English | Español | August 15, 2018 | Issue #29 | ||
Miles de voces unidasEn apoyo a la Revolución BolivarianaPor Alex Contreras Baspineiro
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El Presidente |
El acto inaugural en el Teatro Teresa Carreño, en la mañana de hoy, estuvo repleto no sólo de gente sino de convicción, más aún cuando ingresó al palco oficial el Presidente Chávez, que silenció a la orquesta filarmónica para ser saludado por todos: “¡Uh, ah!, Chávez no se va…!”, salieron desde los cuatro puntos cardinales y, sobre todo, desde lo más profundo de los corazones.
El encuentro mundial tiene el objetivo de conmemorar el primer aniversario de la insurrección cívico militar que derrocó al gobierno dictatorial impuesto por el Golpe de Estado, hace un año, el 11 de abril de 2002. En aquella oportunidad, los medios de comunicación comerciales, además de la oligarquía fascista de Venezuela, informaron al mundo sobre el éxito del golpe reaccionario y la derrota del Presidente de la República Bolivariana. Nada más falso.
En una conferencia sobre la vigencia del pensamiento del libertador Simón Bolívar, el director de la Escuela de Historia de la Universidad Católica de Venezuela, Samuel Moncada, recordó esos días:
“El 11 de abril fue calificado como el día de la tragedia, cuando un grupo de militares, más los empresarios y las transnacionales, junto a algunos sindicalistas, impusieron la violencia para masacrar a los venezolanos. El 12 fue definido como el día de la vergüenza patronal, cuando los golpistas impusieron un clima de terror y violación a los derechos humanos, sociales y políticos. El retrato de Bolívar fue ocultado y cambiaron el nombre de la República Bolivariana.
“Pero el día 13 fue de el de la dignidad del pueblo venezolano. Cuando primero decenas, luego miles y después millones de hombres y mujeres enfrentaron al golpe fascista para apoyar el retorno de Chávez al poder. Sin armas, más que la fuerza del pueblo y con la Constitución Política del Estado en la mano, los venezolanos derrotaron a los militares fascistas”.
El director de Le Monde Diplómatique, el francés Ignacio Ramonet, manifestó en las palabras de apertura del evento que la presencia de miles de personas de varios lugares del mundo es en solidaridad con el valeroso pueblo venezolano pero también con Presidente Chávez.
“Es un honor empezar este encuentro de solidaridad con la Revolución Bolivariana, que en mi opinión es también en encuentro con la democracia venezolana y propiamamnete un encuentro de solidaridad con el presidente democráticamente elegido y que gobierna democráticamente”, afirmó.
Ramonet cuestionó con dureza la masacre de un grupo de poder, de Estados Unidos, en Irak y alertó que puede ocurrir lo mismo con otros países del mundo en una “guerra ideológica y política”. Ante la nueva “democracia militar”, que es el brazo armado de la globalización, dijo que la única respuesta es la movilización mundial contra el poder de la fuerza.
En este encuentro se realizan actividades de solidaridad, rescate de la memoria colectiva, una serie de conferencias y mesas de reflexión, actos simbólicos, contactos con las experiencias de organización populares y eventos artísticos y culturales. Junto a Ramonet, empezaron a llegar personalidades del mundo como el analista antiglobalización norteamericano James Petras, el líder cocalero boliviano Evo Morales, la ejemplar madre argentina Hebe de Bonafini, la mexicana Ana Esther Ceceña, el belga Francois Houtart, la colombiana María Valencia, el brasileño Jaime Amorím, el chileno José Cademártori y muchos, muchos otros.
También nos unimos cientos de periodistas que no respondemos a los medios comerciales, sino a la comunicación alternativa, popular, comunitaria y auténtica para reflejar al mundo la verdad y para hacer frente a los medios que dependen de las transnacionales, los empresarios y los politiqueros. Aunque en esta coyuntura el pueblo venezolano atraviesa por una difícil situación económica y social, producto del boicot empresarial, goza de libertad, solidaridad, respeto, amistad y más que nada cree en la construcción de una nueva sociedad.