Carta Abierta de Congresistas a Bush
Agrega tu nombre a la carta
Por U.S. Reps Kucinich, Conyers, Serrano, Frank...
U.S. Congress and Civil Society
13 de diciembre 2002
El Honorable George W. Bush
Presidente
La Casa Blanca
1600 Pennsylvania Avenue, NW
Washington, D.C. 20500
Estimado Presidente George W. Bush,
Dado el alto nivel de tensión política en Venezuela, y reconociendo que una parte del liderazgo de la oposición está determinada a derrocar al Presidente Hugo Chávez sea como sea, nosotros, las organizaciones y personas firmantes, le instamos a usted a declarar inequívocamente que el gobierno de Estados Unidos se opone a cualquier atentado golpista o inconstitucional en contra del gobierno democráticamente electo de Venezuela. Además, la Casa Blanca debe afirmar que los Estados Unidos no tendrían relaciones diplomáticas normales con un gobierno instaurado por medios golpistas.
Creemos que el silencio de la Casa Blanca desde el golpe de estado del 11 de abril, al cual la Administración pareció saludar, es generalmente visto como un apoyo a futuros esfuerzos golpistas. Estamos preocupados por el hecho de que esta percepción disminuya el incentivo que tenga la oposición y el gobierno de Chávez para buscar el diálogo o una salida pacifica a la crisis actual.
También nos preocupa que, mientras los altos funcionarios en la Casa Blanca han guardado silencio, Otto Reich, el Enviado Especial para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, recientemente denunció al gobierno venezolano, diciendo que “la existencia de elecciones no son suficientes para decir que un país sea democrático.” Esto constituye una extraña omisión del protocolo diplomático, y en virtud de lo ocurrido con el golpe de abril, ha aumentado el nivel de sospecha que tienen los funcionarios venezolanos sobre las motivaciones de Washington.
El papel del gobierno estadounidense en el golpe del 11 de abril queda poco claro. Sabemos que algunos funcionarios estadounidenses se reunieron con los líderes golpistas en los meses anteriores al golpe. Grupos involucrados con el golpe también recibieron financiamiento del gobierno estadounidense. Al mismo tiempo, la administración Bush expresó abiertamente su hostilidad con el gobierno del Presidente Chávez. Según la Oficina del Inspector General del Departamento de Estado, una de la razones para esta fricción fue “la participación [del Presidente Chávez] en los asuntos de la compañía petrolera venezolana y el impacto que ésto pueda tener sobre los precios de petróleo.”
Aún más, la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Estado, después de investigar al papel de los funcionarios estadounidenses antes y después del golpe de abril, concluyó que las advertencias estadounidenses en contra del golpe “quizás no eran suficientemente críticas. Entre los varios relatos de estas advertencias, pocos iban más allá de una formulación de oposición común y ritualista a ‘cambio anti-democrático o inconstitucional’. Cualquiera advertencia de no-reconocimiento a un gobierno instalado por medidas golpistas, sanciones económicas, y otras acciones punitivas concretas eran raras y contadísimas. Retrospectivamente, esto también ha sido reconocido y lamentado por algunos altos funcionarios estadounidenses.”
El reporte de la OIG notaba también que “El hecho de reunirse frecuentemente con aquellos interesados en derrocar al gobierno de Chávez podría ser visto como un respaldo de los Estados Unidos a sus esfuerzos, no obstante nuestras denuncias ritualistas de medidas anti-democráticas y inconstitucionales.”
Dadas estas circunstancias, el silencio actual de la Casa Blanca sobre su oposición a un golpe de estado u otro derrocamiento inconstitucional del gobierno democráticamente electo de Venezuela es visto en toda Venezuela y en otras partes como un apoyo a estas acciones ilegales. Los líderes de la oposición determinados a derrocar al gobierno tendrían pocos incentivos para buscar mediante el dialogo una salida pacifica, si creen que el gobierno estadounidense les apoyaría pasa que pase. El gobierno de los Estados Unidos debe mostrar su apoyo actual y activo a los gobiernos democráticamente electos. Solo una declaración fuerte de condena de la Casa Blanca explicando que EE.UU. se opone a las acciones violentas e inconstitucionales, que no tolerará a un gobierno golpista y que impondrá sanciones a cualquier gobierno instalado por medidas golpistas, enviará el mensaje correcto y democrático a los actores políticos venezolanos y a los otros gobiernos en América Latina.
En consecuencia, exhortamos a la Casa Blanca a clarificar su posición, antes de que Venezuela se vea al borde de una guerra civil.
Atentamente,
1. Rep. Dennis J. Kucinich
2. Rep. John Conyers, Jr.
3. Rep. Jose E. Serrano
4. Rep. Barney Frank
5. Rep. Major R. Owens
6.Alberto M. Giordano, periodista, América
7. Pon tu firma, también… haz click aquí
Read this article in English
For more Narco News, click here.