“El 20 de noviembre tomaría posesión un gobierno y presidente en resistencia”: López Obrador

El movimiento social en defensa de la democracia se prepara para la imposición de presidente y la consumación del Golpe de Estado antes del 6 de septiembre

Por Juan Trujillo
Especial para The Narco News Bulletin

30 de agosto 2006

Ciudad de México, México, 27, 28 y 29 de agosto de 2006. A un mes de iniciada la instalación del plantón y bloqueo a lo largo de la avenida Reforma, el movimiento civil y pacífico por la defensa de la democracia y por el conteo total de los votos de la elección presidencial del pasado 2 de julio, continua con considerable energía y vitalidad. El pasado domingo en el Zócalo de esta ciudad, el corazón político del país, durante un mitin político con la asistencia de poco más de 10 mil simpatizantes, el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que en la próxima Convención Nacional Democrática (CND) del próximo 16 de septiembre, los participantes a esta podrían nombrar a un “presidente o jefe de gobierno en resistencia”. En la misma línea de polarización, el lunes fue hecha pública la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que al desechar los 775 juicios de inconformidad sobre el proceso, confirmó el cómputo distrital, lo cual abre la puerta a la imposición de Felipe Calderón como presidente constitucional. A lo anterior, la tarde del lunes, desde el centro de la capital, López Obrador propuso al “pueblo de México” a que el órgano de gobierno o presidente que nombre la CND, tome posesión el próximo 20 de noviembre o el primero de diciembre.

2 millones de personas en la tercera Asamblea Informativa, antes del bloqueo-campamento Foto: La Jornada

Después del descomunal fraude electoral ejecutado por el gobierno federal, el Partido Acción Nacional (PAN) y la participación de personajes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por primera vez, el candidato de centro-izquierda habló en los últimos días de la existencia de un “Golpe de Estado” y de una convocatoria amplia para “continuar la nueva etapa de lucha y vida pública en el país”. Y mientras el líder carismático continúa encendiendo los ánimos de millones de personas de todas las clases sociales, el ambiente que se respira continúa siendo de efervescencia e indignación.

“¡El pueblo unido, jamás será vencido!”

Según López Obrador, al tiempo de comentar la ventaja de 25 mil votos sobre el candidato de la derecha, Felipe Calderón, recordó con énfasis que esta lucha es impulsada por mucha gente a favor de la “Dignidad, justicia y democracia”, para que no haya en México entre otras cosas “racismo y discriminación”.

Foto: D.R. 2006 Brisa Ceccon

Para los medios de comunicación comerciales, este movimiento civil y pacífico en resistencia es casi inexistente, pues hacen suya la reciente declaración de Vicente Fox de que la inconformidad, “sólo se reduce a una calle”. No obstante, la realidad en la calle es radicalmente diferente, pues la creatividad artística y política que se nutre con la tradicional consigna latinoamericana de “¡El pueblo unido, jamás será vencido!”, llena de vitalidad y esperanza a las gargantas y miradas de la gente. Aquí, las sonrisas, la indignación y la confianza en el líder busca desbordar el impedimento represivo, legal e ideológico para llevar a su peje a la silla presidencial. De esta forma, y con la afirmación a que es necesario que la “política se convierta en un asunto de todos y no sólo de los políticos”, López Obrador reiteró que Fox “en lugar de actuar como un estadista, se ha comportado como jefe de una mafia”.

La mirada de la gente y el inconsciente colectivo recrea y reinterpreta al líder que como un caudillo en resistencia que sigue satisfaciendo la sed del pueblo por luchar por sus derechos y dignidad. Para este movimiento, parece no haber marcha atrás.

“Todo poder público dimana del pueblo”

Si bien el recuento parcial de votos del 9 por ciento de la elección, puso de manifiesto el operativo de Estado para manipular los resultados, según López Obrador, en el conteo, su candidatura habría ganado por más de 2 millones de votos. La confianza en los datos y en las pruebas de fraude electoral, le permite al candidato, convocar a la Convención Nacional Democrática para construir una legitimidad y órgano de poder popular paralelo al oficial. Cabe recordar que las dos últimas convenciones, se realizaron en 1914 durante la Revolución Mexicana en Aguascalientes y en 1994 con el llamado rebelde del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Según el perredista, los ejes de dicho evento de deliberación y discusión, cuya participación se nutriría de miles de delegados de todo el país, daría respuesta a la fundamental pregunta: “¿Vamos a reconocer a un gobierno ilegítimo?”; aquí en el Zócalo después de la rotunda respuesta popular a favor del NO, el político tabasqueño perfilaría las consideraciones a tratar, pues la CND podría elegir y decidir “democráticamente” una coordinación nacional de resistencia civil y pacífica o bien un jefe de gobierno en resistencia que goce de legitimidad, por lo que esto, constituiría un órgano de poder al margen de las instituciones del Estado mexicano.

Foto: D.R. 2006 Brisa Ceccon

Los simpatizantes gritan, gimen, conversan y escuchan con atención y hasta amorosamente se refieren a su dirigente. La efervescencia llega a su clímax cuando López Obrador, invoca el artículo 39 constitucional: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todomomento el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Este es el respaldo jurídico, político y de legitimidad que le permitiría al movimiento social, trascender los límites legales de la usurpación de la voluntad popular por el golpe de Estado, para construir otra legitimidad que a su vez, deslegitime la elección presidencial y a Felipe Calderón.

“¡Sufragio efectivo, no imposición!”

Las largas cuadras por las que se extiende el plantón y bloqueo de la avenida Reforma, manifiesta el proceso de información, intercambio y politización al que una buena parte de la sociedad capitalina ha tenido acceso y constante participación en los últimos 30 días. El lema del “Sufragio efectivo, no imposición” se hace presente entre la gente como un estandarte fiel y nostálgico del llamado a la Revolución Mexicana por Francisco Madero el 20 de noviembre de 1910 con el “Sufragio efectivo, no reelección”. Aquí, no sólo destacan las pintas, declaraciones y consignas políticas, sino también el arte que se expresa en talleres de reciclaje, dibujo, debates, obras de teatro, proyecciones de video-documentales, juegos de mesa, comedores y demás actividades para mover la conciencia colectiva.

Foto: D.R. 2006 Brisa Ceccon

En la última parte del mitin López Obrador, acudió para su oratoria, al repertorio simbólico que los mexicanos reinterpretan en cada lucha. Habló del ejemplo de los héroes de la nación: Hidalgo, Morelos, Madero, Villa y Zapata. Mitos que en su sentido positivo, son parte de la insurgencia en todos los rincones de México y que ahora fueron utilizados para radicalizar a sus fieles y polarizar el ambiente político.

Pero aunque el candidato presidencial, todavía no habla literalmente de una lucha revolucionaria, sí se refirió a la necesidad de “la renovación de la vida pública”, pues el sistema político “está en crisis, está podrido desde dentro”.

Y mientras la gente aclama y expresa reconocimiento, López Obrador puntualiza: “Y no voy a traicionar al pueblo de México, no voy a claudicar… porque quiero un México, justo, democrático y libre…¡arriba los de abajo¡”. Al término del mitin, el político tabasqueño se refirió al pensamiento del ex presidente Benito Juárez como un ejemplo a seguir en la lucha cuando expresó: “El pueblo que quiere ser libre lo será. Hidalgo enseñó que el poder de los reyes es demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos”.

“Se rechaza la usurpación y al señor Felipe Calderón como presidente”

En el mitin realizado el martes, después de conocer la validación de los resultados de los comicios, López Obrador hizo público el Proyecto de resolución dedicado al pueblo de México para su análisis, discusión y en su caso, para su aprobación en la CND.

AMLO marchando con todos Foto: D.R. 2006 Brisa Ceccon

Los contenidos de dicho documento destacan por su congruencia con las acciones de resistencia y la continuidad de la lucha contra el golpe de Estado: “desconoce el cómputo oficial dado a conocer por el TEPJF que pretende legalizar el fraude, rechaza la usurpación y se desconoce al señor Felipe Calderón Hinojosa como presidente de la República, lo mismo que a los funcionarios que él designe, así como a todos los actos de sus gobierno de facto, ya que todo poder público debe dimanar de la libre voluntad del pueblo”.

La propuesta del candidato perredista expone que el órgano que surja de la CND, deberá aplicar un programa básico con cinco objetivos fundamentales:

1. Llevar a cabo todas las acciones necesarias para defender y proteger a millones de mexicanos pobres, humillados y excluidos (...).
2. Defender el patrimonio de la Nación, que es de todos los mexicanos, por lo que no se permitirá bajo ninguna modalidad la privatización del petróleo ni de la industria eléctrica, como tampoco de la educación pública en todos sus niveles, ni de las instituciones de salud y de seguridad social; y se defenderán por todos los medios legales y mediante acciones de resistencia civil pacífica, los recursos naturales estratégicos para el bienestar de los mexicanos y la independencia y soberanía de la Nación.
3. Propone que la CND decida si el órgano de gobierno y quien lo represente, se instale y tome posesión formalmente el 20 de noviembre o el primero de diciembre de 2006.
4. Los acuerdos tomados por la CND deberán asumirse de manera voluntaria por ciudadanos libres de todas las condiciones sociales, pueblos, religiones e ideologías.

Por último, destaca que: “Hoy vivimos momentos de definición histórica. Con la imposición del gobierno de la usurpación se violó la soberanía popular y se transgredió la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Y con gran contundencia, consideró que: “En un país como el nuestro, donde existen tantos privilegios y tanta desigualdad, la democracia adquiere una dimensión social fundamental: se convierte en un asunto se sobrevivencia”.

“¡Nunca más instituciones dominadas por el poder y el dinero¡ !Nunca más aceptaremos un gobierno ilegal e ilegítimo en nuestro país!” concluyó.

Las próximas dos semanas prometen muchos acontecimientos y momentos definitorios en la historia del país. El viernes 1 de enero, se desarrollará el último informe de gobierno de Vicente Fox con protestas populares en el actual militarizado Palacio Legislativo, lugar donde podría ejecutarse un operativo represivo.

Por su parte, el Tribunal Electoral de la Federación tendrá como límite hasta el día 6 para declarar la validez oficial de la elección presidencial, cuya tendencia afirma la imposición de Felipe Calderón. El fraude ha sido convalidado, pero vendrá la CND el día 16, mismo en que se desarrolle el desfile militar en conmemoración por la “independencia” nacional, ambos eventos en la misma plaza pública. Ni la ultraderecha, ni los movimientos sociales por la democracia y magisterial-Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca cesarán. Muchos esperan alguna acción de la Otra campaña zapatista y del EZLN en esta delicada situación.

¿A caso México se encuentra en un periodo pre revolucionario? La historia hablará por sí sola.

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