English | Español | August 15, 2018 | Issue #29 | |||||
Globalizar la Revolución BolivarianaHugo Chávez propone a nuestra AméricaPor Alex Contreras Baspineiro
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Alex Contreras junto al presidente Chávez en Miraflores |
El presidente venezolano es calificado por su gente de confianza como “ejemplar trabajador” con una “energía extraordinaria” y que siempre fue “líder, ejemplo y un hombre rígido”.
Su ingreso a Palacio de Gobierno es singular: el saludo de los guardias de seguridad es respondido con un golpecito en la espalda o en el pecho para saber cómo se encuentran; dialoga, ríe y avanza hasta su despacho recibiendo informaciones sobre la coyuntura nacional e internacional y sobre su agenda de actividades. Una de las personas más cercanas al presidente venezolano, el coronel Jorge Barrientos Fernández confesó que Chávez es como el río: “mientras más cosas le echan, más crece”.
Así como el presidente, diferentes sectores del pueblo venezolano pueden ingresar al Palacio de Miraflores. Se estima que son más de 50 personas cada día
Venezolanos rechazando el golpe fascista y celebrando el Día de la Dignidad en Caracas el 13 de abril de 2003. Foto: Alex Contreras |
En el almuerzo del 12 de abril ofrecido por Chávez en el Salón Bayacá del Palacio de Miraflores, el general Barrientos estuvo sentado a mi mano derecha y accedió a todas las preguntas informales sobre el Jefe de Estado.
“El presidente es un ejemplo. Empieza a trabajar a las siete de la mañana y se queda hasta después de las tres de la mañana. Tiene una energía extraordinaria y a nosotros nos transmite fuerza”, dijo. Aunque los militares ya no tienen privilegios —como en anteriores gobiernos— están dispuestos a dar la vida por el proceso de cambio, porque a diferencia de otras revoluciones que contaban con apoyo popular, además “están armados”.
El militar encargado de la seguridad agregó que conoció a Chávez desde que era cadete. “Siempre fue líder, ejemplar y rígido. Nunca fue conformista y nos daba charlas largas sobre la revolución”. Barrientos agrega que el proceso revolucionario venezolano está apoyado por los mejores oficiales de las tres fuerzas armadas, los traidores de la oposición no cuentan.
Aunque los medios de comunicación comerciales, controlados por los empresarios y las transnacionales, bajo la presión del gobierno de Estados Unidos, atacan las 24 horas al gobierno bolivariano, ya se vislumbran cambios importantes en beneficio del pueblo.
Durante los dos últimos años 150 mil viviendas fueron construidas para el pueblo, 15 mil viviendas entregadas a los damnificados en la catástrofe del Estado de Vargas, tres mil escuelas bolivarianas inauguradas, donde los niños reciben una atención de calidad y alimentación adecuada, hay más de dos millones de venezolanos beneficiados con los acueductos con agua potable, más de tres mil personas curadas y tratadas gratuitamente en Cuba, millones de campesinos beneficiados con la Ley de Tierras. Además los presupuestos para la universidad fueron triplicados, se incrementaron los salarios a los maestros y se decidió no privatizar las industrias eléctricas, petroleras y del agua. Al enumerar esos logros, el militar demuestra orgullo.
Miles y miles de hombres y mujeres venezolanos en la avenida Bolívar, el pasado 13 de abril. Foto: Alex Contreras |
En el almuerzo Chávez vestía un traje oscuro, camisa blanca y corbata roja. También estaban el vicepresidente cubano Carlos Lage, el analista norteamericano James Petras, la argentina Madre de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini, el dirigente hondureño Rafael Alegría, el representante del Movimiento Sin Tierra brasileño Jaime Amorín y otros. Habló poco, como prometió.
El lunes 14, alrededor de la una de la mañana, el presidente venezolano recibió en audiencia en el Palacio de Miraflores a tres dirigentes indígenas, líderes en sus países. Evo Morales, el diputado y dirigente cocalero boliviano, Blanca Chancoso, la dirigente indígena ecuatoriana, y Rafael Alegría, el dirigente campesino hondureño, se reunieron con Chávez y, claro, también estuvo como privilegiado este periodista auténtico.
Rafael Alegrìa (Honduras), el presidente Hugo Chávez, Blanca Chancoso (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y el autor del artículo en los jardines del palacio. |
Una pequeña mesa para cinco personas estaba servida. “No bebo pero les invito un vino”, dijo el mandatario. “Sebemos ch’allar por la unidad bolivariana”, fue la respuesta. También hubo cigarrillos. El primer tema tratado fue sobre la seguridad del líder boliviano pero también de los otros dirigentes y activistas sociales que se oponen a la política globalizadora del imperio estadounidense.
Los demás temas que analizaron, comprenderán amigos lectores, fueron confidenciales así como motivadores. Después de más de una hora de diálogo sincero e informal, llegó el momento de la despedida con un fuerte apretón de manos y un abrazo. No faltó la fotografía de recuerdo.
“El huracán revolucionario ha despertado y nunca más se apagará”, les dijo Chávez.
“Vamos a cuidar esa antorcha mi comandante”, respondió el dirigente campesino hondureño Rafael Alegría. “Volveremos y seremos millones”, agregó la indígena ecuatoriana Blanca Chancoso. “Gracias presidente me voy cargado de misiles hasta el 2007”, afirmó el cocalero boliviano Evo Morales.
Salíamos del Palacio de Miraflores y cerca de las tres de la mañana, el presidente venezolano recibía a la delegación cubana encabezada por el vicepresidente Carlos Lage. Un guardia de seguridad de Palacio de Gobierno nos dijo que ya están acostumbrados a trabajar al ritmo del presidente Chávez: “Todo por la revolución”.
“La revolución es sinónimo de sacrificio y todos debemos sacrificarnos por un futuro mejor para nuestros hijos”, nos dijo el militar.
Mientras caminábamos por los pasillos y los jardines del Palacio de Miraflores, donde los golpistas fascistas encabezados por el empresario Pedro Carmona (El Breve) masacraron al pueblo venezolano hace un año, recordaba la frase del presidente Hugo Chávez: “Ante el atropello de los poderosos, la única alternativa es unirnos… Por eso les convoco a todos a la globalización de la revolución, globalizando las luchas por la libertad y la igualdad de los hombres…”.