Una escuela autónoma, “al estilo zapatista”, nace en Michoacán

La Secundaria Efrén Capiz, ejemplo de la lucha comunal

Por Amber Howard
El Otro Periodismo con la Otra Campaña en Michoacán

7 de abril 2006

El pueblo de Zirahuén, Michoacán, ubicado en el centro de México, no tiene secundaria. Como resultado, los niños locales se enfrentaban con el gran reto de pasar los exámenes necesarios para ingresar a la preparatoria. Para poder continuar su educación solo existían dos posibilidades: salir del pueblo o dejar la escuela. Por esto, la gente pidió al gobierno que construyeran una escuela. Durante mas de 18 años, le pidieron al Secretario de Educación que les ayudara a construir una scundaria, solo para recibir una ‘telesecundaria’ (en donde los niños reciben las clases vía televisión). Finalmente, los integrantes de la comunidad resolvieron el problema por si mismos.

Marcos con Evita Castañeda, la viuda de Efren Capiz, en Zirahuén Foto: D.R. 2006 Amber Howard

La ceración de una escuela autónoma, por parte de los habitantes del pueblo de Zirahuén, es uno de los primeros proyectos que la municipalidad formó después de haber declarado su autonomía en el 2003. Esta comunidad se formó siguiendo el modelo de auto-gobierno iniciado en el estado de Chiapas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Los pasados martes y miércoles el Subcomandante Marcos visitó la comunidad de Zirahuén y aclamó esta escuela autónoma como una ejemplo de la “rebelión nacional.” Misma que su gira de seis meses por la República Mexicana busca construir. Esta es la historia del nacimiento de una escuela autónoma…

En agosto del 2003, sin fondos ni permiso del gobierno. el pueblo de Zirahuén emprendió la construcción de su escuela. Originalmente, llevaba el nombre de Emiliano Zapata, haciendo alusión al famoso revolucionario mexicano. La escuela fue recientemente renombrada Efrén Capiz luego de que este legendario activista político, abogado, poeta y fundador del Congreso Nacional Indígena, falleciera hace un año en el estado de Michoacán. Marisela Álvarez Tinoco, una de los fundadores y maestra de la escuela, explicó “Al principio no estaba valido, pero todavía invitamos a dos maestros. Les dijimos que no les podíamos pagar, pero ellos estaban dispuestos de ayudar a la comunidad,”. Durante el primer año de la escuela, los maestros no recibieron ni un salario “Queremos devolver a la comunidad lo que realmente merece,” comentó Alvarado Tinoco.

La gente del pueblo recuenta el reto que esto ha implicado. Sin ayuda del gobierno, todo ha venido de los habitantes de Zirahuén y en ocasiones, con la ayuda de algunas organizaciones de maestros. Un ejemplo de las dificultades que han encontrado es el edificio de la escuela en sí: un edificio de gobierno viejo que, literalmente, se está cayendo. “No nos ha resuelto la construcción, no mas se ocupa el lugar.” lamentaba Marta Trinidad Ramírez, una maestra de la Primaria que dedica parte su tiempo a la Secundaria durante las tardes. A la escuela aún le falta un techo en el gimnasio, y un espacio para los talleres.

A los maestros rara vez se les paga a tiempo, de tal manera que los cheques les llegan después de seis meses de trabajo en vez de cada quince días. Aún así los maestros usan sus sueldos para ofrecer, a los estudiantes, desayuno y comida. ¨Si el niño no está bien alimentado, su cerebro no capta. Si no pueden en la casa, les damos nosotros” comentó la maestra Tinoco.

Las clases son de las 8am a las 5pm. Durante las mañanas, las el enfoque es hacia el currículo académico: matemáticas, ciencia, Inglés y psicología. Después de la comida, los estudiantes ingresan a los diversos talleres que ofrece la escuela como una forma de aprender y desarrollar una habilidad técnica. La escuela Efrén Capiz ofrece talleres de joyería, carpintería, herrería, repujado, y arte.

“Se pretende de empezar de vender sus trabajos” detalló Antonio Rojas Medina, el director de la escuela. “Es la diferencia entre nuestra escuela y las oficiales. Nosotros tomamos mas allá”. Este Julio, se graduará la primera generación de esta escuela, compuesta por 18 estudiantes. Una de ellos, Magali Hernández, exclamó “Me siento triste! Estamos del primer grupo, y ahora ya no vamos a venir.”

Su compañero, Mauricio Orozco Jiménez, expresó un punto de vista diferente “¡Estoy emocionado! Si no hubiera escuela, no pudríamos haber seguido estudiando.”

Ambos estudiantes planean continuar sus estudios en una preparatoria a unos kilómetros de Zirahuén, y sienten que el haber egresado de esta escuela les brindará mas oportunidades. “Podemos seguir estudiando” dice Magali, “o poner un negocio”.

En el centro del currículo escolar, se encuentra la idea de mantener la cultura Purhépecha de la región. “Hemos incorporado la información humanista. Que se forman habilidades para la danza, lingüística, psicología, pintura y música. Creemos en un rescate de la cultura.¨ explicó el director de la escuela, Rojas Medina.

El portador del nombre de esta escuela, Efrén Capiz, no lo habría deseado de ninguna otra manera. Esta comunidad quiere comunicar y heredarles a los estudiantes la visión de Capiz, “quien encabezaba las luchas en defensas de las tierras comunales,” describió Juventino Ventura, un estudiante de Derecho, de Zirahuén. “Según la visión de Efrén Capiz, tenemos que darle de conocer a los jóvenes que tienen que respetar nuestros derechos, como mexicanos y como indígenas”. De esta forma cada año, la comunidad hace una evaluación de la escuela en donde se le da la oportunidad de expresar y comunicar qué es lo que le gusta y que es lo que quiere cambiar de la misma.. “Nosotros trabajamos sin el permiso del gobierno. Solo lo de la comunidad es lo que se requiere,” nos relata Álvarez Tinoco.

Esta escuela es un gran ejemplo de lo que puede suceder cuando las comunidades se unen para crear aquello que el gobierno no provee. “Hace quince días, [como parte de una evaluación de las escuelas locales], hicieron un examen a todos los 65 estudiantes. Ganaron segundo lugar contando todos los alumnos. Solo nos ganó un colegio particular,” expresó Álvarez Tinoco con orgullo. Las metas de esta escuela son profundas y hablan acerca un México mejor. “Queremos formar Mexicanos conscientes. Que entiendan su cultura, sus raíces, que salven su tierra.”

“Tenemos que luchar”, es el mensaje de los zapatistas y que ha convertido el sueño de esta escuela en realidad. “Tenemos derechos, tenemos que hacerlo,” continúa Alvarez Tinoco. “No vamos a quedarnos con las migajas que nos da el gobierno. Merecemos el pan completo.”

El Subcomandante Marcos (ahora Delegado Zero), quien visitó este pueblo los pasados 2 y 3 de abril, aclamó esta escuela autónoma como un modelo a seguir. “Se levantó esta escuela desde abajo, con las manos de la comunidad, con la fuerza, con el dinero local. Esto es lo que deberíamos hacer con este país”.

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