English | Español | August 15, 2018 | Issue #29 | ||
Crack, cigarrillos y la llegada de Gary“Los periodistas son revolucionarios y no permitan que nadie les diga lo contrario”Por George Sanchez3 de marzo 2003 El premiado periodista de investigación Gary Webb, autor de La oscura alianza, se une al equipo de Narco News. El becario parcial de la Escuela de Narco News de Periodismo Auténtico, y alumno de Webb, George Sanchez presenta al prestigiado periodista. Probablemente escucharon los rumores –acerca de que la CIA andaba pasando crack hecho de cocaína en el Sur Centro de Los Angeles. La primera vez que lo escucharon, probablemente lo dejaron pasar como una ridícula teoría de la conspiración lanzada por un hippie orate fabricando LSD en un sótano. Pero, les guste o no, ya es parte del vocabulario popular en Estados Unidos. Y hay que dar gracias a un hombre: Gary Webb. Al Giordano lo presenta como el Chico Inolvidable del Periodismo Auténtico. En la “oficina” de Narco News es afectuosamente conocido como “Amo Dos”. Las periodistas auténticas brasileñas lo apodaron el Hombre Marlboro del Periodismo Auténtico. Luis Gómez dice que es el periodista de investigación vivo más importante. Como sea, cuando se presentó conmigo, era solamente Gary.
Su serie de reportajes de investigación en tres partes, de 1996, para el San Jose Mercury News fue, para ponerlo suavemente, explosiva. Durante un año, Webb siguió un rastro que eventualmente lo llevó hasta las raíces de la epidemia de crack que había dañado a la comunidad afroamericana en Estados Unidos. Buscando entre el estiércol y el fango, Webb se mantuvo en ello. Con cada giro más escandaloso que el anterior, Webb trajo a la luz finalmente la verdad que permaneció en secreto por más de una década y que podría feacientemente haber acabado con la presidencia de Ronald Reagan. Cuando Webb y el San Jose Mercury sacaron a la luz La oscura alianza, hubo unos cuantos giros inesperados. “La oscura alianza”, dijo la revista HotWired, “es hacer historia digital y de los medios. El Mercury News está demostrando por primera vez cómo la prensa tradicional y de Internet puede fundirse con buen efecto –y hay todavía más chance de romper los instintos provincianos de los medios y devolver algún poder a los periodistas fuera de Washington y Nueva York…”. Los elogios de varias organizaciones de medios se amontonaron, así como los de la diputada Maxine Waters, mientras las comunidades afroamericanas de Oakland y Los Angeles presentaron demandas contra el gobierno y el Senado conformó un comité para investigar el asunto. Pero no olviden el contragolpe. The Washington Post, The New York Times y The Los Angeles Times se fueron todos a la ofensiva, cubriéndose los traseros al desacreditar los reportajes de Webb y tragándose el anzuelo de la CIA que decía que no hubo conexión entre la Contra, el crack y ellos, ningún conocimiento de tal relación. Entonces el editor ejecutivo del San Jose Mercury News, Jerry Ceppos, se apartó de Webb en una carta abierta a los lectores, casi un año después de comenzada la historia. “Creo que nos quedamos cortos en cada paso de nuestro proceso de escritura, edición y producción de nuestro trabajo”, escribió Ceppos, “Simplificamos demasiado el complejo tema de cómo creció la epidemia de crack en Estados Unidos”. Hacia el final del tumultuoso año que siguió al destape de su investigación, Webb renunció al periodismo. O eso dice. Luego de un año, Webb comenzó a trabajar como consultor de la Fuerza de Tareas de la Legislatura del Estado de California contra el Descuido Gubernamental, haciendo básicamente lo que hacía antes: rebuscando entre la burocracia y reportando sobre los errores del gobierno. Todo mientras se llevaba un ramillete de premios por su investigación periodística que culminó en la serie de La oscura alianza. Pero la noche que conocí a Gary Webb nada de esto era el tema. El cielo se difuminada desde el perfecto azul del océano a la oscuridad de la noche mexicana. El brillo blanco de los edificios de concreto bajo la joven luz de la luna flotaba como un espectro. Las calles estaban casi vacías y las voces de los cafés y los bares cercanos eran murmullos. Los sonidos más fuertes era los chirridos de los zapatos tenis en una cancha de básquetbol en medio de un pequeño pueblo costero en la Península de Yucatán. Webb estaba sentado en lo más alto de las gradas de concreto, tomando sorbos de su Negra Modelo con una colilla de cigarro en los labios y mirando el juego. Apenas y notó que le acercaba. Aunque no éramos las únicas almas observando el juego, parecíamos ser los únicos de nuestro grupo de Periodistas Auténticos intrigados por la novedad de un juego de básquetbol en este lugar. Bajo el alto contraste de velo nocturno y los brillantes destellos de la luz de la cancha, reímos sobre su última experiencia como reportero, jodiendo al alcalde de San Francisco Willie Brown, y la dependencia estadounidense a the Daily Show de Jon Stuart para enterarse de las noticias. Cuando terminó el juego y se vació la cancha, nuestro primer encuentro concluyó con nuestra partida por rumbos separados. Durante los siguientes nueve días, hablamos de cuando en cuando. A lo largo de sus presentaciones para la escuela, Webb compartió con los Auténticos 27 una historia de su carrera en la que tuvo que entrevistar a una novia y a su madre luego de que su prometido fuera asesinado a puñaladas la noche de su despedida de soltero. Bajo la presión de su editor, Webb dijo que cumplir con el plazo de entrega fue “muy duro”, una de muchos. Webb relató cómo lloraba mientras escribía la nota. Pero la terminó y nunca olvidó la experiencia. Como mi consejero durante la Escuela de Narco News de Periodismo Auténtico, fui a él con preguntas e ideas para las notas que me asignaron. Pero recibió preguntas de otros estudiantes también; aunque fueran sobre cómo acceder a documentos oficiales de la era Reagan o tips de periodismo de investigación, Webb estaba a nuestra disposición, ya para fumar cigarrillos en la terraza de nuestro hotel o para reírse juntos en la última noche de nuestro encuentro. Es raro encontrarse a un reportero como Gary Webb, mucho menos con un editor. Cuando llegó el tiempo de que nuestra Escuela de Periodismo Auténtico se dispersara a todos los rincones del hemisferio occidental, Gary Webb dio un paso adelante con un consejito más. Consternado por la pesimista charla dada por Jules Siegel, y su conclusión de que los periodistas no son revolucionarios, Webb dejó a los estudiantes su perspectiva final sobre este oficio que es el periodismo. “Los periodistas son revolucionarios y no permitan que nadie les diga lo contrario”, dijo Webb al grupo. “Tienen que pelear por cambiar el mundo”, continuó. Gary Webb es tan auténtico como llegó. Es un reportero abierto a todo. ¿Y por qué no? Cualquier cosa puede llevarte a algo y ese algo puede ser grande –y si no, entonces ese algo es al menos otra nota. Que un reportero guarde la memoria de una historia pequeña, de las que hay muchas, acerca de la trágica muerte de un desconocido, es signo de algo. Es la prueba de un corazón en una industria muy fría. Es la marca de un reportero que lleva con él un poco de cada historia y deja a cada fuente algo de sí mismo. Es la primera imagen de un reportero que trabajó duro en una historia que tenía el potencial de destruir su carrera, mientras exponía la corrupción moral del gobierno de los Estados Unidos, y nunca se echó para atrás. Una generación de periodistas estadounidenses antes que la mía maduró a la sombra de Carl Bernstein y Bob Woodward –probando que el periodismo puede cambiar el mundo. Dando los pasos iniciales que finalmente sacarían al ex presidente estadounidense Richard Nixon de la Casa Blanca, le recordaron a todos que los periodistas no eran meros observadores sino también actores dinámicos en la conformación de la sociedad. Mi generación no tiene el mismo ejemplo obvio que la generación previa sí. Pero tenemos nuestros “sinembargos”. Y Gary Webb es uno de ellos. Anoche mi mejor amigo me preguntó si creí lo que salió en La alianza oscura. Tan a conciencia ha sido escrita y tan detallista como es Gary, ¿cómo podría no creerlo? Y esos rumores que pueden haber escuchado, bueno, miren más de cerca y podrán encontrar que hay más que enredadas locuras izquierdistas sobre conspiraciones. No lo llamen un regreso, amigos, ha estado aquí por años. Ladies and Gentlemen, quiero presentar a ustedes al señor Gary Webb. Full Disclosure: The author wishes to acknowledge the material assistance, encouragement, and guidance, of The Narco News Bulletin, The Narco News School of Authentic Journalism, publisher Al Giordano and the rest of the faculty, and of the Tides Foundation. Narco News is a co-sponsor and funder of the international drug legalization summit, “OUT FROM THE SHADOWS: Ending Prohibition in the 21st Century,” in Mérida, Yucatán, and is wholly responsible for the School of Authentic Journalism whose philosophy and methodology were employed in the creation of this report. The writing, the opinions expressed, and the conclusions reached, if any, are solely those of the author. 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