English | Español | August 15, 2018 | Issue #33 | |||
Oventik, el territorio donde se respira libertadLos zapatistas de las alturas consolidan municipios autónomosPor Alex Contreras Baspineiro
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Los zapatistas del Comité de Recepción en Oventik Foto: Alex Contreras Baspineiro, D.R. 2004 |
Con gran convencimiento señala que la situación en Latinoamérica es similar, producto de las imposiciones que hace Estados Unidos y otros países no sólo en cuanto a la producción agrícola ni al aspecto de educación, cultura y salud sino a las políticas económicas.
En el campamento de Oventik denominado “Resistencia y rebeldía por la humanidad” todos trabajan a la par porque se consideran iguales: los hombres en construcción o carpintería y las mujeres en limpieza o artesanía; resaltan a ambos lados del campamento una serie de viviendas de madera casi todas pintadas con murales relativos a Emiliano Zapata, Ernesto “Che” Guevara o el Subomandante Marcos.
Cuando ven a un “extraño” la mayoría de los zapatistas aunque son muy reservados, le saludan cordialmente. Antes de responder a las preguntas de un periodista, ellos interrogan. No sólo les interesa describir su situación sino conocer qué está pasando en otros pueblos.
A este su servidor le recibieron los comandantes zapatistas Ezequiel, Javier y Abraham.
Nuestro jefe sudamericano en la Junta de Buen Gobierno Zapatista Foto: Agencia Narco News, D.R. 2004 |
La Junta de Buen Gobierno de Oventik, es la máxima organización de esta región, comprende siete municipios autónomos. Está compuesta por 14 representantes, todos con los mismos derechos y obligaciones, son dos voceros por municipio autónomo con una gestión de tres años. Si el pueblo que, les manda-obedeciendo, evalúa una mala gestión, puede cambiarlos.
“Cada día tenemos un chingo (mucho) trabajo pero como el pueblo nos mandó por este derecho, debemos cumplir la palabra del pueblo zaptista”, nos dice Roberto, uno de los miembros de la Junta de Buen Gobierno.
En las alturas del Estado de Chiapas están diseminados los siete municipios: San Juan de la Libertad, Magdalena de la Paz, San Pedro Poló, 16 de Febrero, Santa catalina, San Juan Apostol Cancuk y San Andrés de los Pobres, todos responden a la Junta de Buen Gobierno de Oventik.
“Una Junta de Buen Gobierno no es como el mal gobierno federal porque aquí lo primero que hacemos es cumplir con lo que prometemos en cuanto a todos los aspectos de nuestra organización”, agrega.
El lema “todo para todos, nada para nosotros” lo practican en forma diaria, caso contrario, serían similares a los políticos tradicionales que mienten, roban y explotan al pueblo, agrega Samuel, otro miembro de la Junta.
Este es uno de los lugares más altos y frígidos de la región, se encuentra ubicado entre los 2.400 a 3.500 metros sobre el nivel del mar y aproximadamente a 35 kilómetros de San Christóbal de las Casas. Desde aquí se divisa todo el territorio zapatista.
Desde el 10 de agosto de 2003, la organización de los cinco aguascalientes fue reemplazada por los caracoles: La Realidad o “Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños”, Morelia o “Torbellino de nuestras palabras”, La Garrucha o “Resistencia hacia el nuevo amanecer”, Roberto Barrios o “Caracol que habla para todos” y Oventik.
En Oventik, todos los zapatistas utilizan el tradicional pasamontañas, el payacate (pañueleta) y también botas de combate; los grupos de apoyo son civiles y no utilizan ningún distintivo.
A un principio, la mayoría son serios, rígidos, concretos, pero sinceros. Están entrenados. Ni una palabra más ni una palabra menos; pero cuando a uno lo consideran “uno más de ellos” la situación cambia, existe mayor comunicación.
Hoy, durante casi toda la jornada se realizó una fiesta tradicional para inaugurar las oficinas de los municipios que construyeron en el caracol Oventik.
Decenas de hombres y mujeres indígenas tzotziles, choles y tzetzales con su vestimenta original y sus instrumentos musicales arribaron para compartir con los zapatistas las pequeñas obras que, para ellos tienen un significado especial: integrar a los siete municipios de la región.
Mientras los invitados celebraban la inauguración –por cierto, en todas las comunidades zapatistas está absolutamente prohibido el expendio y consumo de bebidas alcohólicas- el resto de la gente seguía trabajando, sólo hacían una pausa para observar el acontecimiento.
Ezequiel apunta que hoy el caracol Oventik está diferente con mucha gente que comparte un mismo acontecimiento, porque generalmente los días en esta región son tensos para los zapatistas en rebeldía.
Cada uno de los zapatistas tiene una ocupación. No tienen mucho tiempo para contestar cada respuesta de una entrevista: Comprendemos que tras esos rostros cubiertos, los hombres y mujeres zapatistas con una simple mirada, tienen mucho más que decir, escribir y construir…