English | Español | August 16, 2018 | Issue #34 | |||
Otra comunicación es posibleLa Escuela de Periodismo Auténtico se realiza en Cochabamba y el ChaparePor Laura del Castillo Matamoros
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Al Giodano, Sunny Angulo y Alex Contreras se dirigen a la prensa de la ciudad de Cochabamba, Bolivia Foto: Eartha Jane Meltzer D.R. 2004 |
“Hace cuatro años, sólo, con un portátil, empecé a armar en internet una página llamada Narco News para traducir los buenos reportajes de periodistas latinoamericanos a inglés. Durante este tiempo recibí muchos correos electrónicos de jóvenes periodistas de toda América, en los que decían ‘¿puedo trabajar con ustedes?’, ‘¿puedo aprender con ustedes a hacer un periodismo no vendido?’. Así que para cumplir con lo que decía la sociedad civil y el joven periodismo en nuestra América, fundamos la Escuela de Periodismo Auténtico de Narco News. El año pasado reunimos a 27 becarios y 25 profesores en Yucatán, México. Este año estamos reuniendo 35 becarios y 25 profesores. Tenemos talleres de video, radio, periodismo de investigación sobre la guerra de las drogas y periodismo de investigación en internet”.
Con estas palabras Alberto Giordano, director de Narco News, presentó el 30 de julio, en el edificio de la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba, la Escuela de Periodismo Auténtico que este año llega a su tercera versión y se realiza hasta el 8 de agosto. Además reúne a periodistas y estudiantes de comunicación social de diversos lugares del mundo como México, Argentina, Colombia, Venezuela, Uruguay, Italia, Suecia, Estados Unidos y Bolivia, entre otros.
Sunny Angulo, ex becaria estadounidense y ahora profesora, quien se encontraba sentada en la mesa de presentación, expresó abiertamente su rechazo al trabajo desarrollado por los medios de comunicación comerciales en su país: “... el periodismo está en crisis, sobre todo en mi país. Palabras como guerra de las drogas o guerra contra el terrorismo se usan con impunidad. Miles de personas están siendo calificados como terroristas por la prensa internacional, basándose en su color de la piel, religión, status económico o por el rechazo a permitir que sus recursos naturales sean vendidos a las transnacionales. Necesitamos periodistas que puedan decir la verdad. No hay que gastar mucho dinero en una escuela de periodismo para saber decir la verdad. Más bien hay que tener compromiso y voluntad”
Entre tanto, el espíritu de la Escuela se reflejó a través de las palabras de Alex Contreras Baspineiro, boliviano y jefe sudamericano de Narco News: “ Hay muchos sectores sociales que cada vez más hacen ver que otra patria es posible. En ese sentido, nosotros entendemos que otra comunicación también es posible”.
La esperanza no puede evitar asomarse en los ojos de los estudiantes, quienes como en el caso de Quetzal Belmont, de México D.F, se muestran expectantes frente a lo que aprenderán en el curso: “para mi es importante hablar de esta forma de periodismo auténtico, porque hay muchas formas de comunicación alternativa a lo largo del mundo, que tratan de experimentar otros mecanismos para romper con ciertos esquemas. Todo este proceso que viviremos aquí es de construcción y reconstrucción para formarnos mejor”.
Entre los expertos invitados se encuentran Rose Marie Achá, defensora de derechos humanos (Bolivia); Walter Maierovitch, ex- zar antidrogas de Brasil; Silvia Rivera, una de las expertas más destacadas del mundo en todo lo que tiene que ver con hoja de coca (Bolivia); Leonilda Zurita, dirigente de las mujeres cocaleras; Oscar Olivera, portavoz de la Coordinadora del Gas y Evo Morales, principal dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS) y diputado nacional.
Nicolau dos Santos Soares, becario de la Escuela de Periodismo Auténtico, es entrevistado por un canal de television cochabambino. Foto: Eartha Jane Meltzer D.R. 2004 |
Vale la pena agregar que la escuela entra a desarrollarse en una Bolivia que convulsiona, donde los movimientos sociales tienen en jaque a los grandes centros de poder.
La llama de la rebelión no se apaga: luego de que un amplio número de campesinos del valle de Cochabamba e indígenas aymara en El Alto (La Paz) hubieran puesto a temblar la estructura social y política de un país durante la guerra del agua en el 2000 y la del gas que si bien se inició desde el 2003, aún hoy no termina
Tal vez es por eso que dentro del itinerario de la escuela se hace necesario y urgente pasar unos cuantos días en la zona cocalera del Chapare, tal y como lo planteó Contreras durante la conferencia: “El Chapare y el Alto en La Paz son referentes internacionales de lo que ocurre ahora en Bolivia”.
Y es que así es, en Bolivia los grandes centros de poder empiezan a experimentar cierta incomodidad, gracias a la acción de ciertos sectores sociales bolivianos, catalogados como los más pobres de América Latina, y 65 almas tienen los ojos bien abiertos para contarle al mundo lo que realmente sucede, lo que nunca van a contar la CNN, ni la BBC. Eso es seguro…