A pesar de la represión, el bloqueo continuó en alianza universitaria

Estudiantes agredidos, golpeados y gaseados en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH)

Por Juan Trujillo
El Otro periodismo con la Otra Campaña en la Cuidad de México

13 de mayo 2006

Ciudad Universitaria, Ciudad de México, México, 11 de mayo de 2006. Congruentes con lo acordado en la Asamblea Nacional de la Otra campaña en San Salvador Atenco, decenas de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) iniciaron el bloqueo de la avenida Insurgentes -la más larga de América Latina- en punto de las 8:30 horas del día de hoy. Sin conflictos de mayor trascendencia, al paso de los minutos los universitarios lograron negociar y entablar diálogo directo con los comandantes de la policía y granaderos que se aproximaban al encuentro con los estudiantes. El acuerdo: dejar fluir a los automóviles por un carril para informar y entregar volantes que narraban la violencia de últimas fechas y que otros medios han ocultado. Los helicópteros cual fieles vigilantes de los aires, sobrevolaban todo el campus.

Fotos: D.R. 2006 Erwin Slim

Al tiempo que los inconformes ejecutaron esta acción colectiva en protesta por la violencia de los pasados 3 y 4 de mayo en la Batalla de Texcoco y en Atenco, las violaciones a mujeres y los presos políticos, se hizo conocida la información de que a las afueras de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), miembros de esa institución, del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur y de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), entre otros adherentes a La Otra Campaña estaban siendo agredidos y reprimidos por las fuerzas públicas. Los estudiantes en esa latitud, buscaban infructuosamente bloquear el Periférico de la ciudad, una de las avenidas de alta velocidad más importantes en esta megalópolis.

Rápidamente, el rechazo a la utilización de gas lacrimógeno y pimienta fue la primer preocupación de los estudiantes de la UNAM del otro lado, en Ciudad Universitaria.

Momentos más tarde, al llegar a las instalaciones de la ENAH, este reportero pudo observar una larga fila de uniformados de la política del Distrito Federal amotinados en la larga reja que llega hasta el centro arqueológico de Cuicuilco. Los encargados ahora del “orden público” eran unos 300 elementos de seguridad pública, comandados por el Agrupamiento Fuerza de Tarea (AFT) de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Piedras, toletes, gas y golpes

Aunque el titular de la Secretaria de Seguridad Pública del Distrito Federal, Joel Ortega aseguró que no se registró ningún herido ni detenido, y que incluso por primera vez notarios certificaron que los uniformados no iban armados, la versión para los estudiantes fue totalmente diferente.

En conversación con un estudiante de Antropología Social, cuya identidad pidió reservarla, antes de que se intentara el bloqueo de dicha arteria: “ya había granaderos esperando” y ante el primer intento de bloqueo: “los granaderos empezaron a confrontar, hubieron golpes, insultos y varios compañeros heridos” Según lo expresó este entrevistado, “el gas lacrimógeno no dejaba ver nada”.

La atmósfera estudiantil ya no era eso de horas pasadas, ahora la tensión, el miedo y la angustia eran las variables de la conducta de universitarios y profesores. Desconcierto y mucha molestia por el ataque directo a las instalaciones eran las constantes.

Para otro estudiante de la carrera de Etnología quién también pidió anonimato, “la policía ya estaba antes del bloqueo (...) se metieron (los policías) al Periférico empujando con escudos, golpes, gases lacrimógenos”, los ojos llorosos y el semblante pálido de este universitario dan cuenta del efecto de la acción represiva. Pero el enfrentamiento continuó de un lado contra otro: “Desde la ENAH empezamos a lanzar piedras y ellos también las respondían, hubo como 3 descalabrados” Por otra parte, aquí el eje de la protesta no era la violencia, pues para este agraviado: “Exigimos diálogo, pero el que estaba a cargo (del operativo) prefirió reprimir y hasta después dialogar”

Según este potencial etnólogo, hubo al menos cuatro heridos de la ENAH, dos heridos de la preparatoria número seis y cinco del CCH-Sur los cuales recibieron golpes de los uniformados. Por otro lado, mientras mostraba a este reportero las marcas de los golpes a mitad del torax, comentó que “Para mucha gente ha habido hostigamiento en la calle, han habido infiltrados… hay gente que con toda intención busca intimidar y luego ser desapercibidos”. De esta manera, recuerda como el pasado 16 de marzo, en el contexto del oficial y neoliberal Foro Mundial del Agua en esta ciudad, los estudiantes también protestaron y “fuimos reprimidos, se presume que era la misma gente, los civiles”

Los estudiantes de hoy evidentemente buscaban una protesta pacífica, pues su mirada no sólo es honesta, sino también firme en su declaración con respecto a la actual coyuntura que atraviesa el país: “Fue un enfrentamiento entre ENAH y policías, la finalidad del bloqueo era informar, era la intención de tener un efecto en la sociedad civil” Y para corroborar con otras testimonios, el estudiante afirmó que “no hubo diálogo, antes de que saliera ya estaba la policía, la ENAH fue acorralada por la fuerza pública” finalizó.

Los heridos y la movilización

Instantes más tardes, mientras este reportero documentaba el número de heridos y sus nombres con la confirmación de Radio Zapote en esas mismas instalaciones, los diversos grupos de estudiantes que con evidente solidaridad en su mirada y energías en sus piernas, lograron negociar con los jefes policiacos para marchar por la avenida Insurgentes hasta llegar a Ciudad Universitaria; justo dónde los compañeros de la UNAM se encontraban bloqueando la arteria. Y así se hizo… el contingente compuesto por estudiantes de la ENAH, CCH-Sur, UPN y la miembros de la coordinadora de la Otra campaña metropolitana reagrupados caminaron juntos hasta llegar, en punto de las 13:00 horas al encuentro de Rectoría.

Después de dialogar y gritar consignas, el bloque y alianza universitarios ahora con los provenientes de la ENAH logró marchar por Insurgentes, la Avenida Universidad hasta entrar por la calle Cerro del Agua de nuevo a la UNAM hasta llegar a la Facultad de Filosofía y Letras donde un contingente más del CCH-Sur se sumó a la recta final. En total unos 700 estudiantes en rebeldía: caminaron, gritaron, informaron, volantearon, y uno que otro… se besó con su pareja.

Por la tarde, el director de la ENAH, José Ortiz Pedraza, ofreció una conferencia de prensa, donde proyectó un video tomado por un estudiante sobre la agresión policiaca. Allí sostuvo que las fuerzas del orden, contrario a lo que sucedió en otros bloqueos, no quisieron negociar o dialogar con los estudiantes; asimismo expresó la enorme preocupación con que la comunidad recibió la noticia de la violenta represión.

El saldo de dicha movilización exitosa fueron solamente los heridos de los enfrentamientos de la ENAH: Carlos Pérez Garcia (ENAH), Susana López Martinez (CCH-Sur), Daniel A Sánchez Vázquez (CCH-Sur), Emiliano Garcia Moreno (CCH-Sur), Samuel González Contreras (CCH-Sur), Daniel Santa Maria (CCH-Sur) y Edith Asial (ENAH).

Por último, se informó por la noche que los demás bloqueos alrededor de la ciudad se lograron pero se consumaron sin tener mayor éxito que el de la UNAM: en la carreteras Cd. de México-Puebla, Texcoco-Los Reyes, Cd. De México-Pachuca, Cd. de México-Cuernavaca (por pocos estudiantes del CCH-Sur), avenidas a la altura del CCH Vallejo, CCH Oriente y CCH Azcapozalco. Estos últimos bloqueos, fueron fácilmente disueltos por la policía y sin mayor percance.

Un día de energía y rebeldía para los estudiantes, este que podría ser el nuevo génesis de la articulación de un verdadero movimiento que emerja de la solidaridad y la congruencia de las aulas universitarias.

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