El Último Round

Parte IV en una serie

Por Luis A. Gómez - reporting from Ecuador

24 de noviembre 2002

“Pido un profundo diálogo nacional con todos los sectores. No tomaré medidas unilaterales, tenemos que sentarnos a conversar los indios, empresarios, trabajadores, transportistas, estudiantes, agricultores, jubilados, hombres y mujeres, negros, cholos, banqueros honestos”

- Lucio Gutiérrez, en su discurso de cierre de campaña

Hoy se decide todo en Ecuador. Lo que importa ahora, queridos lectores, no es si Lucio Gutiérrez gana o no. Es un hecho casi irreversible que será el nuevo Presidente de Ecuador. Pero en la mente de muchos ecuatorianos pueden sembrados la duda sobre por quién votar (mucho han hecho el gobierno y la derecha para promover el voto nulo) y en algunos casos hasta el miedo, porque en algunos rincones de este país, como dice la diputada indígena Nina Pacari, “las votaciones todavía se resuelven a tiros”.

Al igual que los votos nulos pueden afectar la confluencia de las fuerzas políticas para el próximo gobierno, el número de diputados aliados electos será un factor determinante en la gobernabilidad. “No es lo mismo ganar con 65 por ciento que con 50 o menos. Y bueno, ya el Pachakutik es la primera fuerza en el Congreso Nacional, pero deberá ampliarse más el conjunto de los diputados elegidos por la alianza que apoya a Lucio Gutiérrez”, afirma Fernando Buendía, miembro del Comité Nacional del Movimiento Pachakutik.

Mientras esto ocurre, Narco News les va a presentar un breve perfil del enemigo a vencer en este día: el empresario Álvaro Noboa. También les daremos un panorama de lo que han sido las últimas jornadas en esta batalla por la democracia en América…

Más de 900 millones de dólares

A los 52 años, con una calva creciente y una voz aguda, el empresario Álvaro Noboa ha empeñado los últimos días en demostrar que él tiene que ser presidente… o al menos en espantar a los electores. Esta labor, que ha pasado por la guerra sucia y la donación de dinero en efectivo a las víctimas de una explosión en la ciudad de Riobamba, no ha tenido frutos palpables hasta este momento… pero dice mucho del hombre que enfrenta a Lucio Gutiérrez.

Educado en Europa y Estados Unidos, Noboa es el heredero del mayor emporio bananero en Ecuador, uno de los cinco rubros económicos más importantes. Posee más de un centenar de empresas aquí, en Europa, en Estados Unidos, en Nueva Zelanda y en otros países. El total de su fortuna está estimado en poco más de 900 millones de dólares… en un país cuyo ingreso mensual no rebasa los 150 dólares, Álvaro Noboa es dueño parcial o total de minas, medios y otras empresas ecuatorianas.

Y pese a todo el dinero gastado en su campaña y al enorme grupo de asesores y publicistas que ha contratado, la mayoría de la gente común, en las calles, prefiere no votar por el por una simple razón: tienen la impresión de que es bastante imbécil. En el hotel donde este corresponsal se aloja, uno de los mozos de servicio comenta siempre que lo ve en la televisión que “es un tarado, no creo que pudiera gobernar este país”.

La última semana de campaña, Noboa hizo publicidad en los medios con dos diferentes perfiles: en uno se dedicó a pedir el voto acompañado de su familia y en el otro atacó a Gutiérrez. De hecho, en un comercial de televisión llegó a comparar un posible gobierno del coronel con el de Hugo Chávez en Venezuela, haciendo hincapié en la posible violencia que se produciría (usando muchas imágenes del fallido golpe del 12 abril pasado en Caracas)... el resultado fue sobre todo un incidente diplomático; el embajador de Venezuela, Carlos Santiago, ha protestado formalmente el pasado jueves por esa propaganda.

Además de esto, el día de ayer el Tribunal Superior Electoral determinó que, en abierta violación a la ley, las propagandas de Noboa excedieron con mucho el presupuesto que podían ejercer (y por tanto fueron transmitidas más días de los que debían)... el señor Noboa se gastó casi millón y medio de dólares extra en tratar de asustar al electorado. En esa misma línea, Noboa exigió en días recientes tener un debate público con Lucio Gutiérrez, frente a los medios, pero lo hizo por la vía del chantaje: arreglando todo con una cadena de cobertura nacional en la que es uno de los principales socios… por supuesto que Lucio se negó a estas condiciones.

Frente a Lucio y su pueblo

En un libro titulado Los laberintos del coronel, que aparecerá en los próximos días, el periodista auténtico Kintto Lucas dice: “El triunfo de Lucio Gutiérrez en la primera vuelta es un nuevo triunfo del 21 de enero, como dice Alejandro Moreano… que su victoria sea un paso mas en el duro ascenso hacia los sueños y no un salto al vacío no depende solo de él, sino de todos los sectores que buscan un cambio para el país”.

Y Lucas tiene mucha razón. De hecho, en las discusiones de los 16 grupos de trabajo, que discuten diariamente la depuración de los diversos temas del Plan de Gobierno, se reciben lo mismo propuestas individuales que de grupos políticos, etnias, sindicatos o gobiernos municipales… sin embargo hay dos temas que vale la pena considerar:

Hace tres semanas, luego de que los resultados de la primera vuelta fueron oficiales, Álvaro Noboa declaró a los medios: “Respeto mucho al coronel Lucio Gutiérrez, pero representamos formas diferentes de pensar. Yo soy liberal y él un radical. En la segunda vuelta tendrán que elegir entre la libre empresa y el comunismo”. Si esto fuera cierto, queridos lectores, los analistas de Wall Street no estarían tranquilos. De acuerdo a informaciones de The Wall Street Journal, cuando Lucio venció en la primera vuelta “el precio de los bonos globales de Ecuador para 2030, una medida del riesgo país, se desplomó un 13%”. Sin embargo, luego de esa ya mencionada gira de Gutiérrez y su grupo de trabajo a Washington y Nueva York, ese precio se elevó en 26 por ciento. Y aunque Lucio ha dicho que el pago de intereses por servicio de la deuda externa es impagable para Ecuador –“No es que no queramos pagar, es que no podemos”-, su promesa al FMI de trabajar para completar los acuerdos tiene a los mercados y a los organismos financieros internacionales muy tranquilos… por ahora.

Por otra parte, algunos han comenzado a analizar el papel que juega el gobierno de Estados Unidos en esta contienda. El lunes pasado, el columnista Miguel Rivadeneira expuso algunos puntos delicados en la agenda bilateral entre Ecuador y el gobierno de Bush: la delicada situación de la base de Manta, la extrema pobreza que asuela el continente y, al hablar sobre la posible victoria de Lucio Gutiérrez, pidió a Estados Unidos una efectiva cooperación en el combate contra la corrupción: “por qué EE UU no contribuye y envía al Ecuador a todos los banqueros, políticos y ex autoridades corruptas que están sindicados por la justicia ecuatoriana y viven tranquilamente en su territorio. Por qué no contribuye con la devolución de los millones de dólares que se llevaron…”.

Ayer, en un “diálogo” sobre las elecciones en Ecuador llevado a cabo en Nueva York, el ex embajador de Estados Unidos en este país, Peter Romero, mencionó dos asuntos clave para, según el, que haya estabilidad en el nuevo gobierno: “mantener y respetar los acuerdos de la base de Manta y más compromiso con el Plan Colombia”. Como recordarán, en nuestro reportaje anterior informamos ya que el ejército estadounidense utiliza en extremo la base y que, por estas razones, el único beneficio que recibirá Ecuador será entrar como aliado involuntario de Bush a la guerra civil en Colombia. Esta afirmación, hecha por un ex-funcionario del gobierno estadounidense, huele mas bien a amenaza…

Así está el panorama, queridos lectores. Hoy se pelea el último round en la lucha por comenzar de nuevo la historia, partir literalmente de cero en este país para construir la democracia. Y aunque la victoria está casi asegurada, Lucio y sus aliados van a tener muchas y muy difíciles peleas en adelante… sigan pendientes, porque este último round aún no ha terminado…

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