El Plan Colombia es un verdadero fracaso: Piedad Córdoba

La senadora Colombiana crítica a la política norteamericana impuesta en el continente

Por Alex Contreras Baspineiro
Jefe Sudamericano de Narco News

10 de junio 2004

“Los dos últimos gobiernos colombianos, con mucho mayor énfasis, se han convertido en simples títeres del gobierno norteamericano y de los inversionistas mundiales”, Piedad Córdoba, senadora de la República de Colombia.

LA PAZ (BOLIVIA). El Plan Colombia que es una imposición de Estados Unidos no es ninguna solución en la reconstitución de la gobernabilidad ni legitimidad ni menos en el fortalecimiento de la democracia, sino un instrumento que a través del falso discurso de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico pretende criminalizar a los movimientos sociales colombianos y del continente americano, afirmó Piedad Córdoba, senadora de la República de Colombia.

La senadora colombiana Piedad Córdoba Foto: Alex Contreras Baspineiro, D.R. 2004

En entrevista concedida a Narco News, la senadora colombiana dijo que los recursos obtenidos a través del Plan Colombia no fueron utilizados en las maneras comprometidas para la fumigación y erradicación de cultivos de coca ni menos para luchar contra el narcotráfico sino para la persecución, el asesinato selectivo y el secuestro supuestamente a terroristas que terminan siendo los miembros de organizaciones sociales, comunitarias, sindicales y de derechos humanos.

La primera versión del Plan Colombia – en el período del presidente Andrés Pastrana- estaba escrita y elaborada en inglés. Ni cómo negar su autoría.

“El Plan Colombia obedece más a los intereses norteamericanos sobre América Latina y, principalmente sobre Colombia, a la que pretende convertir en una especie de guardián o muro de contención de la seguridad democrática que ellos pregonan”, aseveró.

Los dos últimos gobiernos colombianos, con mayor énfasis que los anteriores, fueron calificados como “simples títeres del gobierno norteamericano y de los inversionistas mundiales”.

Secuestro

Córdoba junto al francés José Bové, al hondureño Rafael Alegría, al brasilero Sergio Joao y sus compatriotas Belén Tórres, Gloria Flores y Andrés Cortés, fueron parte de la Misión Humanitaria que llegó a esta ciudad para defender a Francisco “Pacho” Cortés, el colombiano detenido hace más de un año en la cárcel de San Pedro, acusado sin pruebas de terrorismo, alzamiento armado y narcotráfico.

Piedad Córdoba con Francisco Cortés en la cárcel de San Pedro, en La Paz Foto: Alex Contreras Baspineiro, D.R. 2004

El martes 8 de junio, en la visita a la cárcel de San Pedro a su compatriota, la senadora colombiana confesó que ella estuvo secuestrada pero nunca detenida en una cárcel.

Hace aproximadamente cuatro años, un grupo de paramilitares la secuestró a la legisladora cuando se encontraba en una clínica de salud de su país.

“Había sido operada recientemente y fui sacada por la fuerza por un grupo de 12 hombres fuertemente armados, al mando de una organización coordinada por Castaño y fui secuestrada durante 16 días”, recordó.

Los paramilitares colombianos son también fruto de los planes guerreristas norteamericanos. Están definidos como grupos que reciben apoyo financiero y logístico de parte del narcotráfico y del propio gobierno para reprimir a los movimientos sociales.

La senadora calificó a su secuestro como estrictamente político por la posición política e ideología que mantiene desde hace tiempo atrás: una posición muy firme contra el militarismo por las masacres, por los desplazamientos, por los asesinatos y por las persecuciones a defensores sociales y sindicales.

Terrorismo

El día de la visita a San Pedro, la legisladora colombiana así como sus compatriotas, en más de una oportunidad, no pudieron contener las lágrimas al escuchar los testimonios de los presuntos “terroristas” detenidos.

Lloró junto a Francisco Cortés, no pudo contener sus lágrimas con Belén Tórres y el testimonio del cocalero boliviano Marcelino Jancko prácticamente la conmovió profundamente.

Córdoba define al terrorismo no sólo como un acto que infunde pánico o temor por las acciones premeditadas que están dirigidas a inmovilizar a crear miedo para matar, sino que este concepto se lo utiliza actualmente contra cualquier persona que piense distinto o que se oponga a las políticas de arbitrariedad y represivas que impone por la fuerza el gobierno de los Estados Unidos.

Lamenta que a pesar de que la administración norteamericana y su gobierno imponen una serie de políticas represivas- como el Plan Colombia- la situación en su país sea cada vez más conflictiva.

“La situación actual es conflictiva y difícil. Todos los días la crisis se profundiza más. Hay gente que tomó la decisión de buscar una salida militar a un problema que indiscutiblemente está atravesado por el narcotráfico pero también por la miseria y la pobreza”, dijo.

Calificó al “desempleo galopante” como el problema central en su país y otros del continente. “Todos los días el desempleo avanza poderosamente porque se aplican medidas de profundización neoliberal y privatización de las empresas estatales, de privatización de lo público y no hay justicia social. Ese es el problema”, remarcó.

La senadora colombiana asegura que el Plan Colombia o el Plan Puebla Panamá no benefician absolutamente en nada a ninguno de los países de América Latina y, por eso, deben ser combatidos desde los movimientos sociales…

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