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A una semana de la represión y en estado de coma, Alexis Benhumea se debate entre la vida y la muerte

Narco News obtuvo el proyectil que alcanzó al estudiante en Atenco… y vio que fue hecho en Estados Unidos


Por el Equipo Móvil de Narco News
El Otro Periodismo con La Otra Campaña en San Salvador Atenco y la Ciudad de México

12 de mayo 2006

San Salvador Atenco, 4 de mayo y Ciudad de México, 10 de mayo. México, 2006. Poco más de una semana después de la escalada de violencia, barbarie y brutalidad en el estado de México -producto de la salvaje represión por los cerca de cinco grupos policíacos (3 mil elementos), en contra de los floricultores de la ciudad de Texcoco, del Frente de Pueblos en Defensa por la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco y de los demás habitantes de éste pueblo-, el estudiante de cuarto semestre de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alexis Benhumea, se debate, en estos momentos, entre la vida y la muerte.

Alexis, de 20 años de edad- aparte de hablar ruso- ha sido también aceptado, recientemente, para cursar una segunda carrera: Matemáticas, en la Facultad de Ciencias. Según Ángel, su padre, lleva ocho años practicando danza clásica y contemporánea, durante 6 horas al día y, de igual manera, es un apasionado de la música del grupo de rock británico The Beatles.

En el hospital Zaragoza, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSTE), Alexis se encuentra en estado de coma y bajo terapia intensiva -con visitas intermitentes-, mientras su padre Ángel, junto con familiares y amigos, aguarda, duerme y come a las puertas, en espera de noticias positivas. Pareciera que sólo un milagro puede salvar a este estudiante de su largo letargo, agonía y resistencia, que le permite seguir aún con vida. Hoy, en el tradicional “día de las madres” mexicano, la tranquilidad y serenidad en la familia parece ser la increíble constante. Para los padres de Alexis, y en particular para su madre, no hay nada que celebrar. Sin embargo, la tierna sonrisa que ella le regala a este equipo de reporteros es de ejemplar humanidad.

De las universidades a Atenco


Reunión de adherentes en la UNAM
Foto: D.R. 2006 Irving Márquez
La familia Benhumea es, evidentemente, adherente y militante de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y la Otra Campaña zapatista. El día 2 de mayo durante el acto político encabezado por el Delegado Zero -Subcomandante Insurgente Marcos, de la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) – en la explanada principal de la UNAM-, Ángel y Alexis estuvieron presentes: el primero, como orador, representando a la Coalición de Trabajadores Administrativos y Académicos del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM) y el segundo, como estudiante.

Por la tarde, en la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco, durante la reunión entre el Delegado Zero y el sector estudiantil, Ángel y Alexis intercambiaron palabras y miradas con el equipo de Narco News. Con un semblante emotivo por un emergente movimiento estudiantil y con la frescura del clima al caer la noche, Ángel – participante de los históricos movimientos universitarios de 1968 y 1971- destacó la importancia por integrar la lucha de la Otra Campaña zapatista en los diversos espacios estudiantiles. Por ello, señaló: “…la Sexta se está haciendo. La cantidad de corrientes y los diferentes grupos, incluso antagónicos, nos ha acercado y, ahora, estamos viviendo el periodo de transición para poder integrarnos. El mensaje fundamental es claro (...). La Sexta es una alternativa, es una opción. La Sexta es una fuerza importante en la universidad; es el mejor mensaje”. Su código de integración, y evidente solidaridad con otros grupos, es la clave de su trágica visita al corazón de San Salvador Atenco la noche siguiente, 24 horas después.

Del largo letargo a la larga espera

Mientras la Batalla de Texcoco se desarrollaba desde tempranas horas, el 3 de mayo, Ángel y Alexis le siguen la pista a la caravana zapatista por la ciudad de México. Al enterarse de que los hechos de violencia han llegado hasta Atenco, los Benhumea empiezan a cocinar su traslado, en apoyo solidario al FPDT. Durante el tenso mitin político en Tlatelolco, por la tarde, cuando se confirmaba la suspensión de la Otra Campaña y la alerta roja del EZLN, padre e hijo emprendieron el camino hacia Atenco.


Uno de los cientos de detenciones en Atenco el 4 de mayo.
Foto: D.R. 2006 Ratón Maicero
Esa noche, tomaron sus posiciones para resguardar el poblado. Fueron como observadores para evitar nuevamente la agresión hacia los habitantes de la comunidad. A las dos de la mañana del 4 de mayo, se escucharon las primeras campanadas como aviso de que la policía venía en camino. Fue una falsa alarma. A las 6: 30 en punto, las campanas de la iglesia del centro de Atenco suenan fuertemente como señal del inicio de la incursión de las fuerzas del Estado. Ángel y Alexis se encontraban en las vallas de activistas que pretendían frenar el paso a la policía en la calle Fresno: entrada principal del pueblo.

En esos momentos, según Ángel: “Entra un contingente de granaderos antimotines, lanzando miles de proyectiles, seguidos por los robocops altamente protegidos y después un batallón, con notoria agilidad, que tenía la función de maniobrar en la búsqueda y detención de personas, pues llevaban perros entrenados para limpiar las casas. Ellos podían correr y brincar entre las casas, las azoteas y derribar puertas. Eran tres batallones diferentes, batallones organizados militarmente”. En ese instante, la concepción del tiempo y el espacio para los Benhumea, cambió radicalmente. Alexis fue alcanzado por un proyectil de gas lacrimógeno en la cabeza. El estudiante cae y es levantado por su padre, no sin antes recordarle a éste que sus lentes se habían caído. El joven logra mantenerse en estado de conciencia, entre 2 y 3 horas.


El proyectil. Agrandar para mejor apreciación.
Fotos: D.R. 2006 Narco News

El largo letargo y catarsis empieza en el momento que los Benhumea entran junto con unas 24 personas a una casa particular de dos pisos. Afuera del inmueble: la guerra. Hay grupos de la Policía Federal Preventiva, municipal y estatal, en un verdadero “operativo de Estado de más de 5 mil policías”, como hoy lo califica Ángel.

Alexis fue herido en el parietal izquierdo, a todas luces – con la verificación de la evidencia, a través del testimonio de su padre -, debido al impacto causado por el proyectil de metal, cuyo contenido era gas lacrimógeno. Dicho artefacto fue recogido por el equipo de Narco News en la casa donde los Benhumea se resguardaron entre 10 y 11 horas. En la superficie metálica de dicho proyectil, hecho en Estados Unidos, se alcanza a leer:

“SPEDE-HEAT CN Long Range – 150 YD 37MM Single Projectile” (“Proyectil de largo alcance – 150 yardas, 37 milímetros”). La marca se presenta como: “DEFENSE TECNOLOGY- FEDERAL LABORATORIES” (“Tecnología de Defensa – Laboratorios Federales”). Las demás características rezan: “17 CN-LR F206CN”; “TO BE USED BY TRAINED LAW ENFORCEMENT, CORRECTIONAL OR MILITARY PERSONNEL. DO NOT USE FOR OPERATIONS AFTER FIVE YEARS FROM DATE OF MANUFACTURE”. (“Para ser usado por personal policíaco, carcelario, o militar. No lo use en operativos después de cinco años, desde su fecha de fabricación.”). La fecha de fabricación se encuentra borrada por el daño físico del metal.

Esta evidencia no ha sido documentada por ninguno de los medios informativos, mucho menos por las televisoras Televisa y TV Azteca, pese a que el Subcomandante Marcos les mostró otros cartuchos y a que el testimonio del padre habla por sí mismo: “Los disparos de proyectiles eran a más de un metro sesenta del suelo; tiros a matar, no a dispersar. Pedimos una ambulancia e incluso un médico salió. Este fue detenido a una cuadra de distancia. Parece que la ambulancia estaba por llegar, nunca llegó, le negaron el acceso. Al pueblo no entraba ni el aire”, señala Ángel.

Ángel le relata a este equipo de reporteros algunos detalles de la grave y tensa situación que se vivía en el interior de la vivienda: “Después de un tiempo, llegaron los policías más ágiles con los perros -pensaban que al olfatearlos los perros los encontrarían- (...). Los policías parecían máquinas, barrían con lo que se les ponía enfrente. Entonces un compañero tuvo que orinar en un recipiente y combinarlo con vinagre. La mezcla se esparció por puertas y ventanas de los dos cuartos con la intención de confundir el olfato de los perros, y lo lograron: no fueron encontrados. Milagrosamente, los perros no se acercaron”.

La charla sube sutilmente de intensidad, al tiempo que Ángel comenta sobre la resistencia, y el largo tiempo que permanecieron en la casa: “Alexis duró conciente 2 o 3 horas. Estuvo semiconsciente. Pero al transcurrir el tiempo, los síntomas se fueron acrecentando: palidez por la pérdida de sangre, inmovilidad de sus miembros- debido al impacto recibido en su cabeza-, pérdida del habla y alteraciones del ritmo cardiaco”.

Según el padre, la desesperación iba en aumento. Todos los que se encontraban en ese domicilio, cayeron en crisis nerviosa. Temían ser golpeados, detenidos o muertos. Estaban consternados por lo que escuchaban y por no saber bien lo que ocurría afuera. Algunos proponían salir y entregarse. Otros, quedarse y esperar. Pero les preocupaba Alexis, quien se encontraba acostado en el piso, sólo con una venda en la cabeza. Querían pedir ayuda para él. Pero era riesgoso, por la brutalidad de los policías. Ángel Benhumea tuvo que tomar una decisión al respecto: “…preferí que mi hijo muriera en mis brazos y no salir. De lo contrario, hubiera muerto con la policía” Sin embargo, ante el escenario poco alentador de este día de las madres, y el lento paso de los días, Alexis hoy se encuentra todavía debatiéndose entre la vida y la muerte.

Mientras la gente estaba resguardada, sólo escuchaban como golpeaban y arrastraban a las otras personas. Se oían gritos, vidrios rotos, como pateaban puertas y el lanzamiento de más gases lacrimógenos. “Cuando esto sucedía” -continua Ángel-, “nosotros estábamos mirando todo el operativo por la televisión”. Menciona que había dos hombres, con el rostro cubierto, que iban mostrando por aire y por tierra los domicilios que debían ser cateados. Se escuchaba como golpeaban las puertas, tratando de limpiar la zona y que no se les fuera a escapar alguien. “Nos tenían en Estado de Sitio”, agrega.

Al caer la tarde, la situación se tranquilizó. Caminando por las calles de Atenco, se podían ver, solamente, policías, residuos de llantas quemadas, carros destrozados y basura. Además de un olor a gas lacrimógeno y pimienta, se respiraba también una tensa calma. 
La ambulancia nunca llegó. Pero, aproximadamente, a las 17:30 horas, en una combi (camioneta colectiva de pasajeros), donde estaban periodistas de medios libres alternativos, lograron recoger a Alexis y trasladarlo a un hospital cercano. Breve tiempo después, ya estaba siendo operado.

La cita con la historia…

La situación de salud que guardaba esa noche, señalaba que tenía un 30% de ematoma en el cerebro (golpes internos) y dos fracturas expuestas de cráneo.

Para Ángel Benhumea, el operativo fue de “Estado”, íntimamente militar, por la premeditada organización y preparación del acto por los tres poderes y los tres partidos. Incluso, sostiene: “Había estrecha comunicación entre la tierra y los aires, entre los policías y los helicópteros. Estos últimos guiaban a los primeros desde el análisis de la geografía del pueblo. De esa manera, fue que entraron a las casas a buscar a líderes y gente.” Ángel, con rapidez, viaja a la memoria de acontecimientos de Atenco y en instantes, regresa al análisis político durante esta charla. Al respecto, comenta: “El presidente municipal (de Atenco) del PRD (Partido de la Revolución Democrática), le pone en bandeja de plata a la ultraderecha esto. Esto ha sido un operativo de Estado, un Estado terrorista. Es la lucha de clases, nosotros bloqueamos y ellos nos chingan. Necesitamos un frente nacional antifacista.”

La charla sale del parámetro formal. Su libertad de hablar y necesidad de ser escuchado es notable.

– Me han preguntado: “¿todo esto a costa de tu hijo?”- increpa Ángel. Imagínate a los mineros de Lázaro Cárdenas -continua-. La sociedad no tiene otro camino que la movilización. Detengamos el fascismo. Lástima por mi hijo. Ojala se ponga bien. Fue horrible.


El hospital Zaragoza del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
Fotos: D.R. 2006 Narco News
Es realmente sorprendente la capacidad de verbalización y articulación de las ideas que posee Ángel. Es un hombre entero, un roble que sigue con semblante firme a pesar de la agonía eterna de su hijo. Pero fuera del hospital, hay otros árboles que se solidarizan con el roble y sostienen su mundo. Esa es la familia, la madre, la hermana, el tío, Oscar, además de otros amigos y compañeros de lucha que llegan.

Han habido cuestionamientos sobre la decisión de ir a apoyar al FPDT a Atenco, justo en un operativo de tan envergadura. Incluso se critica al Subcomandante Marcos y a América Del Valle –hija del líder del movimiento local, ahora preso, Ignacio Del Valle– por haber hecho la propuesta de trasladarse al lugar de los hechos. Sin embargo, para Ángel, lo que él y su hijo hicieron fue: “Acudir a una cita histórica. No podíamos dejar solo al pueblo de San Salvador Atenco en esa situación”. De esta manera, vuelve a señalar la causa de los mineros de Sicartsa y la lucha similar que desempeñan.

No están ciegos, tienen los ojos vendados…

Oscar, el tío de Alexis, le comenta a este equipo periodístico: “Esto es algo que tiene que saber la gente. Hay gente con conciencia social. Qué bueno que está despertando esto: la conciencia y la lucha social; que vean que hay gente que no tiene que comer, cantidad de gente con conciencia social. Esto -continua Oscar- da coraje y tristeza, pero fuerza para seguir adelante. Aquí estamos la familia. Nosotros somos parte de ellos. La gente esta ciega, no se da cuenta que esta despertando la lucha social, que hay personas que luchan por el bienestar social”. Entre las personas presentes se escucha una voz que dice-: “no están ciegos, solo tienen los ojos vendados” y Oscar agrega: “llegará el momento en que se los descubran.”

En estos momentos, el estado de salud de Alexis es todavía grave: tiene doble fractura de cráneo con exposición de masa encefálica. No obstante, hasta esta tarde que los médicos evaluaban la opción del trasladarlo a otra clínica con mejores condiciones, Alexis ya había llegado al borde de la muerte, pues había superado tres paros respiratorios. Finalmente, por su estado grave de salud, permanecerá en el hospital donde ha estado desde el principio.

En un corto intervalo, la familia se comunica sobre diversas cosas. Inclusive, ante nuestros ojos, hay algunas sonrisas de parte de la madre. La confianza es única e invaluable. La madre de tres hijos, en su día especial, con tranquilidad en la mirada y la expresión facial, explica más sobre lo sucedido al chico: “Tengo un sentimiento de mucho dolor, una gran impotencia y coraje contra este gobierno. La inseguridad.. ahora ya no se respetan ni los más mínimos derechos humanos. Esto que nos hacen, es para amedrentar a la juventud. Esto que hacen, no es sólo a un joven; es a toda la juventud con el fin de atemorizar. Vemos como la historia se repite como en el 68, 71 y, ahora, una y otra vez”, finaliza con sutileza.

La esperanza está en el corazón de la familia Benhumea y sus amigos. La serenidad, la paciencia y la amabilidad, son las constantes del intercambio verbal y físico. La espera, todavía puede ser larga y las noticias inciertas. Pero de algo si podemos estar seguros: de que el optimismo y la dignidad por la lucha vital de Alexis, es también, para los Benhumea, la lucha por transformar este país que se llama México.

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