Se intensifica la crisis con llegada de la Marina en Oaxaca
La salida del gobernador es ahora una demanda nacional, en tanto que figuras políticas prometen viajar al estado como “escudos humanos” en caso de un posible ataque
Por Nancy Davies
Comentario desde Oaxaca
12 de octubre 2006
Publicado en inglés el 5 de octubre.
Los eventos de la semana pasada han dejado a la población de Oaxaca en un estado de miedo, rabia e incertidumbre, por lo que se ha pedido la presencia de observadores de derechos humanos, campamentos y marchas.
En el más reciente desarrollo de estos eventos, los líderes de oposición del movimiento nacional de Andrés Manuel López Obrador, prometieron movilizar a sus seguidores en torno al tema e ir a Oaxaca como escudos humanos ante una posible intervención militar.
El sábado primero de octubre, a las 5pm, dos helicópteros grises sobrevolaron en círculos la ciudad. En nuestra pequeña calle tres familias salieron corriendo a ver. Una anciana ondeaba una funda de almohada blanca, como si el hombre del helicóptero pudiera verla. El blanco es el color del partido del gobernador priísta Ulises Ruiz Ortiz (Partido de la Revolución Institucional) – paz a cualquier precio, uno podría decir. Después, ella me miró ferozmente y dijo, ¡somos rehenes en nuestra propia ciudad! Refiriéndose a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) dijo: ¡ellos pueden desalojar a esta gente! Frente a nosotras, otra casa muestra una bandera blanca. Las casas que muestran la bandera mexicana verde, blanca y roja son las que apoyan a la APPO. La mayoría de las casas no muestran señales, ni a favor ni en contra. Mucha gente espera pacientemente el siguiente movimiento.
Son helicópteros de la marina. Mucha gente tomó fotografías. En la radio 710AM, la APPO transmite con voz placentera: mantengan la calma, hay 3,000 personas en cada barricada, probablemente ellos tienen más miedo que nosotros, mantengan la calma, la alerta máxima, esto no es Atenco, nosotros estamos en nuestro propio territorio y ellos son los extraños aquí.
Una llamada a la radio APPO vino de un hombre del poblado de Ocotlán en Morelos; estaba llorando. Dijo: “nunca pensé que Fox podría aliarse al PRI en contra de Oaxaca, para atacar a nuestra gente oaxaqueña. Nunca pensamos que pudieran masacrar a nuestra gente”.
Y la siguiente llamada: “Nosotros no tenemos miedo, nosotros solo tenemos nuestros cuerpos y nuestros palos y ellos tienen armas. Nosotros somos valientes, somos mexicanos… tenemos la fuerza de la justicia… yo defenderé a mi país. Si morimos, morimos con honor, pero ellos mueren con vergüenza”. Y luego, él empezó a llorar también. El locutor respondió: “¡Ánimo! ¡Ánimo, compañero!” Bueno, ahora yo también estoy llorando.
El locutor se mantiene en calma. Ellos están organizados, están listos. Los helicópteros están haciendo el reconocimiento militar y, desde luego, están tratando de aterrorizar. En una conferencia de prensa de la APPO a las 6:30 en el zócalo se dijo casi lo mismo: “Estamos listos. Mantengan la calma, no caigan en provocaciones”.
A través de La Jornada me enteré de que los helicópteros llegaron al aeropuerto de Oaxaca con unidades militares, y que las fuerzas armadas también fueron desplazadas a Salina Cruz y Bahía de Huatulco, junto con otros equipos militares como tanques y tropas. Cuando aterrizaron, la gente que llevaba palos y pipas, y les lanzó gritos de: “¡Bienvenidos, cabrones!” “¡Bajen, aquí los esperamos!”.
A las 9:00pm del sábado la APPO cerró el área del centro histórico, diciéndoles a las personas que se encontraban fuera de sus casas que se identificaran rápidamente para pasar a través de las barricadas. La APPO estaba determinada a repeler cualquier ataque, pidiendo a la gente que se uniera en apoyo y, al mismo tiempo, diciéndoles a aquellos fuera de la ciudad y alrededor del estado que organizaran su defensa.
Radio “La Ley” continuó presentando calmadamente el relato de un abogado sobre lo que podría pasar después, en tanto que las barricadas defendían el centro de la ciudad; una isla dentro de las autopistas.
Miles de personas se reunieron rápidamente para defender las barricadas. Entre ellos, según me dijeron, se encontraban algunos extranjeros, incluyendo Univision y CNN. El PRD estaba fuertemente representado. La voz de la radio pedía comida, agua, líneas telefónicas. Me fui a dormir alrededor de las 12:30 y podía oír a la gente cantando las canciones revolucionarias básicas en las barricadas. Era como estar en una película.
A las 8:00am el domingo primero de octubre, me enteré de que una fuerte movilización nocturna del movimiento magistral popular de la APPO sucedió sin que nadie la disputara. El gobierno federal no lanzó ningún ataque. Los disparos de la mañana resultaron ser cohetes disparados mientras los helicópteros sobrevolaban la zona. Otra estrategia –¿alta tecnología?– consiste en correr con espejos para reflejar la luz a los helicópteros “para confundirlos”. Otra “solución” fue quemar leña verde, generando una cortina de humo.
La luz del día les permite relajarse a todos. La APPO dio instrucciones a los guardias para que quitaran las barricadas, excepto las que estaban alrededor de las estaciones de radio y afuera del zócalo. De acuerdo con la respuesta típica de la APPO ante un desafío, se programó esta mañana otra marcha de los trabajadores del servicio nacional de salud desde varios puntos del zócalo. Marcharon entre 2,000 y 3,000. Otro día más.
A pesar de que el capitán Unda Pomposo, jefe de la guardia en la décima zona naval militar con base en ese puerto, dijo que solamente están realizando “uno o dos vuelos de rutina”, el estado está militarizado. Durante el fin de semana, llegaron tres traileres a Bahías de Huatulco; cada uno transportaba tres tanques anfibios que fueron dejados en la base naval. Según La Jornada, esto constituye la operación más grande que ha visto la nación desde el levantamiento del EZLN en Chiapas en 1994.
Otra concentración de fuerzas en la costa llegó en barco a Salina Cruz, en donde las tropas desembarcaron por tierra, mar y aire. Generalmente, según los reportes, la armada mantiene a 10 mil tropas en el estado y hay 4 mil policías de diferentes unidades estatales. Ahora, la Jornada calcula que hay unos 20 mil militares y policías. La población del estado es de unos tres millones y medio.
Desde Salina Cruz vinieron los cuatro helicópteros Puma para rodear a la ciudad de Oaxaca. Uno de ellos sobrevoló la ciudad el domingo en la noche cuando un escuadrón del PRI atacó la barricada del barrio de Brenamiel. Los maleantes secuestraron, golpearon y amarraron a tres jóvenes que habían estado en la barricada, uno de ellos de 12 años de edad. Dos de los tres jóvenes rescatados requirieron de asistencia médica. La gente de la APPO los salvó después de la transmisión que originó la movilización de cientos de oaxaqueños, que a medianoche ya sumaban casi dos mil.
El vuelo fue registrado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI); estaba violando las reglas de la aviación civil.
Lunes 2 de octubre. Después de la marcha conmemorativa de la masacre de 1968, los del PRI volvieron a salir como cucarachas. Se reportaron dos secuestros más, uno de un estudiante de derecho y activista de la Universidad Autónoma Benito Juárez, Pedro García, quien también es miembro del Frente Revolucionario. El joven estaba caminando el domingo con una amiga hacia la universidad cuando fue secuestrado por los ocupantes de una camioneta. El tres de octubre fue localizado en la cárcel de Tlacolula, falsamente acusado de cargar explosivos. Parece que la policía o los maleantes han reiniciado el uso de la tortura.
El otro caso es el de Alfredo Melchor Tirado Cruz, miembro del Frente Amplio de Lucha Popular y de la APPO, quien fue secuestrado a la 1:00 el martes por la tarde, también en Tlacolula. Aún se desconoce su paradero. Estos dos secuestros elevan a once la cifra de arrestos desde el comienzo del movimiento popular de los maestros.
La Sección 22 del SNTE empezó a intensificar la movilización de los maestros en el región del Istmo de Tehuantepec, ocupando oficinas del gobierno y organizando marchas. En una conferencia de prensa, el secretario auxiliar de organización del sindicato, Eleuterio López Ruiz dijo que los maestros están de acuerdo en permanecer juntos hasta que caiga Ulises Ruiz Ortiz. Insistió que no habrá regreso a clases, aunque, de hecho, algunos maestros están en las aulas de algunas zonas, pensando en mantener sus trabajos, lo cual constituye un desacuerdo que debilita al sindicato.
Para el martes 3 de octubre, docenas de organizaciones de la sociedad civil que pertenecen a la APPO exigieron que el gobierno federal: “ordene la desactivación de todas las posibles operaciones y la salida de las tropas militares del territorio oaxaqueño”.
Al mismo tiempo, rechazaron la “reforma electoral” aprobada por los legisladores oaxaqueños (solo aquellos que no son miembros del PRD) para alargar el periodo de trabajo de los legisladores y de ciertas figuras gubernamentales, a la que nadie puso mucha atención en medio de toda la agitación. Si el gobernador Ulises Ruiz Ortega (URO) sale victorioso, los periodos legislativos extendidos solo serán una pequeña molestia en comparación con lo que muchos creen que será una represión total.
El secretario de gobernación Carlos Abascal se reunió con doce miembros de la legislatura del Partido Acción Nacional (PAN) encabezados por el diputado federal Diódoro Carrasco, presidente de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados. Los miembros del PRD no recibieron la invitación para asistir a dicho encuentro.
Carrasco admitió que el conflicto de Oaxaca cambia a cada minuto y enumeró tres ingredientes nuevos: la invitación del gobierno federal para construir un acuerdo para reestablecer la gobernabilidad y la tranquilidad en el estado; los vuelos militares sobre la ciudad y, argumentó, el hecho de que el grupo guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR) está haciendo un llamado para continuar con la lucha popular.
Entrevistado en una reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa, Abascal había exhortado a la APPO a buscar un acuerdo dentro de los medios institucionales. Antes, en una entrevista para la radio, nuevamente había insinuado que el gobierno podría llevar a cabo “una ocupación pacífica de Oaxaca” para que los ciudadanos puedan realizar sus actividades con seguridad.
Con un personal de 20 mil policías y militares mirando por encima de tu hombro, tal vez no se pueda creer en las garantías de que no habrá represión por parte del gobierno federal. Abascal ofrece un paquete de reformas para convertir la legislación estatal (aquellos quienes votaron por sí mismos para periodos alargados) en un espacio para hablar amigablemente con la gente, y una renovación del gobierno legal actual. La salida de URO no será puesta sobre la mesa de discusión.
Ni la APPO ni los maestros asistieron a la reunión programada para el 4 de octubre con la Segob. En una transmisión en vivo de una asamblea del Frente Amplio Progresista (FAP) de la ciudad de México el miércoles 4 de octubre se afirmaba que los problemas de ingobernabilidad estatal podrían resolverse rápidamente después de la disolución de poderes de las tres ramas del gobierno de Oaxaca. La salida de Ulises Ruiz es la única demanda no negociable. Los políticos del PRD elegidos el 2 de julio como diputados federales, quienes también son miembros de la APPO, asistieron a esta asamblea. Se reafirmó que el senado mexicano tiene el derecho y la obligación constitucional de destituir a poderes estatales.
En una pregunta generada por el contacto de radio de Oaxaca, dirigida al secretario general del PRD, Guadalupe Acosta, se le cuestionó si la Convención Nacional Democrática –el movimiento de oposición que “eligió” a Andrés Manuel López Obrador como “presidente legítimo de México” el 16 de septiembre– estaría dispuesta a actuar como escudo humano en Oaxaca. Acosta respondió “claro que sí. Estamos dispuestos a participar. Teníamos información de que URO está planeando una provocación hoy para traer a la intervención federal”. Acosta continuó diciendo, “hoy nuestros senadores le pidieron al secretario de la marina que no participara en ningún ataque en Oaxaca”.
Mañana, dijo Acosta, habrá una movilización nacional por parte de la Convención Nacional Democrática para defender a Oaxaca.
Traducido por Aimée Valckx y Mario Morales.
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