The Narco News Bulletin

August 15, 2018 | Issue #67  
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La "Tía pacífica"

Ghada Shahbender dice que sabe que la revolución egipcia no comenzó en la plaza Tahrir en enero de 2011 porque ella estuvo ahí hace siete años recordándole al gobierno; "Te estamos viendo".

Por Isadora Bonilla
Generación 2012, Escuela de Periodismo Auténtico

3 de mayo 2012
Este artículo aparece en el Internet en http://www.narconews.com/Issue/articulo4578.html

Cuando Ghada Shahbender habla de su vida, lejos de enfocarse en su trabajo como una de las líderes del movimiento de resistencia civil en Egipto, no se aparta de aquellos a quienes ama. Se describe a sí misma como una madre, una hermana, una esposa y una tía.

"Tengo una inmensa familia a la que llamo mi familia Tahrir," (llamada así por la plaza Tahrir,, el epicentro de la revolución del 2011 que derribó a Hosni Mubarak después de 30 años de dictadura) dice haciendo hincapié en que después de casi un año de comenzar las protestas que han dejado como resultado más de 3,000 muertos, ella recibe toda su fuerza de aquella familia y de aquellos quienes se han sacrificado por la lucha.

"'Libertad, dignidad y justicia social' es el slogan de nuestra revolución, y tenemos que seguir hasta que lo consigamos" dice a Narco News en entrevista durante la Escuela de Periodismo Auténtico 2012 en México, donde participó como profesora. "Así que si te preguntas si es doloroso, sí, ¿es atemorizante?, sí, ¿continuaremos? Sí. De otro modo todas estas muertes habrían sido por nada."

Aunque los medios de comunicación convencionales tienden a indicar que el movimiento de resistencia civil en Egipto comenzó cuando las protestas no violentas comenzaron en la plaza Tahrir del Cairo en enero del 2011, Shabender conoce otra versión de la historia.

Su interés en cambiar su país comenzó hace aproximadamente siete años, cuando sus cuatro hijos tenían entre 16 y 22 años. Después de un voto sobre un artículo en la constitución hubo varias protestas de mujeres en las calles y fueron acosadas sexualmente y atacadas por la policía del Cairo que actuaba bajo las órdenes de un miembro de alto rango del entonces Partido Democrático Nacional. Shahbender nos cuenta que se sorprendió cuando la opinión de sus hijos estuvo del lado de la ley y no apoyaron a las mujeres que habían sido atacadas. Para ella, esto fue un ataque directo a sus valores.


Ghada Shahbender durante una sesión plenaria sobre la revolución egipcia y resistencia civil en la Escuela de Periodismo Auténtico 2012 en México. DR 2012 Noah Friedman-Rudovsky.
Como reacción, ella ayudó a fundar y lanzar Shayeen.com (Shayfeen significa "te estamos viendo"), una campaña de monitoreo que comenzó en el año 2005 para procurar una mayor transparencia gubernamental monitoreando las elecciones y fomentando la alerta y la vigilancia pública sobre la corrupción del gobierno. "Lanzamos el movimiento con una conferencia de prensa donde anunciamos que estábamos fundando un movimiento para monitorear las elecciones en Egipto e hicimos circular invitaciones para ellos a través de internet mediante una suscripción a nuestra página web," comenta.

Utilizando correos y bloggers para ayudar a difundir su mensaje, Shayfincom atrajo 515 miembros activos antes de las elecciones presidenciales. El grupo envió "kits" con adhesivos y tazas con el logo de Shayfincom para casas de café locales. Entonces el gobierno prohibió a todas las organizaciones no gubernamentales monitorear las elecciones y como respuesta el joven movimiento Shayfincom abrió centros de atención telefónica para documentar las quejas de las elecciones. Dos meses después la campaña tenía 3,000 miembros.

Durante los últimos logros del movimiento Shayfincom, Shahbender enfrentó algunos retos personales. Su esposo no estaba aún convencido ni de acuerdo del todo con sus actividades, Shahbender cuenta que la administración de la universidad en el Cairo donde enseñaba inglés como lengua extrajera la acusó de corromper las mentes de sus estudiantes. "Así que renuncié, y decidí seguir corrompiendo las mentes de muchos más estudiantes" -nos cuenta con una gran sonrisa en el rostro. A pesar de todo eso, nos dice, nunca se sintió derrotada y siguió intensificando su trabajo con Shayfeen.com y el creciente movimiento de resistencia civil en Egipto.

Hasta hoy, aunque el movimiento Shayfincon ya no existe, Shahbender trabaja con la Organización Egipcia de Derechos humanos como vocera y monitorea las elecciones parlamentarias. También aboga por aquellos que han sido heridos en la resistencia y por aquellos que han perdido a sus seres queridos.

"Me dedico a muchos proyectos", dice. "Trabajo en diferentes proyectos y me siento muy afortunada por estar en esa posición, trabajar con tantas personas diferentes en diferentes espacios, todos y cada uno de ellos relacionados con la defensa de los derechos humanos."

En junio del 2011, Shahbender recibió el Premio James Lawson del Centro Internacional de Conflictos No-Violentos. (ICNC) Jack DuVall, presidente de dicho centro, describe a Shahbender como el perfecto ejemplo del "corazón de cualquier movimiento nuevo".

"Ella no trabaja para ser un héroe, sino porque sabe su trabajo es para el futuro de su país", dice DuVall. "Su personalidad es muy abierta y receptiva a las ideas de los demás, y es muy considerada ya que combina mente y corazón para dirigir y desarrollar acciones sociales estratégicas."

De acuerdo a Shahbender, el movimiento Egipcio es incluyente, tiene la obligación de abrir un espacio para "todas las generaciones, todas las clases sociales, todos los sexos y géneros, porque si hablamos de libertad, tiene que ser libertad para todos".

Shahbender dice que esto también es cierto para los "musulmanes egipcios, cristianos y judíos", así como para aquellos que son considerados minorías en su país, tales como los nubianos o los beduinos de Sinai.

"Creo que como mujer, habré conseguido todos mis derechos cuando cada ciudadano haya conseguido los suyos, hombres y mujeres" explica.

Ésta es la estrategia incluyente de la revolución Egipcia para la acción social, "cuando el abanico de posibilidades de participación se amplía, sin importar la profesión, la clase económica o el género, todos pueden tener un papel en el movimiento". Para Shahbender "una de las mejores cosas que el mundo puede ofrecer es diversidad, y lo peor que puede ofrecer es la injusticia extrema. Todos tenemos deseo de justicia."

"Frecuentemente estamos atrapados en nuestras luchas personales, pero podemos darnos cuenta de que ésta búsqueda de justicia es común a toda la humanidad", dice Shahbender.
"Tienes una opción. Puedes vivir toda tu vida dentro de tu propio cascarón. Te protegerás a ti mismo. Si mantienes los muros arriba nada te sucederá. Ni bueno ni malo. Pero si bajas los muros, estarás abierto a lo bueno y lo malo, y entonces puedes levantarte y seguir avanzando, en lugar de estar aprisionado en tus paredes."

Antes de que Shahbender se convirtiera en una líder en el movimiento de resistencia civil, su vida transcurría siendo una esposa y una madre para sus hijos; trabajaba para procurarles la mejor educación y las mejores condiciones de vida. Cuando ayudó a comenzar Shayfincom, sus hijos no prestaron mucha atención, pero ahora, ella dice lo orgullosa que está de poder incluirlos en su familia Tahrir. Su hija, es una mujer fuerte que como muchas otras egipcias ha tenido un papel importante en el movimento. "Mujeres de diferentes contextos socioeconómicos han tenido diferentes papeles. Han probado ser muy valientes, y también han sido víctimas por el hecho de ser mujeres," dice Shahbender. Su hija hoy trabaja con ella en Mosireen, una comunidad en internet que filma, edita, y distribuye viralmente videos para documentar las protestas y los actos de brutalidad.

Shahbender y su hija visibilizan el hecho de que, como dice Shabender, "las mujeres egipcias tienen y continúan teniendo un papel muy importante en ésta revolución... La política las margina. Son marginadas en las elecciones parlamentarias. Son marginadas de la constitución, pero el hecho es que en las calles han tenido una participación crucial."

El 16 de diciembre hubo un despliegue del ejército egipcio para expulsar a los manifestantes, camarógrafos voluntarios de Mosireen filmaron el evento y capturaron imágenes de mujeres siendo tanto brutal e intencionalmente atacadas como torturadas y arrestadas.

Algunos días después, gracias a la intervención de Mosireen hubo una manifestación de mujeres con la consigna: "No aceptaremos esto".

En otro ejemplo de mujeres involucradas en el movimiento, Shahbender recuerda la primera semana de febrero de 2012, cuando una masacre tuvo lugar durante las confrontaciones entre manifestantes y la policía del Cairo en Mahmoud Street. Shahbender nos cuenta cómo se organizó una manifestación constituida por mujeres, principalmente madres.

"Llamamos al grupo "Madres egipcias" nos cuenta, "porque marchamos al parlamento y nos reunimos con algunos de sus miembros quienes entonces nos llevaron a encontrarnos con el Ministro Interior."

El trabajo de Shahbender es una labor de 24 horas que se percibe en su constante estar al tanto de lo que ocurre en su país, incluso si se encuentra lejos mantiene un contacto permanente con sus grupos de trabajo y sobre todo con las victimas a través de sus cuentas de twitter e internet. Shahbender ha prometido a las familias de la gente fallecida en la lucha encontrar justicia, porque esa es la razón por la que sus seres queridos murieron, "la revolución debe continuar." Esta convicción se vío reflejada en las protestas de las Madres Egipcias, en donde "encuentras en las protestas mujeres periodistas, presentadoras de televisión, amas de casa, doctoras, una de las jóvenes había sido brutalmente golpeada y torturada y otra era una activista del movimiento del 6 de abril," dice Shahbender. "Estas mujeres eran representativas de lo que está sucediendo en Egipto, en esa protesta teníamos una petición," afirma, "Dejen de matar a nuestros hijos ya.'"



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