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Los zapatistas rechazan la lucha contra el narcotráfico

En los municipios rebeldes se prohíbe el consumo de alcohol y las sustancias ilícitas


Por Alex Contreras Baspineiro
Jefe Sudamericano de Narco News

8 de mayo 2004

LA REALIDAD (CHIAPAS). La “lucha contra el narcotráfico” y la “guerra de baja intensidad” -impuestas por la administración de Estados Unidos y acatadas por el gobierno de México- no sólo son rechazadas sino combatidas en todos los municipios autónomos controlados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el Estado de Chiapas.

El 13 de enero de 1999, en la comunidad indígena de Aldama, municipio de Chenalhó, hombres, mujeres, niños y ancianos, bases de apoyo del EZLN, fueron atacados por tropas del ejército mexicano.

El gobierno mexicano, incapaz de frenar el avance de los municipios autónomos zapatistas, recurrió al fácil expediente de tratar de involucrarlos en la “lucha contra el narcotráfico”.

En un comunicado fechado en ese enero de ese año, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena y el EZLN señalan que el gobierno chiapaneco “sigue los pasos de las dictaduras del Cono Sur y presenta su iniciativa de ley para amnistiar militares y paramilitares criminales, y para darle argumento legal a la nueva ofensiva que realiza en contra de las comunidades zapatistas. El ejército federal esconde su brutalidad detrás del frágil pretexto del combate al narcotráfico (cuando ellos son los principales promotores de la siembra e importantes beneficiarios de su tráfico).”

En esa población, se encontraron plantíos de marihuana que pertenecían a indígenas no zapatistas, se pudo comprobar que tenían la colaboración de soldados y policías.

En el comunicado mencionado y, que fue firmado por el subcomandante insurgente Marcos se agregaba:

A pesar de que el mando del operativo militar, general Jorge Isaac Jiménez García, rechazó que los sembradíos de marihuana pertenezcan a simpatizantes del EZLN, el gobierno federal ha instrumentado una campaña de calumnias en los medios de comunicación; pretendió presentar a los zapatistas como coludidos con el narcotráfico. Mienten de nuevo.

El EZLN llama a la opinión pública nacional e internacional a no dejarse engañar. Los zapatistas no somos ni tenemos trato alguno con narcotraficantes. El gobierno sí.

Los intentos de vincular al movimiento rebelde con el narcotráfico no concluyeron, es una política constante de la “guerra de baja intensidad”. Recordemos que el pasado 24 de marzo el senador Rutilio Cruz Escandón del PRD señaló por los medios de comunicación que el gobierno debe manejar con cuidado la información sobre el EZLN y los cultivos de droga en sus zonas de influencia (Chiapas), debido a que puede generarse un conflicto mayor con el grupo armado.

“Creo que es falso el que se diga que el EZLN está cultivando enervantes, creo que es una campaña de publicidad del Gobierno Federal para denostar y descalificar e involucrar al EZLN, me parece que no es correcto. Es una actitud y una acción muy peligrosa del Gobierno federal, el usar este tipo de armas publicitarias. El Gobierno del Presidente Fox le pone lumbre al fuego y puede provocar un gran incendio que perjudique a la nación políticamente”, afirmó ese día al diario Reforma.

Un día antes, se publicó la noticia que “en promedio, cada dos días, efectivos del ejército mexicano ingresan a territorio zapatista para destruir plantíos de marihuana y amapola que en el último año se han incrementado considerablemente”.

Según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, se destruyeron 18 hectáreas de cultivos de amapola y 20 de marihuana en terrenos comunales de los poblados de Aldama (en la cabecera y en la comunidad de Magdalenas), Santiago El Pinar y Chanal, localizados en la zona Norte y de Los Altos.

La noticias agrega que desde 1996 encontraron en Chiapas cultivos de marihuana, principalmente en la región Norte, Selva y Fronteriza -en Chenalhó, Caté, Aldama, Ocosingo, Las Margaritas-, pero a partir de 1998 comenzaron a brotar pequeños cultivos de amapola.

A pesar de las acusaciones, nunca se pudo vincular directamente a un zapatista con estas actividades ilícitas.

Ni alcohol ni drogas


El letrero con las prohibiciones colocado al ingreso de La Realidad.
Foto: Alex Contreras Baspineiro, D.R. 2004
Al ingreso de esta población zapatista -ubicada en el corazón de la Selva Lacandona- está ubicado un gran letrero con un mensaje que dice: “La Realidad, población zapatista, prohibido introducir bebidas alcohólicas, drogas, y otros artículos ilícitos”.

¿Un pueblo dónde está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas? Pues sí. Así de sencillo. Los municipios autónomos en rebeldía también son un ejemplo mundial hasta en ese aspecto.

“Antes en algunas familias indígenas se presentaban problemas como consecuencia del consumo de alcohol y, eso no está bueno, además nosotros vivimos en permanente guerra y el alcohol a veces te hace hablar demás y eso tampoco está bueno”, afirmó Brian, ministro de justicia de la Junta de Buen Gobierno de esta población.

Prohibir el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias ilícitas no fue una imposición en los territorios zapatistas sino una decisión colectiva. Las asambleas de hombres y mujeres, de jóvenes y ancianos definen las Leyes Revolucionarias Zapatistas no se imponen ni obedecen a la legislación del Gobierno Federal.

En las comunidades insurgentes se vive un permanente estado de guerra; por eso, preservan la seguridad, el orden, la disciplina; en suma, su sobrevivencia.

Hace casi una semana -cuando ingresábamos hasta esta población en los camioncitos de los municipios autónomos- dos tanquetas de asalto del ejército nos acompañaron gran parte del recorrido mientras que dos camiones repletos de soldados fuertemente armados viajaban en sentido contrario ¿ Provocación, control o intimidación ?.


En La Realidad, casi todas las casas y sedes sociales llevan imágenes de los zapatistas.
Foto: Alex Contreras Baspineiro, D.R. 2004
Los vehículos militares no llegaron a La Realidad, pero se encuentran a algunos kilómetros de distancia, donde tienen sus campamentos.

Los rostros de los zapatistas cuando no utilizan los tradicionales pasamontañas o payacates son serios, hablan muy poco, lo suficiente. Son también un ejército pero de liberación no de imposición, como se denominan.

“Además el consumo de alcohol no es bueno para la salud y sólo se derrocha el dinero”, agregó Nayely, la secretaria de salud de la Junta de Buen Gobierno del caracol La Realidad denominado “Hacia la Esperanza”.

En la entrevista con los miembros de la Junta de Buen Gobierno de este municipio autónomo conocimos que como todo proceso fue difícil de consolidar esta prohibición. Hubo casos –principalmente de jóvenes- que no la cumplieron: consumieron bebidas alcohólicas y fueron descubiertos por algún vecino o delatados por sus propios familiares. El control es estricto.

Mandar obedeciendo

A los que no acatan las leyes del EZLN, la comunidad los sanciona, los castiga, generalmente con trabajos forzados durante un tiempo prudente. Depende de la falta.

¿ Cómo son las sanciones ?, preguntamos. Pues, cortar leña hasta llenar un camión en forma diaria y durante dos semanas, abrir sendas a plan de machete o construir letrinas. Todo depende de la necesidad y la decisión comunitaria. En la justicia zapatista no existe la cárcel ni los castigos corporales sino sanciones morales que son consensuadas con la comunidad.

Cada municipio autónomo tiene sus propias autoridades que imponen justicia. Las disposiciones del Estado de México no tienen ninguna validez. Los secretarios de justicia, sin grandes procesos convocan a la persona o personas involucradas en algún caso, escuchan las declaraciones de las partes, consultan con la Junta de Buen Gobierno y emiten un juicio.

Se conoce que ninguna persona sancionada volvió a rescindir y otras abandonaron para siempre la comunidad.

Maximiliano dice que hace más de un año ya no se presentó ningún caso de personas bebiendo alcohol ni menos de tráfico de drogas en La Realidad. “Eso es bueno porque significa que ya todos hemos tomado conciencia”, dice.

En ninguna de las pequeñas tiendas que existen en esta población hay bebidas alcohólicas y en los vehículos que circulan la región el control es minucioso.

El caracol La Realidad está compuesto por los municipios: Tierra y Libertad, General Emiliano Zapata, San Pedro de Michoacán y Libertad de los Pueblos Mayas.

En las poblaciones mencionadas y todas las que pertenecen a los municipios autónomos de los cinco caracoles, rigen las prohibiciones.

Cuando los militares transitaban por estas poblaciones se conocieron de algunos casos referidos al tráfico de drogas e incluso de plantíos principalmente de marihuana.

Una vida disciplinada

Los zapatistas que viven en una zona geográfica considerada “patrimonio ecológico mexicano” se consideran también, “fieles guardianes de la humanidad”.

El territorio controlado autónomamente por el EZLN es inigualable por las riquezas forestales, petróleo, gas, agua y biodiversidad; existen una gran cantidad de zonas vírgenes que los indígenas tojolabales las conservan

La población zapatista es ejemplarmente trabajadora, sana y disciplinada. Los niños ayudan en las labores familiares y luego se les puede ver en el río lavando ropa y disfrutando del agua, la mayoría de los jóvenes luego de los trabajos agrícolas se dirigen a la cancha de fútbol, luego al río y a descansar,

Las mujeres trabajan desde las cuatro de la mañana en las labores de sus humildes casas, mientras que la mayoría de los hombres desde esa hora se dirigen a la milpa (campo de maíz), a cortar leña o al monte.

Recordamos que Isaías del caracol de Oventik nos dijo hace una semana que en estas comunidades no se conocen casos de robos, asaltos o violaciones.

En todas las comunidades zapatistas también está prohibida la tala indiscriminada de especies forestales, así como la matanza de animales en proceso de extinción e incluso que se eche basura en cualquier lugar.

En medio de su pobreza, los indígenas tienen basureros especiales para residuos orgánicos e inorgánicos, construyeron letrinas y colocaron varios letreros haciendo conocer las prohibiciones.

No está permitido el uso de elementos químicos en las labores agrícolas. Toda su producción de maíz, frijol, café y cacao es orgánica, natural.

La Realidad, con una población no mayor a las 800 personas es ordenada, tranquila y por demás apacible, aquí se construye el municipio autónomo con democracia, libertad e igualdad para todos.

Los hombres y mujeres, niños y ancianos del EZLN ya se encuentran más de 10 años en guerra y 20 años en el proceso de organización y, como señalan casi todos, están mejor que antes.

El proceso de construcción de su autonomía fue duro: primero destituyeron a los caciques, luego se desvincularon de toda política con el gobierno y después empezaron a diseñar una nueva sociedad con una educación propia, una política de salud integral, con un mercado autónomo, con cooperativas de sobrevivencia, con trabajos comunitarios, con sistemas de comunicación impresionantes, con gran apoyo internacional; en suma, con solidaridad y dignidad.

Conviviendo en esta población de la Selva Lacandona, podemos ver que la lucha que mantienen diariamente los zapatistas contra el gobierno mexicano, el neoliberalismo y por la defensa de la humanidad es real, se la puede palpar, tocar, respirar, sentir …es demasiado verdadera y profunda…

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