Entre confusión y muchas contradicciones, los bolivianos empiezan a crear su nueva constitución
Las elecciones de la Asamblea Constituyente serán apenas un paso en la batalla que se ha iniciado por la “Refundación de Bolivia”
Por Tatiana Ovando
Especial para The Narco News Bulletin
2 de julio 2006
La Paz, 1 de julio.- A unas horas de la decisión frente a las urnas en cuanto a lo que será la Asamblea Constituyente en Bolivia, la gran mayoría de la población se encuentra confundida y ante todo desinformada.
Si bien es cierto que la Asamblea figuraba como una de las medidas más demandadas por el pueblo boliviano, a esta altura se ha convertido en el escenario de una “guerra sucia” que libran los partidos políticos tradicionales, mientras la sociedad se pregunta quiénes eligieron los actuales candidatos a la constituyente y debate sobre la polémica que ha desatado el Referéndum Autonómico.
¿Qué es la Asamblea Constituyente?
Como una idea surgida en la marcha “por el territorio y la dignidad”, protagonizada por los pueblos originarios y campesinos del Beni en 1990, la exigencia de la convocatoria a la constituyente fue hecha suya por todos los contingentes indígenas y populares a lo largo del país.
Hace cinco años se empezó a hablar desde las organizaciones sociales acerca de la Asamblea Constituyente. La necesidad estaba clara: refundar el país con base en el protagonismo de las organizaciones y movimientos sociales, definiendo la política pública y al ejercicio del gobierno desde la misma sociedad.
Hablamos de una asamblea que fue parte de una agenda instalada por los movimientos sociales y no por partidos políticos; una asamblea que marcaba la necesidad de que no era un cambio de gobierno lo que la sociedad boliviana necesitaba, sino una cita histórica consigo misma para replantear las bases que habían hecho crisis junto al modelo neoliberal.
Las contradicciones de la Asamblea Constituyente
Sin embargo, a través de la Ley de Convocatoria a la constituyente, se promulga una ley que :
- Restituye la legitimidad de los partidos políticos derrotados con la revuelta de octubre del 2003, inclusive de aquellos que cometieron genocidio contra el pueblo alteño (de la ciudad de El Alto, cuyos pobladores fueron los protagonistas de los levantamientos de Octubre del 2003).
- Cierra toda posibilidad de representación directa de los movimientos sociales, lo cual ha obligado a muchísimos de ellos a buscar alianzas con el MAS (Movimiento al Socialismo) para poder postular sus candidaturas, con el fin de no correr el riesgo de quedar fuera de la asamblea y por ende de la discusión socio política que ésta ha desatado en la sociedad boliviana.
- Ratifica el criterio neoliberal tecnocrático de representación de las mujeres como cuota biológica dentro de los partidos, con el aditamento del concepto de alteridad, lo cual inhibe toda forma de alianza entre mujeres, pues cada una de ellas debe alternarse con un hombre.
- Deja fuera a la importante cantidad de “exiliados y exiliadas del neoliberalismo” que son la población migrante a diversos países – la cual ha crecido vertiginosamente en estos últimos años – y que constituye actualmente el cuarto sostén económico de nuestra sociedad.
- Cierra las atribuciones de la Asamblea Constituyente a sesionar durante un año en el marco del respeto de los poderes ya constituidos, con lo cual la asamblea se convierte en una mera reforma constitucional.
Además tiene sus propias limitaciones como ser: 1) una elección de candidatos se realizará mediante votación bajo el sistema representativo liberal, 2) una Asamblea Constituyente que no interferirá en los poderes constituidos, 3) la temática que se discutirá en la Asamblea es libre con la excepción de las autonomías departamentales.
Ante este panorama, el domingo se elegirán a los representantes que estructuren la Asamblea Constituyente que se instalará el 6 de agosto para deliberar, aproximadamente por un año, sobre los cambios que requiere el Estado, cambios que serán contenidos de la nueva Constitución Política del Estado.
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