitación para los consumidores de droga, controlar la venta de aviones de cargamento para que los narcotraficantes tengan un acceso restringido a medios de transporte”.
Lo óptimo, según el experto antidrogas, sería apresar a los grandes jefes de las redes del narcotráfico, “pero los que comandan las mismas son muy astutos y utilizan pilotos que transporten la droga, los intermediarios de la droga y los pequeños comerciantes son los que van a parar a la cárcel muchos años y los grandes culpables quedan sin castigo”.
La formación intelectual de Maierovitch tiene como eje central el ámbito jurídico-criminal que le han permitido formarse como un investigador escueto y profundo en el tema del narcotráfico, explorando ángulos coyunturales y significativos en esta temática.
Los 30 años de basta experiencia en el campo judicial le permitieron identificar a las grandes redes del narcotráfico en Europa y América Latina, en el primer caso la mafia italiana que se extendía hasta Sicilia y en el segundo las conexiones de Brasil, Colombia, Perú y México donde los Carteles de Cali y Medellín eran focos centrales de las grandes mafias organizadas.
Su trabajo desde 1971 le permitió ser consultor y especialista de las convenciones realizadas por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) y la tarea con sus homólogos de Italia entre ellos Giovanni Falcone así como de Portugal y otros países del mundo, es así que en 1998 el ex Presidente de la República Fernando Enrique Cardoso lo invita a conformar e iniciar una apertura de la Secretaria Nacional Antidroga con el fin de formular una Ley Humanitaria de Lucha Contra el Narcotráfico, que separase las drogas legales e ilegales.
El tema fundamental de la ley apuntaba a darle un sentido más humano, separando lo criminal del proceso de rehabilitación puesto que se trataba de un tema de salud pública y por lo mismo no debería estar contemplado en el Código Penal particularidad que el país deseaba adoptar como un mandato del gobierno de los Estados Unidos y no como una solución eficaz del problema. La relación con Portugal permitió que la legislatura de este país se presentara acorde a las demandas del Brasil.
El ex presidente Cardoso impidió la aprobación de la Ley mientras Maierovitch ocupaba la secretaría y por tener una fuerte inclinación de preservar la vida y cuidar los derechos humanos, ante esta situación el escenario político no era favorable a lo cual se sumaba la fuerte presión norteamericana, a través del general Bery Macraffi, durante la presidencia de Bill Clinton.
La política de reformulación de la Ley Antidroga Humanitaria tenía un curso contrario a lo que la DEA, CIA, FBI y la Embajada Norteamericana planteaban-criminalizar las drogas- , se precisaba apoyo para lograr efectivizar la misma, es así que se pagó a varios medios de comunicación para emitir mensajes contrarios a lo que realmente se planteaba en la ley, la libertad de decisión que esta implicaba se tradujo como un “libertinaje” a lo que los grupos conservadores reaccionaron inmediatamente, entre ellos la iglesia católica realizo fuertes protestas ante la “libertad extrema” que según ellos fomentaría un desastre desmedido.
El ex presidente del Brasil no tenía el apoyo mayoritario del Senado y también se encontraba envuelto en diversos problemas con varios sectores de la sociedad, el camino del éxito estaba minado, la ley había sido encaminada al Parlamento pero antes de ser revisada fue refutada, la buenas intenciones quedaron sólo en eso, sorprendentemente había fuerzas que operaban desde abajo, el Secretario de Justicia y el Presidente de los Derechos Humanos colaboraron con este fin.
El ejercicio de mecanismos que condujeran a la renuncia del Primer Secretario Antidroga era el blanco perfecto para invalidar la ley, es así que la presión interna y externa fueron conjugadas para ejercer presión y obligar a la Secretaria Nacional.