English | Español | August 15, 2018 | Issue #42 | |||
El movimiento social de Oaxaca desarrolla una visión radical sobre lo que debe ser un gobierno nacional popularA pesar del agotamiento, manifestantes llenan las calles de la capital estatal una vez mas, mientras lideres sociales de otros estados los visitan para aprender del ejemplo oaxaqueñoPor Nancy Davies
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Enrique Rueda Pacheco Foto: D.R. 2006 George Salzman |
Desde el templete en el zócalo, se escuchó al líder de la Sección 22 del magisterio, Enrique Rueda Pacheco, afirmando que el presidente de la república, Vicente Fox, había sido obligado retirarse de la Cámara de Diputados en el D.F. sin poder presentar su informe de gobierno. Posteriormente, El discurso de Fox se transmitió por televisión. Pero pocas horas después de la salida ignominiosa de Fox de la Cámara, Rueda Pacheco declaró que Oaxaca no solo luchará “hasta la victoria siempre” (parafraseando el Ché Guevara), sino que luchará en el escenario nacional por un gobierno popular.
“Tenemos un movimiento nacional,” afirmó. “Llamamos a la unidad nacional, incluyendo al PRD, a los zapatistas, y a toda la nación.” Pero dejó claro que la APPO no tiene vínculos con grupos armados: “No tenemos ningún enlace, relación ni coordinación con ninguna guerrilla armada… respetamos todas las formas de lucha; la gente participa de su propia manera.”
También mencionó la participación, en la lucha de Oaxaca, de gente de Michoacán, que realizará su tercera Asamblea Popular el 9 de septiembre, y que, según Rueda, está lista para emprender la lucha nacional.
Esta misma declaración de lucha nacional fue convertida en eco por otros oradores, incluyendo el líder de la Federación de Sindicatos y Organizaciones Democráticos de Oaxaca. La repetición del tema por tres ponentes, por lo menos, dejo claro que Oaxaca, primero, impulsará asambleas de nivel nacional, como fuerza política participativa, que tal vez puedan seguir su modelo; segundo, apoyará al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Convención Nacional Democrática el 16 de septiembre en el D.F. (donde la delegación oaxaqueña ya empezó a instalar su campamento); y tercero, trabajará para crear un nuevo sistema político para el país, basado en las asambleas estatales.
En su discurso, Rueda se refirió al día como “histórico”, utilizando frases como “nunca antes” y enumerando actores como “los campesinos, estudiantes, diversas personalidades, y la participación de todo el estado”. Todas estas, personas que “entienden perfectamente que su estado es construido por sus fuerzas individuales y que están unidas en su demanda por la salida de Ulises Ruiz.” La ponencia fue excelente, pero la gente se encontraba cansada y agotada. Además ya sabía todo esto.
Foto: D.R. 2006 George Salzman |
Como anunció el foro en su documento de resumen, se necesita un gobierno más incluyente, pluralista, justo y respetuoso de las garantías constitucionales y los derechos humanos; más transparente, con aportes y participación de la ciudadanía; más respetuoso con la cultura, los idiomas, las tradiciones y los símbolos de identidad. Concluyó que el gobierno debe atender a las necesidades de la gente, sin amiguismo.
No hay duda de que esto implica un nuevo gobierno, tanto en Oaxaca como en todo el país. La Asamblea de Oaxaca saca impresos los resultados de cada reunión, los publica en su sitio web, los manda por correo electrónico a las organizaciones, y manda comunicados al diario Las Noticias. El informe del 26 de agosto afirmó que había un plan para un nuevo programa nacional de lucha. La participación de la APPO en la CND tampoco es secreto.
El informe del 26 de agosto, titulado “Acuerdos”, dice que la Asamblea impulsará su plan nacional porque aunque derroten a URO, este ha sido apoyado por el poder federal. El plan nacional incluye acciones en la Ciudad de México como “toma de embajadas, presionar a gobernación y al Senado”. A pesar de su apoyo a la CND - del candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador – la APPO hizo clara su falta de enlaces con “el PRD, AMLO, o cualquier partido político”. Respondiendo a las constantes acusaciones del gobierno, la APPO, como grupo no violento, también desmintió que tuviera enlaces con “el EPR (Ejercito Popular Revolucionario) o cualquier fuerza guerrillera.”
El documento emitido por la organización luego se compromete a “impulsar, como APPO, una gran Asamblea Popular de los Pueblos de México, involucrando a los diversos sectores sectores y frentes nacionales”.
La APPO ve al poder como oportunidad de servir a la gente, cuidando el bienestar de todos. De mandar obedeciendo: ¿no te suena conocido? Bienvenido a la tradición indígena de “usos costumbres” y los caracoles zapatistas. En Oaxaca se habla de un cambio radical en lo económico, lo social y lo cultural.
Por otro lado, si el movimiento se desintegra, o se detiene, mucha gente será asesinada. Lo digo teniendo conocimiento de la manera de gobernar estilo de gobernar de URO.
La destitución de Ulises Ruiz Ortiz no es negociable, pero una comisión especial se reunió con Carlos Abascal, el secretario de gobernación, en el D.F. el jueves 31 de agosto, y en la Megamarcha, Rueda Pacheco acababa de regresar de dicha reunión, realizada con la esperanza de encontrar una solución al conflicto que afecta Oaxaca.
Un acuerdo anterior a la reunión con Abascal Carranza fue desechado; Abascal se negó a venir hasta acá. La APPO formó la Comisión Única de Dialogo con 14 miembros del Comité Político de la Sección 22 (el magisterial estatal) más la misma cantidad de dirigentes y miembros de diferentes organizaciones civiles que constituyen el Comité Directivo Provisional de la APPO. Estos 28 integrantes de la comisión volaron hasta la ciudad de México cuando Abascal les aseguró que garantizaría la seguridad de ellos y también de los líderes que quedaban en Oaxaca. A URO no lo invitaron. Se alega que el gobernador se sentó en un cuarto contiguo y escuchó a la comisión de la APPO explicando qué tan horrible es el y lo ingobernable que se ha vuelto Oaxaca. De cualquier modo, no se logró nada; Rueda Pacheco informó que la Comisión Única de Dialogo, además de pedir la destitución de Ruiz Ortiz, exigió la libertad inmediata de cuatro presos políticos (Catarino Torres, Germán Mendoza, Evangelio Mendoza, y Ramiro Aragón, biólogo y simpatizante del movimiento). También exigieron la cancelación de ordenes de captura contra varios dirigentes del movimiento.
Durante la estancia de la comisión en el D.F., Oaxaca ha disfrutado de tres noches bendecidas, libres de tiroteos.
Aunque el gobierno de URO no puede traer la Policía Federal Preventiva sin la aprobación del presidente Fox, sí puede, y sí contrata tanto a matones como policías vestidos de civil para llevar a cabo actos de represión selectivos. Según fuentes afiliadas a la APPO, URO ha recurrido a vaciar clínicas de farmacodependencia, dando armas a los drogadictos para realizar trabajos nocturnos.
Los blancos más comunes del gobierno han sido las estaciones de radio. Sólo cuatro emisoras siguen transmitiendo para la APPO, ya que el movimiento abandonó varias instalaciones, considerándolos demasiadas como para ser vigiladas y mantenidas. Las estaciones cedidas ya están transmitiendo su contenido normal. Las estaciones vigiladas siguen bloqueado todas la vías de acceso con autobuses, alambre y fogatas durante la noche. Entre tanto, las señoras se sientan en las calles a bordar durante el día.
No solamente 70 ordenes de captura están amenazando a los miembros de la APO, sino también una lista negra en Internet. Los “crímenes” cometidos por integrantes del movimiento, según la procuradora estatal, ahora incluyen robo, asalto, toma de propiedad pública, perturbar a espacios públicos, etcétera. El secretario de seguridad pública del estado, Lino Celaya Luria, declaró que entrar al plantón en el centro histórico de Oaxaca a la fuerza “no sería oportuno” (como ya se hizo con poco éxito). En vez de eso, dijo tener confianza de que “el descabezamiento de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca implicaría un cambio en esta situación”.
Pero el movimiento, incluso, se niega a decir que existen “cabezas”. El pueblo tiene control de su propio movimiento.
Durante esta extraña semana de espera, la APPO, al parecer con la habilidad de un titiritero moviendo los hilos, ha causado la paralización total de los negocios de la ciudad… por parte de los propios dueños. El 29 de agosto, por lo menos, mil establecimientos comerciales, incluyendo grandes tiendas de cadena y bancos, transportes urbanos y colegios privados cerraron, haciendo un llamado a URO que “haga algo”. En el caso de la APPO, si hay que decir “algo”, sería que renuncie; en el caso de los empresarios, hay que traer la policía de estado o irse. En el paro común estaban presentes varias banderas blancas colgadas por empresarios y dueños de locales simpatizantes del Partido Institucional Revolucionario, con el fin de señalar aquellos tiendas y restaurantes a los que un simpatizante de la APPO no querría entrar.
Y en otra contradicción extraña, la comunidad empresarial incluso está amenazando con no pagar impuestos, así negando recursos al gobierno federal. O sea, darles una lección por no apurarse a entrar y restaurar el orden. La APPO se encuentra discutiendo como soportar la crisis económica por venir.
Varias iglesias también colgaron banderas blancas, causando debates sobre el papel de la jerarquía católica – el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, no es ningún Samuel Ruiz. Quiere “la paz”, o sea, que la gente no luche. Pero no es la gente del movimiento que dispara y mata. Hay discusiones en la radio de la APPO sobre por qué la iglesia se encuentra otra vez en el “lado equivocado”.
El paro cívico del martes continuó con calma el miércoles, cuando unos 150 integrantes de la APPO tomaron la caseta de cobro de San Pablo Huitzo en la carretera Oaxaca-México. Empleados de Caminos y Puentes Federales (Capufe) afirmaron que los manifestantes llegaron en seis camiones y tomaron las casetas de ambas direcciones. Los demás, llevamos nuestros bolsos a la plaza de marcado más cercana para abastecernos de vegetales y yogurt.
El jueves 31 de agosto se había programado un paro general en todo el estado, pero este casi no se vio en la ciudad capital, donde abrieron las tiendas pequeñas. En su discurso del viernes, el dirigente de la FSODO señaló que el paro es indefinido.
Los riesgos son por lo menos dos. Primero, que la situación nacional llevará al uso de la fuerza. Los oaxaqueños saben que las tropas están cerca, por si acaso. Pero nadie parece saber para que serían utilizadas exactamente.
La segunda preocupación es la fatiga. Aunque la APPO dice que su fuerza se está multiplicando, el agotamiento es grande. Además, los costos son altos. Durante 103 días de conflicto, según Las Noticias, se han cerrado 9 hoteles y cinco restaurantes, con diez negocios más a punto de caer. Se han perdido 1,500 empleos en la ciudad. (En todo el estado, con su población de 3.5 millones de personas, el impacto es mucho menos.)
Fredy Alcántara Carrillo, el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles, dijo que los hoteles se encuentran prácticamente vacíos, así como los vuelos y autobuses con destino a Oaxaca. Después de escuchar a las ponencias de la Megamarcha, fuimos a comer en nuestro restaurante italiano favorito, donde los dueños, Flo y Alberto, estaban comiendo solos. El restaurante estaba vacío. Flo nos dijo que están en punto de cerrar: “ni un mosco” entró durante todo el día, y siguen pagando la luz y la renta. No son los dueños de su propio casas, ya que viven en el conjunto de la familia de Flo, quien dijo: “ni siquiera tenemos el dinero para volver a Italia.”
A los maestros tampoco les están pagando. Muchos oaxaqueños pasan estrecheces económicas, además de miedo. Sin embargo, hasta el momento la gente parece estar fuerte y es frecuente que las conversaciones terminen con la palabra “¡duro!” Hablan de una lucha a “largo plazo”, sobre todo por el bien de los niños. La Comisión Única para conversar con Carlos Abascal volverá a México el lunes para otra reunión. “Estamos totalmente convencidos”- dijo Rueda Pacheco, hablando de la exigencia de que se destituya a URO - “que una huelga de más de 100 días merece una respuesta”.
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