Washington se entromente en la extensión de visas a México

Fox, Bush y la discriminación política en Cancún

Por Luis Gómez
Jefe de la Oficina Andina de Narco News

19 de septiembre 2003

“Es una vergüenza la sumisión del gobierno de Vicente Fox de México a las políticas impuestas por Estados Unidos”, dice el diputado y líder cocalero boliviano Evo Morales. Y es que, en el “país de los acuerdos” (como afirmó el presidente mexicano durante la celebración de la Independencia) las políticas migratorias tienen un tufo a podrido, huelen a Bush. El último ejemplo, por supuesto, fue la reciente reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Cancún, a la que les fue vedada la asistencia a decenas de líderes populares de todo el mundo… y fue por ello que muchos, dentro y fuera de México, aseguraron que todo se debía a una imposición del gobierno de los Estados Unidos. ¿Tienen razón?

Es muy probable que sí...

Pero antes de resolver este curioso enigma, queridos lectores, vale la pena recordar que el hoy Presidente de México contrataba a un vaquero (una suerte de pistolero de la imagen y la publicidad) desde hace algunos años… y que Rob Allyn, que así se llama este ciudadano estadounidense, de Dallas, va y viene haciendo su labor como asesor de Vicente Fox con visa de turista, es decir sin seguir las reglas legalmente por prestar un servicio profesional dentro de México… y en clara violación del Articulo 33 de la constitución mexicana que prohibe extranjeros de meterse en la política electoral.

Eso sin descontar que durante años Allyn, como lo reportó en su momento Narco News (en ingles), trabajó para Fox y sus aliados políticos de manera encubierta, violando abiertamente la legislación electoral mexicana durante la elección de 2000 que llevó a Fox a la presidencia.

Tomen nota, queridos lectores, Rob Allyn trabaja para Vicente Fox con visa de turista… por ahora vamos a revisar una curiosa relación bilateral en política migratoria…

La frontera “inteligente”

En agosto de 1997, este corresponsal acompañó a una pareja de amigos bolivianos a tramitar visas de turista a la embajada de México en La Paz, Bolivia. Más por curiosidad que por otra cosa, pregunté al Jefe de Cancillería de ese momento, un hombre que decía haber sido miembro de la inteligencia militar llamado Marco Antonio Rodríguez, por qué motivo los requisitos para obtener una visa de turismo a México eran tan complicados (se requieren un boleto de ida y vuelta, por lo menos 2 mil dólares en el banco a comprobar con estados bancarios de tres meses y otros).

La explicación de Rodríguez, atestiguada por mi amigo boliviano, fue que “muchos bolivianos” habían aprovechado que era fácil entrar a México con visa de turista para cruzar la frontera con Estados Unidos. “Los gringos han protestado” y los requisitos para poder visitar México se endurecieron considerablemente… y no solamente para los bolivianos, también, por dar otro ejemplo, para los colombianos (nada es casual, ¿verdad queridos lectores?)... vale la pena recordar también el viacrucis de la estudiante colombiana de la Escuela de Narco News de Periodismo Auténtico, Laura Del Castillo Matamoros, cuando, invitada por la Universidad Autónoma de Yucatán en Mérida, buscó su visa de viajar.

Del Castillo, en su nota “El canto del gallo o la lucha por la visa”, hizo un recuento preciso: “Hay que demostrar solvencia económica. Además del pasaporte, la foto y el formulario de solicitud tengo que anexar mis últimos tres extractos bancarios, una constancia de que trabajo en donde se diga que gano más de $1´000.000”. Luego de preguntarse por la diferencia entre los migrantes colombianos que cruzan ilegalmente la frontera estadounidense y los que, con todo lujo, llegan a ese país para cometer “actos ilegales cubiertos de seda y buenos modales”, Del Castillo calificó de “extraña xenofobia” a esta discriminación migratoria…

Xenofobia o represión, sumisión a los gringos o política de seguridad, lo que sea, hay que buscarlo un poco más atrás en el tiempo… ¿qué tal si revisamos la visita de George Bush a Monterrey en marzo del año pasado?

El 21 de marzo de 2002, la embajada de Estados Unidos publicó una hoja informativa en la que detallaba los 22 puntos del “Plan de Acción de la Asociación Fronteriza entre Estados Unidos y México”. El documento, firmado por Bush y Vicente Fox, apuntaba a la creación de una “frontera inteligente” para disminuir el flujo migratorio ilegal, de bienes y de personas, a Estados Unidos.

El plan, en su capítulo sobre “Movimiento seguro de personas”, dice textualmente en el punto 12, “Consultas acerca de políticas sobre visas”:

Continuar con las consultas frecuentes en políticas sobre las visas y los procedimientos de clasificación. Intercambiar información de los respectivos bancos de datos consulares.

¿Perdón? ¿Cómo dijo? ¿Intercambiar informaciones consulares? Es decir que si, por dar un ejemplo, el líder de Vía Campesina Rafael Alegría, hondureño, va a la embajada de México en Tegucigalpa, llena su formulario y presenta la documentación para obtener una visa mexicana (dando entre otras cosas su dirección particular y su número de teléfono)... los señores del Departamento de Estado podrían acceder a esos datos…

Pero ahí no termina la cuestión, porque el plan de acción de Bush y Fox dice en ese mismo capítulo sobre movimientos seguros de personas (¿seguros para quién?, pregunta este corresponsal), el punto 15, “Investigación de ciudadanos de terceros países”, dice:

Aumentar los esfuerzos cooperativos de detectar, investigar y adoptar medidas apropiadas para tratar a ciudadanos potencialmente peligrosos de terceros países, tomando en cuenta las amenazas que pueden representar para la seguridad.

Sí, leyeron bien: todo ciudadano de un tercer país “potencialmente peligroso” será detectado, investigado y se adoptarán medidas para tratarlo… dicho de otra manera, si por ejemplo Blanca Chancoso, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), fuera “detectada”, sería “investigada” y, en vez de aterrizar en la ciudad de México, gracias a este plan y al acuerdo extraditorio vigente podría acabar deportada a la Base Militar de Guantánamo, el penal de moda para los prisioneros del gobierno de Bush.

Tremendo tratado, señor presidente Fox… ahora, un país con una centenaria tradición de asilo, de hermandad y de respeto por las ideas de sus asilados, puede con toda tranquilidad pedir información (que antes era de uso confidencial y exclusivo de las autoridades migratorias mexicanas) a sus visitantes para pasarla a las tropas de Colin Powell: inteligencia política sin costo alguno… ¿a eso llaman en su gobierno “frontera inteligente”?

En un reportaje publicado en el Topeka Capital-Journal, Adalberto Hernández Ponce, director de la oficina de migración de Puerto Vallarta, en el Pacífico mexicano, confirma que así es, que las autoridades mexicanas reciben cooperación estadounidense para “prevenir que criminales entren a México”... vamos, que el plan está en operación… nada más que la definición de lo que es un criminal es la de Washignton (¿Todos somos Bin Laden, Míster Bush?).

Por cierto que ningún documento migratorio o solicitud oficial de visa mexicano explica a los desprevenidos viajantes que los datos solicitados pueden caer en manos de algún funcionario gringo y que en vez de turistas o observadores de derechos humanos pueden acabar considerados como terroristas o narcotraficantes por el imperio estadounidense…

La “lista negra” del gobierno mexicano

En México, desde el siglo XIX han pasado su exilio políticos y luchadores sociales latinoamericanos y de otras partes del mundo. Pero gracias al plan migratorio de Fox y Bush, José Martí, el creador de la expresión “Nuestra América” en su genial ensayo de 1891, ya no podría continuar su lucha por la independencia de Cuba, ni Ernesto Che Guevara, Fidel Castro y otros podrían organizar el desembarco en la isla para derrocar al tirano que hizo de La Habana un casino y burdel para los mafiosos estadounidenses… sin mencionar a los exilados por las dictaduras argentinos, chilenos, brasileños, uruguayos, bolivianos, salvadoreños, palestinos, españoles y otros, que recibieron en México inclusive estatus de refugiados de la ONU…

Es más, ninguno podría siquiera llegar a pisar territorio mexicano… ahora, de acuerdo a una nota publicada por el diario Reforma el pasado 18 de agosto, serían parte de la “lista negra” de activistas y líderes políticos del mundo entero a los que, por su “peligrosidad”, les sería negada la entrada a México.

Así, “un documento de seguridad nacional” al que tuvo acceso el diario mexicano enlista a una serie de críticos de la OMC cuya presencia estaba prevista en Cancún durante el encuentro de los negociadores económicos de la organización. Dando algunas referencias sobre su actividad política y social, la conocida “lista negra” del gobierno mexicano clasifica a los líderes políticos populares en “pasivos”, “moderados” y “ultras”... y habla lo mismo de Noam Chomsky y Naomi Klein que de Ralph Nader, Rafael Alegría, Jose Bové... y también de Ignacio Ramonet, el director de Le Monde Diplomátique, y hasta de un diputado de la Asamblea Nacional de Cuba…

De hecho, varios de los mencionados en la lista, como Evo Morales y Blanca Chancoso, no asistieron a las protestas en Cancún… y denunciaron el hecho como parte de una campaña de represión por parte de Estados Unidos y México.

Chancoso, una de las cabezas más importantes de la Conaie en Ecuador, afirmó por escrito a Narco News: “La lista fue creada por el terrorista del señor Bush, quien intenta infundir miedo en los y las defensores del derecho; amordazarnos para luego tener el camino libre con sus intentos de hacernos colonia y/o apoderarse de nuestras riquezas y de esta forma negarnos el derecho de la esperanza a la VIDA”.

Por su parte, Evo, el cocalero y diputado boliviano, nos comentó: “No tenemos miedo al veto de los yanquis ni a que nos nieguen una visa a su país. Lo que es indigno para una persona es que eso le ocurra en su propio continente, con pueblos que históricamente hemos estado hermanados no sólo por el idioma, la cultura o la religión sino por procesos revolucionarios”.

¿De qué tenían miedo los gobiernos de Fox y Bush? ¿De que, armados con pañuelos, antorchas y pancartas, los manifestantes de Cancún cruzaran la frontera y tomaran por asalto, digamos, Los Angeles, Dallas, Nueva York o la casa de Bush en Texas? ¿Qué? ¿Se imaginaban a Ignacio Ramonet pretendiendo dirigir el New York Times? ¿O a los líderes de Vía Campesina quemando los campos de los subsidiados productores agrícolas estadounidenses? ¿Qué?

Al derecho y al Derbez

El 2 de septiembre pasado, el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez viajó a Estados Unidos en visita oficial. De acuerdo a otra nota del diario Reforma, Derbez fue fundamentalmente a tratar dos cosas: a buscar la firma de un tratado migratorio para favorecer a los mexicanos radicados en Estados Unidos y “afinar detalles” para el encuentro de la OMC.

¿Qué detalles? Porque justamente después de ese viaje, el gobierno mexicano comenzó, de acuerdo a una nota de Environmental News Network (en inglés) a “cobrar a los representantes de las ongs acreditadas [al encuentro de la OMC] 99 dólares por un documento similar a una visa, una suma que hará difícil la presencia de algunas organizaciones”.

Y fue ya con el encuentro de la OMC en puerta que comenzaron los hostigamientos a los manifestantes, a los periodistas alternativos y hasta a parlamentarios europeos invitados a las manifestaciones en contra del mal llamado “libre comercio”, como detalló un artículo de Reforma del pasado 6 de septiembre.

Luego de ese hecho, en conferencia de prensa, el Secretario de Gobernación Santiago Creel juraba el 8 de septiembre que respetarían “la libertad de expresión y la libertad de manifestación” y que el gobierno de Vicente Fox haría “valer la ley”... aunque, al mismo tiempo, confesó que sostenía un dinámico “intercambio de información con las agencias de inteligencia norteamericanas, canadienses y europeas”... entre otras sinrazones, demostradas por los hechos, Creel dijo también que las solicitudes de visa “han estado abiertas para prácticamente todos los que las han solicitado” y que “no hay en ese sentido restricciones”...

Por un lado, como podrán admirar, queridos lectores, tenemos hechos (negativas a extender visas a los “ultras”, cobrando excesivamente por el trámite y compartiendo información con Estados Unidos)... y por otro palabras de los principales funcionarios de Vicente Fox… y no concuerdan.

El autor de estas líneas, periodista mexicano por nacimiento y latinoamericano por derecho, espera que en un futuro no vayan a impedirle ingresar a su patria por considerarlo “criminal”, “terrorista” o “peligroso” de acuerdo al agresivo “Plan de Acción de la Asociación Fronteriza entre Estados Unidos y México” (Señor Presidente Vicente Fox, ¿no querrá de plano, en aras del “libre comercio” y su ya conocida sumisión a las políticas impuestas por Estados Unidos, ponernos a todos bajo la tutela de la Patriot Act? ¿O es que desde que era gerente de la Coca Cola en México ya pensaba en cómo unirnos más con los gringos?)...

O, como dijo Evo Morales, esto simplemente es “una vergüenza”... o peor, como dijo Blanca Chancoso, respecto de la mayoría de los ciudadanos del mundo, amenazados por sus imposiciones, será que los Estados Unidos y otros poderes económicos: “Siempre nos han perseguido, encarcelado o asesinado bajo diversas acusaciones de invento, y hoy nos acusan de terroristas o narcotraficantes. Como siempre, se creen con derecho sobre nosotros”...

Read this article in English

For more Narco News, click here.