English | Español | August 15, 2018 | Issue #47 | |||||||
“Nos han relegado en auténticos campos de concentración”: mujer indígena de Columbia BritánicaArrancó el Encuentro de Pueblos Indígenas de América con fuerte presencia de delegaciones estadounidensesPor Raúl Romero y Juan Trujillo
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Fotos: D.R. 2007 Raúl Romero |
La misiva está firmada por el comandante Guillermo, las comandantes Susana, Miriam, Hortensia, Florencia, la Insurgente Elena, La Lupita y la Toñita tercera generación. Se escribió luego de que la Comisión Sexta decidió no enviar a más delegados debido al violento hostigamiento del que fueron objeto por parte del Ejército Federal.
Entre tanto, el Subcomandante Marcos saludó a todos los representantes de los pueblos originarios y a los observadores presentes en este encuentro al que “se llega con todo en contra: las distancias, la lengua, las fronteras, los gobiernos, las mentiras, las persecuciones, las muertes y las falsas divisiones que desde arriba nos imponen”
Dijo también que los pueblos originarios del continente americano, que han resistido durante 515 años, contarán en este encuentro sus historias de “dolor y de rebelde dignidad”, así como que se compartirá “experiencia y sabiduría” y se nombrarán las demandas de justicia y libertad comunes en todas las naciones indígenas que desde la primera guerra de conquista han sido condenadas al olvido. Con este diálogo “el continente recuperara la voz –continuo Marcos- que hoy enmudecen con fuego, olvido y ruido”.
El jefe rebelde cerró su participación comunicando la decisión de los zapatistas de no participar en este evento. Sus dolores, sueños y esperanzas serían contados por la voz de otros pueblos, pues la situación de las naciones indígenas en toda América es similar: “el olvido, la miseria y la resistencia se extiende por todo el continente”.
Asimismo dijo que después de 515 años de resistencia, en Vícam comenzaran a unificarse fuerzas para construir un “nuevo proyecto de vida” en pro de la humanidad y la naturaleza, así como en contra los proyectos de “muerte y de destrucción de los programas neoliberales-capitalistas”.
El pueblo mik’maq habló a través de su vocero sobre su historia y su realidad: “Vengo de un pueblo de gente muy fuerte, venimos de la costa oeste donde hemos sufrido mucho dolor.” Explicó que han resistido a la colonización, el genocidio y la globalización. Y como consecuencia de esos fenómenos han empezado a quitarle su cultura, sus tierras y sus recursos naturales: “Hemos perdido nuestra cultura y nuestra lengua; tenemos que ponerle un fin a esto. Estamos librando muchas batallas, la urgencia del espíritu guerrero es importante entre nuestra gente para reconocer las responsabilidades. Estamos despertando, tenemos la oportunidad de estar en la alianza guerrera que está creciendo y por eso es que estamos acá”.
Por su parte, el pueblo Tohono O’tham, de Estados Unidos, explicó que “nuestro conocimiento está siendo robado…hay semillas que han sido robadas”. Dijo que el Mar de Cortés (como se conoce al Golfo de California) era donde ellos ancestralmente se alimentaban de la pesca. Pero que ahora el gobierno y los militares no les permiten acceder a ese espacio geográfico. Por ello, propuso que la lucha de los indígenas busca “proteger al mundo, al territorio y a las comunidades”.
El delegado del pueblo Lakota de Estados Unidos, reconoció que la lucha de los pueblos indígenas mexicanos es “muy similar a la nuestra, porque luchamos por la vida”. Recordó que esta se inició desde la Guerra de Black Hills de 1876 cuando “fuimos separados, y que desde entonces no se ha respetado ni siquiera a sus centros religiosos. Al término de la intervención de este mensajero, manifestó con fuerza: “no se olviden quiénes somos y de dónde venimos”.
Silvia, otra representante de ese mismo pueblo, denunció que “las mujeres hemos sufrido abusos sexuales dentro de nuestras comunidades”
Por otra parte, la nación Achumawi que se localiza al norte del estado estadounidense de California, denunció que el 90 por ciento de su población fue exterminada por la llamada “fiebre del oro”, pues “contaminaron nuestras aguas con mercurio y asesinaron a nuestra gente, lo que (en realidad) fue una política del gobierno…nuestras mujeres fueron violadas y nos despojaron de nuestras tierras”. Criticó fuertemente el “colonialismo energético” que sufren las comunidades a raíz de la instalación de hidroeléctricas.
Denunció asimismo que existen cerca de “450 sitios sagrados ceremoniales que están siendo amenazados por la construcción de centros. Y en la Universidad de Berkeley, hay 14 mil restos de ancestros, que constituye la segunda colección de huesos del mundo, y que está siendo también amenazada por un museo que sacó a uno de los ancestros”. Igualmente, criticó a los antropólogos blancos.
En el nombre del pueblo Mohawk, nación localizada entre el norte de Nueva York, Montreal y Toronto, la mensajera Ketenia explicó que “Nuestras tierras están cerca del Río Hudson, hemos estado luchando contra las corporaciones que nos quieren quitar nuestra tierra, somos una de las más grandes organizaciones. Nuestra tierra es rica en minerales y las corporaciones”. Explicó que en el año de 2005 el estado de Nueva York quería sus tierras para hacer un Casino, por lo que tuvieron que intervenir.
Por su parte, la delegada de la nación Grand River, localizada en Canadá, dijo que: “antes de que llegaran a nuestras tierras éramos cinco naciones pero tuvimos conflictos y nos estábamos autodestruyendo. Pero uno de nosotros nació y vino a traernos un mensaje a cerca de cómo vivir y gobernarnos a nosotros mismos. Hemos logrado recobrar nuestra identidad.”
“En febrero de 2006 hemos recuperado tierra donde querían hacer un desarrollo inmobiliario. La policía vino, pero logramos asentar un campamento que al principio se veía como algo pequeño”. Recordó que una de las formas de lucha, es imponer la “ley de la paz”, la cual no sólo es una bandera, sino también una actitud.
Agregó que uno de los asuntos más importantes es la pelea contra los proyectos de las empresas, que según comentó, produce injustos arrestos, por lo que se pierde la cultura e identidad indígena, al convertirse en “canadienses” o “estadounidenses” para no ser perseguidos por la justicia. “Levantarnos significa tener problemas judiciales e ir a la cárcel”, finalizó.
En el marco de estas exposiciones destacó la situación de la Nación Gitxsan, comunidad en Canadá ocupada por los ingleses y actualmente conocida como “Columbia Británica”. La delegada comenzó diciendo que es mentira que este país sea pacifico, pues para su comunidad la guerra es cuestión de todos los días, especialmente para las mujeres. Explicó que la primera forma de dominación ejercida por los ingleses fue desplazar a la mujer en las distintas labores que originalmente desempeñaban, pues “las mujeres, al igual que en otras culturas, se encargaban de mantener la tierra y la cultura (…) eran las protectoras, las que cuidaban de la madre tierra, las que cuidaban el río, las que cuidaban la comida, las que cuidaban a los niños”. Por este motivo –continuó- los colonizadores vieron como primer obstáculo a las mujeres y empezaron a implementar una serie de leyes que reducía sus derechos y limitaba su participación. Es así como en 1876 se decreta el “Acta indígena” en la cual se señala que “el hombre indígena es el que manda y el que tiene la última palabra, acabando así con un sistema matriarcal y dando paso a uno patriarcal”.
La indígena gitxsan culminó su participación haciendo un llamado para que todas las mujeres indígenas se unan y reclamen mayor justicia, así como para que imaginen nuevas formas de organización que les proporcionen mayor seguridad, ya que “no pueden esperar nada de los malos gobiernos”.
Por la mañana del 12 de octubre, terminaron las participaciones de las delegaciones de Nortemérica y en el transcurso de la tarde se presentaron los mensajeros de los pueblos indígenas de América Latina, El Caribe y México.
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