English | Español | August 15, 2018 | Issue #42 | ||
La batalla de Oaxaca en el contexto del crisis pos electoral de México“Nunca quise ser corresponsal de guerra cuando fuera grande”Por Nancy Davies
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El sitio web Oaxaca en Paz |
El último muerto ha sido el adherente de la APPO Lorenzo San Pablo Cervantes, empleado de la Secretaría de Obras Públicas de 52 años, asesinado el 22 de agosto en otra incursión que hicieron en la madrugada matones del gobierno para atacar las emisoras de radio tomadas por el movimiento. La manera de transmitir información es esencial, y eso lo saben bien ambos lados.
Hoy en el centro de Oaxaca puedo encontrar dos estaciones comerciales (hace poco había diez) transmitiendo todavía las voces del movimiento. Ambas están ubicadas en las mejores zonas de la ciudad: ORO (1120 AM) está cerca de la clínica pública del centro, y La Ley (710 AM) está en Colonia Reforma. Fue precisamente en La Ley donde asesinaron a San Pablo Cervantes, quién se encontraba parado la calle cuando recibió los disparos. Radio Plantón 98.1 FM sigue transmitiendo. Un joven amigo del movimiento me dice que de hecho hay cinco estaciones en servicio (tres dentro de las mismas instalaciones del ORO, pero no puedo escuchar las señales).
El modus operandi del gobierno consiste en usar hombres fuertemente armados y vestidos de civil que patrullan en camionetas, para luego entrar a las emisoras disparando sus armas, destruyendo la maquinaría y matando a cualquier persona que se encuentre allí. El modus operandi del movimiento ha evolucionado y ahora incluye bloqueos con autobuses en todos las avenidas importantes, para proteger tanto a las emisoras de radio que quedan, como las vidas de figuras importantes de la APPO. Los barrios se organizan para proteger las zonas de la ciudad en las que se encuentran, almacenando montones de piedras detrás de barricadas improvisadas hechas con colchones, madera, rocas y llantas.
Durante el día, uno casi podría creer que, como dice el “ex gobernador” Ulises Ruiz Ortiz (“URO”), “no pasa nada en Oaxaca”… hasta que se de cuenta de que hay autobuses atravesados en las calles, de que la basura sin recoger está amontonada en las esquinas, de que hay varias tiendas y restaurantes cerrados, y de que es evidente la extraña ausencia de tráfico.
Nuestra más nueva fuente de información quería figurar aquí con un nombre de guerra, así que lo llamaré Pedro. Es zapoteco, de la comunidad de San Miguel Alvaredez en la Sierra Norte, y pertenece a una organización estudiantil en Oaxaca que se llama Gresetec (son estudiantes de la universidad técnica). Es un hombre joven y guapo (según la opinión de una anciana) con pelo negro y liso, y piel del color que uno suele ver en Oaxaca: miel oscuro.
“El problema más grave es la desinformación”, dijo Pedro, refiriéndose a los múltiples problemas enfrentados por el movimiento social. Los jóvenes idearon ciertas maneras para compartir información, pero Pedro sabe que una gran parte de la población oaxaqueña no escucha la radio, ya sea por no tener un aparato donde hacerlo, por carecer de interés en sucesos lejanos –geográficamente hablando – o por ser pasivos frente e los mismos. Pero ya que la situación está grave, la APPO difunde información de todas las maneras posibles, incluso hasta Europa y EU a través del Internet, y con llamadas telefónicas a diferentes personas en Oaxaca. El teléfono celular es una arma importante en esta guerra, que se utiliza para llamar a cada emisora y plantón, con el fin de recoger y difundir noticias.
Pedro considera que la única solución posible para URO es renunciar. Según él y muchas otras personas, URO ni siquiera vive en Oaxaca, ya que pasa tres días acá y los otros cuatro en el D.F. Sinceramente, y sin que Pedro me lo diga, soy capaz de ver que URO simplemente no entiende, no conoce nada de la Oaxaca profunda ni de su gente. Quiso limpiar el zócalo de las únicas cosas que lo hacían interesante: los vendedores indígenas, las marchas de protesta, los plantones en frente del palacio de gobierno (el cual, después de haberse transformado en un museo, recibió disparos el 14 de junio, convirtiéndose luego en la sede del gobierno simbólico de la APPO que ahora es un armatoste de piedra cubierto con pancartas y banderas) y, por supuesto, la campana grande que se encuentra encima de dicho palacio y que ahora el movimiento usa para en señal de alarma. URO quiso que el zócalo fuese bonito para el bien promovido negocio del turismo.
El cónsul de Estados Unidos en Oaxaca pronostica que la próxima “alerta turística” del Departamento de Estado de su país recomendará a sus ciudadanos quienes puedan estar rumbo a México, que se dirijan a otros lugares.
“¿Es mejor que los turistas vean la realidad, o que no vengan?” pregunta Pedro. “Los turistas creen lo que ven en la televisión”.
Pedro dice que el gobernador impone su voluntad, defendiendo los intereses del capitalismo e incluso del socialismo, y que pese a que ambos sistemas pueden tener cosas buenas, ninguno tiene un papel aquí en Oaxaca. “La revolución mexicana nunca llegó aquí en el sur”. Y agrega: “el grupo Gresetec más o menos adoptó la filosofía social de César Chávez. Nada de ideología. Todo para la paz.”
Oye, chico, ¿no estás hablando de Hugo Chávez de Venezuela?” No. El habla de César Chávez, el dirigente sindical y héroe del movimiento de trabajadores campesinos en Estados Unidos.
El gobierno del PRI ha promovido mucha violencia entre la gente en Oaxaca. Durante décadas las fronteras territoriales han sido manipuladas para que un grupo se enfrente con otro, y la posesión de tierras, que debería seguir siendo comunal, fue socavada por la modificación neoliberal que hizo Carlos Salinas de Gortari a la Constitución Mexicana, la cual dio paso a la privatización. Oaxaca es un estado muy rural, y los oaxaqueños se refieren a sí mismos como “gente del maíz”.
“Pero este movimiento social magisterial es pacífico”, dice Pedro. “La teoría que la gente es soberana, URO no entiende eso. No hay reciprocidad. El gobierno solo conoce violencia. Ayuda a sus amigos capitalistas.” Un tema delicado es el Plan Puebla Panamá, que afectaría a nueve estados. A este se oponen pueblos indígenas, cuyas tierras y vidas quedarían destruidas con la super-carretera y el desarrollo tanto industrial como comercial al que conllevaría. No habrá beneficio para ellos; un trabajo de maquiladora no recompensa la pérdida de los recursos naturales, la contaminación del agua de la costa sur, y el desalojo de la gente de su tierra. Como me dijo alguien aquí, podemos tener desarrollo sin la autodestrucción.
Designar a la comunidad local para tomar las decisiones en cuanto al desarrollo, en el futuro, será escrito en una nueva constitución oaxaqueña. Esta idea fue presentada al Foro Nacional “Construyendo la Democracia y la Gobernabilidad en Oaxaca”, que tuvo lugar el 16 y 17 de agosto. ¿Por qué un foro nacional?
Además, no he escuchado a nadie que conecte los puntos en cuanto a este problema: si los maestros logran la “rezonificación” (es decir, cambiar la clasificación de las zonas que habitan, según el costo de vida) como parte de su petición de un aumento de pago, esa rezonificación afectaría los costos laborales para el Plan Puebla Panamá también. Significaría un aumento del salario mínimo para todos los trabajadores según su zona geográfica y no sólo para los maestros.
Antes de su posesión, URO prometió desarrollo, progreso y paz sin necesidad de más marchas de protesta. ¡Vaya promesa de campaña! “Creía que la ignorancia de los indígenas lo protegería. Hizo un ‘pacto social’ con varios municipios diciendo que les regalaría lo que necesitaban (cemento, caminos, alimentos) con tal de que lo apoyaran. Luego empezó la represión, porque algunas personas no estaban de acuerdo. Tres de ellas en la Sierra Norte no firmaron, y ahora hay 45 presos políticos, nueve muertos y treinta desaparecidos. ¿Viste el sitio web ‘Oaxaca en paz’? Califica a diferentes personas como criminales, para que las cojan y las maten”, afirma Pedro.
URO utiliza represión selectiva. Eso hace que la gente refortalezca su organización hasta un nivel que parece casi milagroso, como un árbol que madura de un día para otro.
Pero existe otro lado. “Desgraciadamente, mucha gente habla a favor del gobierno, sin saber lo que este significa para los indígenas”, afirma Pablo. Oaxaca es casi 70 por ciento indígena. Mucha gente como Pedro habla zapoteco o algún otro idioma indígena como lengua madre. “La cosas se ponen cada vez peor. Las últimas dos noches han sido como si hubiera toque de queda. Estamos intentando difundir la verdad pero nos atacan.”
Esa sí es la verdad.
La segunda gran verdad es que hay varios planes que se llevaran a cabo para apoyar a la “revolución” nacional, independientemente de la forma que tome esta. Con “dos presidentes”, AMLO puede encontrar su base más firme en el sur. Estaba hablando con mi pediatra el otro día (que también practica la gerontología) y le pregunté directamente si creía que podría llegar a desatarse una guerra civil. Este tipo es muy moderado en sus creencias, un médico con hijos asistiendo a universidades privados. Y él dijo que sí. En mi encuesta personal a personas no destacadas en el ámbito público, esa opinión fue repetida por varias personas, inclusive por unos miembros de la APPO. Hay mucha ansiedad, sobre todo por los constantes reportes de tropas y porque hay cada vez más agresiones. La postura oficial de la APPO, expuesta en la radio, es que todo ahora depende de cómo responda el gobierno federal a las contradicciones de Oaxaca.
Una de estas contradicciones es que la APPO pide introversión federal al mismo tiempo que la rechaza. Quiere que los federales saquen a URO, a los militares. Además, acuerda que URO se tiene que ir antes de cualquier negociación, pero al mismo tiempo temen a la represión que podría traer consigo el ingreso policial.
Y de todas formas, ¿quién es capaz de negociar? No puede ser el gobernador (a quien ya se le dice “ex”). Queda la posibilidad de que el secretario de gobernación, Carlos Abascal Carranza, llegue a Oaxaca para hablar con el ex obispo de Chiapas, Samuel Ruiz… Ups, eso ya paso, ¿y qué?. Ningún grupo puede mediar, es imposible. Aunque es posible que la APPO hable con la Secretaría de Gobernación directamente.
La APPO ha repetido en docenas de ocasiones que hasta que URO se vaya, no hay nada que negociar. El movimiento social magisterial mantiene su unidad con esa línea, sacrificando el autoritarismo y reconociendo la soberanía de la voluntad popular.
¿Que se necesita en el escenario nacional para hacer clara la postura de la gente de Oaxaca y su habilidad para mantenerla? Si el tribunal electoral incita a la revuelta nacional al designar Calderón como presidente, AMLO se declarará presidente también, el 16 de septiembre, día de la independencia mexicana.
¿Y qué tanta de resistencia civil implicará eso?
Publicado en inglés el 26 de agosto
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