“Vamos a luchar hasta el fin” aseguran a Marcos estudiantes, colonos y pescadores de Michoacán

Con el rechazo a una gasolinera, los capitalinos de Morelia enfrentan la ofensiva del capitalismo

Por Bertha Rodríguez Santos
El Otro Periodismo con la Otra Campaña en Michoacán

8 de abril 2006

Morelia, Michoacán, México.- El entusiasmo rebelde de alrededor de mil 500 universitarios, jóvenes anarquistas y de otras tendencias políticas, representantes indígenas, colonos y otros adherentes de La Otra Campaña zapatista inundaron las calles de esta capital y se apoderaron de la calzada Juárez para manifestar, en presencia del subcomandante Marcos, el rechazo a la instalación de una gasolinera en una zona de escuelas y bosques.

Fotos: D.R. 2006 Yael Gerson Ugalde

Después de transmitir durante dos horas, un programa de Radio Insurgente (“La voz de los sin voz,” según su conductor el subcomandante Marcos) a través de la radio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y luego de hablar ante más de mil estudiantes de dicha casa de estudios, el también conocido como Delegado Zero, marchó por las calles de Morelia para encontrarse con vecinos de la Colonia Felícitas del Río, quienes se oponen a la construcción de la gasolinera.

La marcha transcurrió en medio de gritos de apoyo a La Otra Campaña y coros de rechazo a la gasolinera. Al llegar a un costado del sitio en el que se pretende instalar la estación de gasolina, los manifestantes encontraron instalada en plena carretera, una mesa en la que se llevó a cabo el mitin.

Los colonos, quienes forman parte del “Movimiento No a la Gasolinera” explicaron que la intención de establecer una gasolinera en un área poblada de la ciudad pone en peligro la vida de miles de personas que viven en la zona. Les preocupa sobretodo, que existan tres escuelas “a menos de cien metros” y que de ser construida la gasolinera, destruiría muchos árboles.

Esta denuncia también fue escuchada por el representante Zapatista durante la reunión sostenida por la tarde con adherentes en la Preparatoria 1 del Colegio de San Nicolás de Hidalgo.

Guillermo Mora Hernández, uno de los colonos que se oponen a la instalación de la gasolinera explicó más tarde que el empresario Manuel Nocetti Tiznado, quien está al frente de este proyecto, opera 11 gasolineras en la ciudad a través del Grupo Gasomich y cuenta con el permiso para operar otras 6 estaciones más.

Afirmó que este empresario es prestanombres de varios políticos con los que sostiene alianzas económicas como el priísta (del Partido Revolucionario Institucional – PRI) Carlos Galvez Herrera y así como otros funcionarios de la pasado gobierno del estado.

Durante el mitin con Marcos, los vecinos comentaron que el empresario (Nocetti Tiznado) cuenta con el apoyo del presidente municipal Salvador López Orduña (del Partido Acción Nacional- PAN) , así como del gobernador Lázaro Cárdenas Baltel, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Mora Hernández, quien además es parte de una comisión de representantes de la colonia, sostiene que existen intereses económicos muy fuertes entre las autoridades de esos dos niveles de gobierno y los verdaderos dueños de las gasolineras ya que éstas suministran diariamente combustible a todos los vehículos que ocupa tanto el ayuntamiento como el gobierno estatal. La cuestión, aclara, es que el negocio que existe de por medio es que en lugar de proporcionar un cien por ciento de la gasolina, en realidad solo provee de un 60 por ciento. El resto del dinero (que sale de los contribuyentes) se queda en manos de los funcionarios públicos y los dueños de las gasolineras.

La indignación de los vecinos es mayor por el hecho de que presuntamente el Grupo Gasomich está financiando la candidatura del aspirante presidencial panista Felipe Calderón Hinojosa.

Los inconformes aseguran que además de poner una bomba de tiempo en una colonia densamente poblada, los representantes del gobierno autorizaron el permiso de instalación de manera ilegal pues están pasando por alto estudios de impacto ambiental y de vialidad.

Uno de los opositores consideró que el plantón que mantienen en el sitio no solo representa una lucha “en contra de una gasolinera sino que es un grupo de vecinos que están enfrentando la ofensiva del capitalismo” por lo que propuso que los integrantes de la coordinación regional de La Otra Campaña se unan al plantón para impedir el establecimiento de dicho proyecto.

Además del rechazo a la gasolinera, los manifestantes se pronunciaron por un “no” a la privatización del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), los servicios públicos como el agua, el alumbrado público, “la venta de Petróleos Mexicanos (PEMEX)” a través de las concesiones para operar gasolineras, así como el rechazo a la construcción de tiendas Wal-Mart.

En medio de un intenso calor –la espera se prolongó por una desorganización entre los coordinadores además del hecho de que el evento fue realizado a la mitad de la avenida¬–, el subcomandante Marcos se subió a una de las mesas colocadas en medio de la carretera para dirigirse a la audiencia.

Para empezar, Marcos saludó a los colonos y a los representantes de los medios de comunicación que como abejas sobre la miel, se arremolinaban frente al Zapatista en busca de una buena toma. También tocó el saludo a los “orejas” de los gobiernos municipal y estatal.

“Queremos preguntarles a los medios de comunicación, o a los orejas de Acción Nacional y al gobierno del estado, del PRD: ¿Cuánto vale la vida de un niño?”.

Fustigó a los medios de comunicación comerciales que a su juicio, son cómplices de la agresión en contra de los ciudadanos. Cuando aparezca, dijo, la primera muerte de un niño, de una niña “¿Qué van a decir en su periódico, en su televisión? ¿Qué va a decir el gobernador? ¿Con qué cara le van a presentar a la gente que son creíbles?”.

Por eso, expresó el respeto que los zapatistas tienen por la lucha de los colonos pues están enfrentando el poder de los medios de comunicación comerciales así como la represión por parte de los gobiernos municipal y estatal. “Su causa es por la vida… también es de lo que se trata La Otra Campaña”, les dijo.

Después de las 5:00 de la tarde, en otro encuentro realizado en el Colegio Nicolaita, el Delegado Zero, escuchó a estudiantes, obreros, artistas, colonos, indígenas y campesinos.

Uno de los participantes que se identificó como obrero, manifestó su repudio en contra de los productos chatarra que fabrican las grandes empresas transnacionales como Coca-Cola y que son consumidos por los mexicanos. Consideró que “México está enfermo, la mayoría de los habitantes estamos enfermos por lo que comemos”.

Destacó la importancia de lograr la autosuficiencia alimentaria y combatir a los intermediarios comprando directamente a los productores. Además, dijo que es necesario “recuperar nuestro trabajo. No tenemos por qué regalárselo a las transnacionales, a los patrones”.

Por su parte, Efrén Olivares Valdez, de la comunidad indígena de La Barra, en el municipio Ario de Rosales habló de la represión que ha sufrido su comunidad al defender sus tierras, así como de las enseñanzas de esa lucha.

En 1989, narró el campesino, fueron encarcelados siete de sus compañeros, entre ellos un hombre de 89 años. Algunos fueron liberados bajo fianza y otros fueron absueltos en 2005 ya que no había pruebas que los inculparan; se les acusaba de los delitos de “despojo, privación ilegal de la libertad, amenazas e injurias”.

Dijo que el motivo de la represión obedece a que los ricos se han dedicado al despojo de sus tierras ya que la región es propia para el cultivo de aguacate, lo que por varios años ha sido una industria lucrativa que ha requerido grandes cantidades de agua.

Cuando los señores del dinero llegaban a la comunidad, agregó Olivares Valdez, veían las tierras con signos de pesos y ante la negativa de venderlas eran atacados con armas, por lo que muchas veces los campesinos tenían que esconderse en los cerros. “Eso también lo sufrieron los niños”, lamentó.

De esas experiencias, los indígenas de la Meseta Purépecha comprendieron que “solamente unidos se puede lograr lo que tanto necesitamos y conseguir que se nos respete lo que realmente tenemos como pueblos indios”.

“Hemos aprendido a distinguir”, dijo al referirse a las falsas promesas de los políticos, quienes en épocas electorales buscan el voto de ciudadanos pero que sin embargo, ahora saben que “por muy bonito que hablen no dejan de ser basura”.

Además, los indígenas han aprendido a “estar unidos, a no vernos con malos ojos unos con otros. Hemos aprendido a querer más nuestra tierra y nuestros bosques.”

Mencionó la preocupación de su comunidad por proteger el bosque. Menciona que en un lapso de tres años, sembraron tres mil árboles; por eso les duele que algunas personas entren a robarse la madera. Actualmente la comunidad cuenta con 350 hectáreas de bosque el cual cuidan “día y noche”.

Entre las comunidades existe un gran esfuerzo de los campesinos por preservar sus recursos naturales. En Zirahuén el campesino Alvino Saucedo, de 66 años, comenta que los trabajos de reforestación se hacen de manera colectiva y en ellos participan hombres, mujeres y niños. Muchas veces tienen que cargar en la espalda los pinos que plantarán en el cerro. Comenta que en la ocasión anterior 120 personas lograron reforestar una superficie de 90 hectáreas de tierra.

Los estudiantes denunciaron que “las universidades se han convertido en centros de adiestramiento humano en donde solo nos enseñan a obedecer al patrón”. Se pronunciaron por una educación laica, gratuita, universal; que se eliminen los exámenes y las cuotas de admisión.

Los adherentes se quejaron: “padecemos inseguridad, desempleo y falta de educación”

El purépecha Antonio Domínguez habló en su lengua nativa, como representante de los pescadores del Lago Janitzio. Dijo que muchos de ellos han sido encarcelados con sentencias de 20 años de prisión por oponerse a la veda (prohibición temporal de la pesca).

Relata que su comunidad se organizó para detener a funcionarios del gobierno que buscaban impedir que continuaran pescando en el lago; 600 personas detuvieron a los representantes del gobierno de manera pacífica y hasta amable pues les prepararon de comer y les permitieron utilizar sus radios de comunicación. Sin embargo, varios de ellos fueron encarcelados.

A pesar de que existen más ordenes de aprehensión en contra de los dirigentes, los pescadores afirman: “vamos a luchar hasta el fin” por la liberación de sus compañeros pues consideran que los delitos que se les imputan fueron fabricados.

Antes de la intervención del subcomandante Marcos, integrantes de los medios de comunicación alternativa anunciaron el nacimiento de la revista “Palabras de La Otra Campaña”, que publica en sus páginas crónicas, reportajes, ensayos y poemas de lo que se escucha y se ve durante el recorrido de La Otra Campaña.

En su turno, Marcos dijo que el capitalismo es un sistema que no solo nos explota sino que “nos desprecia incluso en el lugar más íntimo: en la recámara, si es que alguien tiene recámara, en la casa, en la calle…”

Agregó que “cada quien en su lugar está sufriendo una agresión más enconada”.

Comentó que el gran imperio del dinero necesita una IV Guerra Mundial que implica la destrucción de la humanidad como lo que es.

Se refirió al avance del capitalismo a nivel mundial, a la etapa de la globalización neoliberal que comenzó a destruir a los estados nacionales.

“Existe una codicia desbocada que utiliza medios violentos para despojarnos de lo que tenemos”, dijo.

La clase política de cada país, añadió, en nuestro país ha dejado de ser política y es desplazada por gerentes.

Marcos consideró que nivel mundial el sistema capitalista ha roto las fronteras nacionales para dominar donde quiera y en cualquier momento. Así “nos damos cuenta que el gobierno norteamericano aplica las leyes en el territorio mexicano. Hemos pasado a ser de forma brutal una estrella más en la turbia bandera de las barras y las estrellas”.

Los enemigos de ese sistema, explicó, son las mujeres a las que se les persigue con saña, al igual que los jóvenes que visten diferente, a los ancianos, las mujeres, los niños, etc.

Recomendó que la gente de abajo no se divida sino que hay que unir las rebeldías dispersas y “tender puentes de la palabra” .

Aseguró que la lucha del capitalismo es imponer a todos la muerte “y la lucha que estamos levantando es por la humanidad”.

“Si ellos ganan, desapareceremos. Si sobrevivimos lo haremos con libertad, democracia y justicia”.

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