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Brutalidad Policiaca en México

Testimonios de golpes, violaciones y detenciones arbitrarias en San Salvador Atenco


Por John Gibler
ZNet

6 de mayo 2006

San Salvador Atenco, Mexico – A las 7 de la mañana del pasado miércoles, 3 de mayo, policía estatal impidió a 60 vendedores de flores poner sus puestos en el Mercado local de Texcoco en el Estado de México, alrededor de 25 km. al Este de la Ciudad de México. La policía golpeó y arrestó a los que resistieron. Los vendedores de flores pidieron ayuda a residentes de la comunidad vecina de San Salvador Atenco y éstos bloquearon la carretera vecina a su pueblo y que conduce a Texcoco.

La respuesta de la policía fue abrumadora: cientos de policía estatal y federal, la mayoría en equipo antimotines, acudieron a levantar el bloqueo. Atenco resistió, con machetes, palos, bombas molotov y cohetones. La policía intentó levantar el bloqueo cinco veces durante el día, y las cinco veces fueron repelidos.

La violencia fue extrema. Fotografías publicadas en periódico locales muestran a los manifestantes de Atenco golpeando a un policía caido, policías golpando a decenas de manifestantes caídos. Golpizas severas, manifestantes pateando en la cara a un oficial caído, grupos de policía pulverizando a decenas de manifestantes con piedras y toletes.

La policía también atacó a la presa nacional e internacional. Fotografos y camarógrafos de Associated Press, Reuters, Milenio, La Jornada y Televisa reportaron golpizas e intentos por confiscar sus camaras. Fotografías y cobertura en video fueron publicados en el Internet y mostrados en televisión nacional. Sin embargo, artículos noticiosos locales e internacionales no han mencionado nada acerca de la violencia sistemática por parte de la policía hacia los reporteros.

Todo ésto relatado el miércoles, más de 50 personas resultaron heridas y 100 detenidas por la policía. Los manifestantes tomaron rehenes a 11 policías, pero los liberaron a la Cruz Roja Mexicana mas tarde. Medios locales reportaron que el adolescente fue muerto por proyectiles de los manifestantes, pero el acta de defunción manifestó lo contrario: herida de bala al pecho.

Atenco es famoso en todo México por haber resistido en 2002 la expulsión de sus tierras para hacer espacio para un nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Los ejidatarios, casi todos pequeños productores, formaron el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y blandiendo sus machetes, se transformaron en un símbolo de protesta popular en México.

Organizadores del FPDT han acudido a varias reuniones de la Otra Campaña Zapatista, y fueron anfitriones de Marcos a su llegada a Atenco. Durante su visita, Marcos prometió alinear al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional con la lucha de Atenco. El frente de Atenco, con machete en mano, estaba a cargo de la seguridad de Marcos durante la marcha del Primero de Mayo al Zócalo de la Ciudad de México donde el líder del frente, Ignacio del Valle, hablo ante decenas de miles reunidos en la plaza.

Dos días después polícias antimotines arrasaron en la casa donde él estaba escondido desde el ataque en Texcoco. En ese momento el camarógrafo de Televisa estaba afuera de la casa grabando las operaciones poiiciacas cuando cinco oficiales se acercaron a el y lo golpearon repetidamente con sus toletes. Como resultado ahora no hay cobertura fílmica de la redada.

Varios fotógrafos de medios impresos, sin embargo, fotografiaron la llegada de Del Valle a la prisión horas mas tarde. Lo llevaba un policía enmascarado, torciéndolo en una llave. Ese mismo policía, en las fotografías, está apuntando a los fotógrafos para que se vayan del lugar. Otro oficial enmascarado caminaba un poco detrás, agarrando a Del Valle por la espalda. Los dos enmascarados conducen a Del Valle a través de una fila de policías antimotines con cascos y escudos. La cabeza de Del Valles está cubierta con una toalla en las imágenes, pero si cara, hichada y ensangrentada, es parcialmente visible. Tambien visible es la mancha de sangre del tamañno de un puño en la entrepierna de sus pantalones, evidencia de golpes repetidos a los testículos.

La policía sitia al pueblo, y toma más de 200 prisioneros

Al día siguiente, martes 4 de mayo, México se despertó con las imágenes sangrientas de la violencia del día anterior. Atenco se despertó con un sitio policiaco que llevó a cientos más de heridos y detenidos.

Alrededor de las 6:30 AM, más de tres mil policias cercaron Atenco e invadieron, llenando las calles, sometiendo a todos en su camino con toletes y disparando gas lacrimógeno, para desorientar pero tambien para matar. A varios manifestantes les dispararon en la cabeza de cerca con perdigones metálicos de gas de tres pulgadas de ancho y una de diámetro.

En dos horas, la policía había ocupado Atenco.

Entonces comenzó el terror. La policía fue casa por casa, rompiendo puertas y ventanas, jalando a la gente a la calle, golpeándolos y apilándonos en camionetas. La policía tenía un individuo enmasacarado en ropa de civil que les señalaba cuáles casas satear. Muchas personas que particparon como oradores en eventos de alto perfil de la Otra Campaña fueron señalados y golpeados. Una mujer que hablo en el Zócalo de la Ciudad de México fue sacada en la calle y pateada repetidamente en la entrepierna.

La violencia policiaca del jueves fue indiscriminada. Reporteros de prensa alternativa y comercial fueron atacados. Varios miembros de la caravana que acompaña a la Otra Campaña por todo el país fueron golpeados y arrestados.

Samantha Dietmar, una jóven fotográfa Almana que ha estado cubriendo la Otra Campaña desde Enero fue agarrada en la puerta de su hotel golpeada en la casa y arrojada en una camioneta. Una vecina que presenció el ataque dijo que preguntó porqué se la estaban llevando: Que hizo?” El oficial respondió: “Hizo lo que yo diga que hizo.”

Dietmar fue llevada a una prisión de mujeres en las afueras de la Ciudad de México. Un abogado de derechos humanos que pudo entrevistalra dijo que tenía dolores severos en su ojos por el gas lacrimógeno, y que había sido golpeada en cara y cuerpo. Probablemente Dietmar será deportada.

El mismo abogado digo que cinco mujeres fueron violadas en las camionetas de la policía que las llevaron a la prisión.

Entre dos y tres cientos de personas fuerons detenidas, pero solo 109 han sido reconocidas por la policía. Una lista compilada por recuentos de testigos está circulando en el Internet, y cuenta 275 personas detenidas. Al menos 18 personas están desaparecidas.

Cientos de personas buscaron refugio en casas en todo el pueblo. En una casa, 23 personas estaban amontonadas en un cuarto de 3×3. Justo afuera del cuarto de escondite, Alexis Benhumea, un joven de 20 años, estudiante de economía estubo inconciente durante 12 horas. Justo después de las 6:30 AM fue alcanzado en la cabeza por lo que probablemente sería una bala de gas. El impacto rompío su cráneo en dos lugres, exponiendo su cerebro.

Su padre y dos amigos lo cargaron hasta la casa para esconderse. Uno de los manifestantes que se escondían ahí fabricó un vendaje improvisado para que le herida dejara de sangrar. La gruesa venda estaba empapada en sangre par el mediodía. El padre de Alexis y aquellos que se escondían temían tanto por sus vidas, y la de Alexis, que no se atrevieron a salir del escondite. Y de hecho, justo afuera de la casa, polícias estatales y federales bloquearon ambos extremos de la calle y patrullaban constantemente.

“Estaba sefuro que lo matarían y lo dejarían en cualquier lado si yo intentaba conseguir ayuda médica” dijo Angel Benhumea, el padre de Alexis. “No pensé que se fuera a salvar.”

Después de coordinarse a través del teléfono celular con amigos en la Ciudad de México, corresponsales de Indymedia Chiapas y Narco News pudieron rentar un taxi colectivo y organizar un rescate, llevando al padre de Alexis y a su padre a un hospital a 40 minutos de distancia, en la frontera oriental de la Ciudad de México. Alexis llegó vivo y sobrevivió cuatro horas de cirugía en el cerebro: la hemorragia había inundado el 30% de éste. Al tiempo en que esto se escribe, la condición de Alexis es aún crítica y la magnitud del daño cerebral desconocida.

Alexis Benhumea fue atacado dos veces: primero con la bala de gas que le perforó el cráneo, y después con el sitio policiaco que hizo imposible que su familia pudiera buscar ayuda médica.

Para la mitad de a tarde Atenco era un pueblo ocupado. Marcas de fuego y vidrio roto, miles de polícias en guardia, recargados en las puertas, acostados en las escaleras, durmiendo en la sombra de la plaza central. Y aún el clima era tenso. Cuando, a través del vidrio de un automóvil, yo tomé en fotografía de un grupo de policías, uno se voletó de repente y cargó un perdigón de gas a su rifle, pero no le dio tiempo de disparar.

Alrededor de las 5:30 de la tarde, la policía estatal y federal levanto el sitio, se amontonaron en sus camionetas y se fueron.

Los Zapatistas Marchan a Atenco

La tarde del jueves el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, junto con organizaciones laborales y estudiantiles convocaron a una marcha el viernes a las 4 de la tarde a las afueras de la Universidad de Chapingo, dirigiéndose hacia Atenco.

A las 4 de la tarde Marcos llegó a la Universidad –dejando la casa de la Ciudad de México donde había estado rodeado de policia y oficiales de la inteligencia federal desde la tarde del miércoles. Alrededor de mil personas se habían reunido para la marcha al momento de su llegada.

La marcha dejó Chapingo alrededor de las 5 de la tarde con más o menos dos mil personas. Pero la marcha siguió nutriéndose. Parándose en los puentes peatonales, era imposible ver el final de la marcha que ocupaba la carretera que conduce a Atenco. Cálculos de reporteros locales hablan de entre 4 y 10 mil personas para el momento en que la marcha llegó a Atenco.

Conforme la marcha cruzaba el pueblo de Texcoco, donde la violencia comenzó el miércoles, la gente cerró las puertas de metal que se usan para proteger los negocios en la noche, haciendo audible y visible el miedo en Texcoco. En los cuatro meses de la Otra Campaña, nada como esto había pasado antes. Sin embargo la policía no estaba esperando a los marchistas. Algunos motociclistas de la policía estatal iban delante de la marcha, y varias camionetas llenas de policía federal llevaban la retaguardia.

La marcha llegó a Atenco sin confrontaciones con la policía. En la plaza central, varios líderes de la comunidad y padres cuyos hijos habían sido golpeados y detenidos hablaron a la multitud que llenaba la plaza central.

“Mi hijo iba para el trabajo cuando lo agarraron,” dijo una mujer, “eso es justicia?”

El Subcomandante Marcos citicó la manipulación que los medios hicieron de la violencia en Atenco, acusando al gobierno de ordenar a los directores de periódicos, televisión y radio que retuvieran las imagaenes de la brutalidad policiaca pero que publicaran y transmitieran una y otra vez las mismas imágenes de los manifestantes golpeando a la policia.

Marcos mostró 5 cartuchos de rifle ya vacíos que la gente local encontró en el piso tras el sitio. “Aquí está la prueba de quien mató al niño” dijo Marcos.

Ofreció darle uno de los cartuchos a los reporteros de Televisa y TV Azteca, las corporaciones de medios más grandes de México, pero los reporteros se negaron a identifcarse. Marcos dijo que accedería a entrevistarse con cualquier reportero que acceda a trasmitir su entrevista entera “sin cortes ni ediciones”, así marcando un cambio el la política de medios de los Zapatistas durante la otra campaña, que había rehusado cualquier petición de entrevistas.

Marcos insistió en el apoyo de los Zapatistas para Atenco y sus presos políticos.

“No están solos” dijo, “Nosotros continuaremos realizando movilizaciones en todo el país hasta que todos los presos políticos estén libres.”

También acusó al gobierno de planear la represión; porqué estaba la policía lista para atacar aquí si el problema era en Texcoco? Preguntó. “Porque quieren su aeropuerto otra vez, y vienen por las tierras de ustedes.”

Marcos dijo que el y los participantes en la Otra Campaña se quedarían en la Ciudad de México indefinidamente y convocó a una reunión nacional pública en Atenco en los próximos días.

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