English | Español | August 15, 2018 | Issue #29 | ||
Balas contra los niños del ChapareLos militares disparan contra los hijos de los cocalerosPor Alex Contreras Baspineiro
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Cocaleros realizan vigilia en |
Miguel y sus amigos fueron testigos de la violencia que ejercía un militar contra una mujer de pollera y, por eso, reaccionaron, le cuestionaron y en respuesta fueron dispersados con disparos de armas de fuego.
El muchacho sintió un dolor en el estómago, la sangre caliente correr por su cuerpo y se desvaneció en el lugar. Recibió el impacto de una bala. Sus compañeros le arrastraron y le cargaron hasta una avenida para luego internarlo en un centro médico.
En la balacera también resultó herida Sandra Laura Coca, de 12 años de edad, con un impacto de bala en la clavícula izquierda, y Víctor Alá Pérez, de 15 años, que tiene herida la pierna derecha.
Ambos menores no tenían ninguna participación en la movilización, sólo observaban. También dos personas mayores, Paulo López Mejía (32) y Teodoro Peñarrieta Soliz (53) tienen impactos de balines.
La madre de la niña herida dijo que los atropellos a los derechos humanos en las poblaciones del Trópico de Cochabamba son permanentes pero que ya van cansando a la gente. “El gobierno dice que está luchando contra el narcotráfico pero eso es mentira. Esta erradicación es sólo un pretexto para abusar de nuestros derechos y ocupar nuestras tierras, pero los cocaleros no nos vamos a rendir. Estamos decididos a morir luchando antes que morir de rodillas”, afirmó.
A pesar de la eliminación forzosa de cultivos de coca, datos oficiales del Departamento de Estado de Estados Unidos aseguran que en Bolivia existen 24.400 hectáreas de coca. No especifican la cantidad de coca existente en Los Yungas de La Paz ni en el Chapare de Cochabamba.
Los productores de coca aseguran que la lucha contra el narcotráfico “es una guerra falsa” porque no se ataca directamente a los narcotraficantes sino sólo a los campesinos que viven en esas regiones. Se estima que en las poblaciones del Trópico de Cochabamba viven más de 120 mil personas, cerca de 35 mil están afiliadas a las organizaciones cocaleras.
Desde hace más de un mes, en Cochabamba permanecen cerca de mil productores de coca junto a sus familiares, quienes en forma diaria realizan vigilias y pijcheos (masticación de hojas de coca) en la plaza principal, 14 de Septiembre. El responsable de las vigilias cocaleras, el dirigente Feliciano Mamani, señaló que en forma pacífica están exigiendo al gobierno que se inicie el diálogo al más alto nivel para preservar la paz en el país.
“Si este gobierno no escucha nuestras demandas, a los productores de coca y a otros sectores sociales no nos quedará otra alternativa que recurrir a las movilizaciones, pero no sólo para frenar la erradicación de nuestros cultivos sino para que se vaya, por incapaz, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada”, señaló Mamani.
Ante la propuesta cocalera, al gobierno no le quedó otra alternativa que aceptar la reiniciación del diálogo.
El ministro de Gobierno, Yerko Kukok, dijo que el gobierno está decidido a hacer cumplir con lo que dice la Ley 1008 del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas. En el Chapare toda la producción de coca es considerada “ilegal”; por tanto, debe proseguir la eliminación forzosa de los cultivos.
Consultado sobre los enfrentamientos en la población de San Isidro, el ministro Kukok respondió que los uniformados sienten el acoso permanente de los pobladores que nos les permiten erradicar sus cocales. Tras visitar algunas regiones del Trópico de Cochabamba, comentó que en esas poblaciones no todo es coca sino lo que más existen son los productos del desarrollo alternativo.
Los productores de coca plantean al gobierno el reconocimiento legal de un cato de coca por familia (extensión de 40 por 40 metros). El diputado y líder cocalero Evo Morales Ayma sentenció que si las autoridades de gobierno no escuchan las demandas de su sector, y de otros que tienen conflictos, se pueden producir serios problemas sociales.
“La erradicación de cocales lo único que ocasiona es muerte y violencia. Si el gobierno quiere violencia nosotros vamos a responder con mayor contundencia hasta paralizar la erradicación”, dijo Evo.
Al criticar la represión policíaca y militar contra los niños del Chapare, el diputado cocalero señaló que el gobierno boliviano obedece ciegamente los mandatos de la administración norteamericana y no la voluntad de las mayorías nacionales.