English | Español | August 15, 2018 | Issue #62 | |||
Agencia estadounidense muestra una alta evaluación de gobernabilidad obtenida por el Presidente Zelaya de HondurasEl régimen golpista actual se enfrenta a la expulsión por sus fracasosPor Bill Conroy
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Pero para aquellos que continúan sosteniendo que el golpe fue de alguna forma legítimo, un medio necesario para derrocar a Zelaya—a sus ojos un aspirante a convertirse en un Hugo Chávez que estaba llevando a Honduras hacia las garras del socialismo demoníaco—y cuya pretensión permanece hasta hoy cuando serán confrontados con la evidencia contundente que merma sus falsas afirmaciones en ese frente.
La agencia estadounidense, financiada por los impuestos de los contribuyentes, llamada Corporación del Desafío del Milenio (MCC por sus siglas en inglés), que supervisa los miles de millones de dólares de ayuda extranjera en fondos, fue creada en 2004 bajo la administración de Bush para ayudar a impulsar el desarrollo en las naciones pobres a través de programas inyectados con una fuerte dósis de teología económica neoliberal.
MCC se encuentra en el último año de un programa de ayuda de USD$215 millones por cinco años. El programa de MCC en Honduras está diseñado para financiar proyectos de agricultura y transporte que, según la descripción de MCC, “incremente la productividad y la capacidad empresarial de los agricultores y empleados que operan pequeñas y medianas granjas agrícolas, y que reducirá los costos del transporte entre los centros de producción y los mercados nacionales, regionales y globales”.
Cada año, como parte de su evaluación a los países participantes, o que buscan participar en sus programas, MCC emite lo que llama “cuadros de evaluación” que tasan la situación económica y política en esas naciones. La puntuación se basa en la comparación con otras naciones con una renta per cápita similar [el promedio de la cantidad de dinero que cada individuo gana anualmente en un país].
En esa comparación de MCC, una puntuación sobre la media es considerada una calificación aprobatoria, para los propósitos de evaluación del desempeño, mientras que un puntaje por debajo de la media se considera una calificación reprobatoria.
El cuadro de puntuación es desarrollado por un rango de datos e informes preparados por una variedad de organizaciones (ninguna de ella con tendencias socialistas), tales como: el Banco Mundial, Freedom House, la UNESCO y la Fundación Heritage.
Los resultados de la evaluación son publicados anualmente, pero debido a las fechas de los datos, el cuadro muestra una evaluación retrospectiva, en otras palabras, el cuadro de evaluación dado a conocer este año representa, en gran medida, una evaluación del desempeño de la nación en 2008. La evaluación se califica en tres categorías principales, definidas cómo “gobernar con justicia”, “libertad económica” y por último, “invertir en la gente”.
Los cuadros de evaluación más recientes, publicados a principios de mes, fueron, al parecer, pasados por alto en los grandes medios de prensa, particularmente en los medios de comunicación estadounideneses que continúan imprimiendo propaganda que promueve la legitimidad del régimen golpista hondureño, esto basado en la pretensión de que Zelaya era un socialista con mirada salvaje que estaba llevando a Honduras a la ruina.
Debe haber una buena razón para ese silencio mediático con respecto al cuadro de evaluación para Honduras.
El cuadro más reciente de la nación centroamericana (el informe del año fiscal 2010 publicado el 9 de noviembre) muestra que durante el período cubierto, principalmente el 2008, cuando Zelaya aún estaba en el poder, Honduras recibió calificaciones aprobatorias en cada medición de “libertad económica”, salvo en una.
De hecho, algunas de dichas calificaciones estuvieron cerca de obtener la mejor puntuación con respecto a otras naciones en situación similar. Por ejemplo, en el cuadro más reciente de MCC, Honduras aparece en el rango 89 percentil con respecto a su calidad regulatoria, y en el 98 percentil en términos de políticas de intercambio.
(Los datos de políticas de intercambio están más actualizados y reflejan condiciones del 2009, incluyendo los primeros 6 meses del año, cuando Zelaya aún estaba en el poder. La clasifiación de 2008 para dicho indicador era del 83 percentil, más arriba del 65 percentil de 2006—el año en que Zelaya asumió como presidente.)
Además, con Zelaya, en las mediciones para saber que tan fácil es iniciar una empresa, Honduras mostró un avance continuo desde que asumió en 2006—elevando esa marca de una calificación reprobatoria del 49 percentil en 2006, a una califiación claramente aprobatoria del 64 percentil en 2008—y de 68 percentil en 2009.
La única categoría de la “libertad económica” en la que Honduras recibió calificación reprobatoria en el cuadro de puntuación de MCC fue en la medición de “política fiscal”, que mide esencialmente el desempeño en materia de la deuda de la nación, siendo un área en que Honduras ha fracasado en aprobar desde años anteriores a la administración de Zelaya. (La decisión de Honduras en 2007 de unirse a la compañia venezolana Petrocaribe S.A., que ofrece a las naciones que participan la opción de adquirir petróleo por debajo de los términos preferenciales, puede ser vista realmente como una forma de afrontar los males de la “política fiscal” de la nación, incluso cuando los opositores a Zelaya se refieren a ella como la evidencia de una alianza peligrosa con el que perciben como la mayor amenaza para América Latina, Hugo Chávez.)
Ahora, Zelaya alcanza una puntuación impresionante en “libertad económica” mientras que también tiene un desempeño estelar en el área de “invertir en la gente”. En esa categoría, de acuerdo al cuadro de puntuación de MCC más reciente, Honduras con Zelaya obtuvo calificaciones aprobatorias en todo el espectro, incluyendo las altas puntuaciones sobre las tasas de inmunización (80 percentil), gasto público en salud (75 percentil) y de taza de finalización de niñas en primaria (85 percentil).
Eso nos lleva a la tercera categoría de la evaluación de MCC, “gobernar con justicia”.
Sin embargo, antes de llegar a ello, vale la pena apuntar lo que MCC tiene que decir con respecto a su análisis del último cuadro de evaluación de Honduras.
De un vocero de MCC que pidió no ser identificado:
De acuerdo con la recopilación de datos para MCC de fuentes independientes, Honduras no tiene un desempeño por arriba de la media en el indicador de Control de Corrupción, uno de los obstáculos más duros de MCC.
Honduras si tiene un desempeño superior a la media en relación a los niveles de ingreso de sus pares de la categoría de ingresos más baja en al menos la mitad de los indicadores de las categorías de Gobernar con Justicia y de Fomento a la Libertad Económica, y por arriba de la media en los indicadores de la categoría de Inversión en la Gente para el año fiscal 2010. Los indicadores del cuadro de evaluación del año fiscal 2010 en gran medida reflejan los eventos y condiciones de 2008.
Para el registro, en el cuadro del año fiscal 2010 (publicado a principios de noviembre) Honduras salió arriba de la media en cinco de las seis mediciones de la categoría de “libertad económica” y en las cinco mediciones de la categoria “invertir en la gente”.
Sin embargo, con respecto a la categoría “gobernar con justicia”, Honduras ha recibido una calificación aprobatoria en solo cuatro de las seis mediciones del cuadro más recientes. Una de las calificaciones reprobatorias fue en el área de “estado de derecho”, que según MCC “clasifica a los países a medida que el público tiene confianza y se atiene a las normas de la sociedad; la incidencia de los delitos violentos y no violentos; la efectividad, independencia y previsibilidad del poder judicial; y el cumplimiento de los contratos.”
El indicador de “estado de derecho” ha sido un problema para Honduras por largo tiempo. Según los reportes de MCC, el país ha fallado en obtener una calificación aprobatoria en dicha medición desde al menos el 2001. Así que la culpa de esta deficiencia no puede ser únicamente de Zelaya—y de hecho, tiene más que ver con el fracaso del poder judicial de la nación y los sistemas de aplicación de la ley.
La otra calificación reprobatoria, como ha señalado el vocero de MCC, esta en la medición del “control de corrupción—el cual, de acuerdo con MCC, es un “índice de encuestas y evaluaciones expertas que clasifican a los paises en la frecuencia de ‘pagos adicionales para hacer las cosas’; los efectos de la corrupción en el entorno empresarial, ‘la gran corrupción’ en la arena política; y la tendencia de las élites por participar en la ‘captura del Estado’”—el último término es esencialmente equivalente a capitalismo de compinches.
Vale la pena señalar, por razones de contexto, que si bien Honduras recibió una calificación reprobatoria en el “control de corrupción” en el último cuadro de puntuación (que cubre el 2008), el país tuvo grandes progresos en ese ámbito entre 2006 y 2007—pasando de una calificación reprobatoria a una aprobatoria. El hecho que la puntuación cayerá para reprobar en 2008 demuestra la capacidad de recuperación de la “gran corrupción” y de la “captura del Estado” en Honduras.
Y así, en las dos áreas donde la administración de Zelaya recibió malas calificaciones en relación con el estado de derecho en la evaluación más reciente de MCC precisamente están involucradas las fuerzas que se puede decir conspiraron para echarlo del poder.
El golpe se llevó a cabo con la complicidad del poder judicial de la nación, y también representó el último acto de “captura del Estado” de las élites hondureñas detrás de él.
El fracaso de Honduras de obtener una califiación en esas dos mediciones (“estado de derecho” y “control de corrupción”) puede ser visto entonces, en retrospectiva, como una señal de alarma señalando el hecho que las condiciones estaban preparadas para un golpe de Estado en Honduras—y hasta que esos temas sean tratados, cualquier esperanza por alcanzar la democracia real en el país puede ser condenada a morir.
De hecho, la MCC misma parece apoyar esa premisa en una carta entregada al Congreso de los Estados Unidos el pasado septiembre, en donde anuncia la intención de ayuda de la agencia para terminar una parte de su financiamiento a Honduras como resultado del golpe.
De la notificación al Congreso por parte de MCC el 17 de septiembre:
El 13 de junio de 2005, MCC firmó un Pacto Desafío del Milenio (el “Pacto”) con el gobierno hondureño. El financiamiento del Pacto se cumplirá en su totalidad cuando el Pacto entre en vigor el 29 de septiembre de 2005.
Como se indica en el informe adjunto, el 29 de junio de 2009 el líder elegido democráticamente, el Presidente Manuel Zelaya, fue removido de su cargo. En la actualidad un gobierno de facto, encabezado por el antiguo presidente del Congreso, Roberto Micheletti, se encuentra en su lugar. Esta transición de poder no democrática involucró la participación de instituciones civiles del gobierno hondureño, así como del Ejército…
... El 9 de septiembre de 2009, la Junta de Directores de MCC decidió terminar el financiamiento para ciertos proyectos y actividades adscritos al Pacto y autorizó al Jefe Ejecutivo de MCC para tomar las medidas necesarias para llevar a cabo su terminación…
MCC ha determinado que la forma de destitución del Presidente Zelaya el 28 de junio y el fracaso para restablecer el orden democrático en Honduras son contrarios al buen desempeño de criterios de MCC como el Gobernar con Justicia. MCC espera que el impacto de estos acontecimientos sean directamente observados con tres indicadores: Derechos Políticos; Libertades Civiles y de Voz y Rendición de Cuentas. El rezago de los datos retrasará el impacto que dichos acontecimientos tendrá en aparecer en el próximo cuadro de evaluación de MCC;que se espera sea publicado en noviembre de 2009. Sin embargo, si no hay una restauración democrática y gobernabilidad constitucional en Honduras, MCC espera que aparezcan disminuciones en estos indicadores en años futuros.
Los criterios de elgibilidad de MCC incluyen un compromiso con la “gobernabilidad justa y democrática.” El patrón de las medidas adoptadas por Honduras a partir del 28 de junio de 2009, es inconsistente con este compromiso y con los criterios de eligibilidad de MCC.
Para el registro, bajo el gobierno de Zelaya, según el cuadro de evaluación de MCC para el año fiscal 2010, Honduras obtuvo calificaciones muy superiores con respecto a “derechos políticos”, “libertades civiles” y “voz y rendición de cuentas”—la última es descrita por MCC como “la capacidad de las instituciones para proteger las libertades civiles, y la medida en que los ciudadanos de un país pueden participar en la selección de sus gobernantes, así como de la independencia de los medios de comunicación.”
Así, parece que hasta MCC, con base en la evidencia proporcionada por fuentes principales y pro capitalistas (Freedom House, Fundación Heritage, el Banco Mundial, etc.) concluye que Zelaya era mejor para Honduras (en términos de libertad económica, justicia social y gobierno democrático) que Micheletti y su régimen ilegal, el cual parece arruinar cualquier argumento creíble de que Zelaya era ese radical de mirada salvaje y líder imprudente de su país y que no tenía respeto por el estado de derecho.
Despojados de ese pretexto, ¿que es en lo que los conspiradores golpistas, sus cabilderos pagados y los simpatizantes de los medios avanzan como evidencia de legitimidad de la ocupación ilegal de Micheletti de la silla presidencial hondureña, resultando en la corrupción continua de la democracia de la nación y, para MCC, en su efecto degenerativo para el futuro de Honduras?
Permanezcan en sintonía…
Evaluación de MCC para Honduras
− ¿Cómo leer el cuadro de evaluación? (enlace aquí)
– Metodología del Cuadro (enlace aquí)