The Narco News Bulletin |
August 16, 2018 | Issue #32 |
narconews.com - Reporting on the Drug War and Democracy from Latin America |
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COCHABAMBA-BOLIVIA, 9 DE ABRIL. La Asamblea Constituyente antes que las elecciones municipales de diciembre próximo es la prioridad para solucionar los problemas políticos, económicos y sociales en forma estructural y por la vía pacífica en Bolivia, según la principal determinación de la asamblea de los movimientos sociales realizada en Cochabamba.
La reunión sobre la asamblea constituyente del 2 de abril. Asistieron representantes de diferentes sectores. Foto: Alex Contreras Baspineiro D.R. 2004 |
Los representantes ciudadanos deben ser elegidos por sus organizaciones, sin intromisión política-partidaria ni menos del gobierno.
Entre el 2 y 3 de abril, representantes de diferentes organizaciones que corresponden a los movimientos sociales, del campo y la ciudad, se reunieron en esta ciudad, para delinear estrategias conjuntas hacia el futuro.
En el importante evento que puede marcar un hito en las luchas sociales de este país y de otros del continente, el dirigente fabril y portavoz de la Coordinadora del Gas y los Recursos Naturales, Oscar Olivera, remarcó que la Asamblea Constituyente debe tener como base la participación de la gente para decidir el país en el que queremos vivir.
Participaron como expositores la dirigente indígena Marisol Solano, el investigador Alejandro Almaraz, el analista político Roger Cortez y el responsable de coordinación del gobierno para la constituyente Ricardo Paz.
Cortez y Paz fueron cuestionados por su pasado y por su presente; antes eran militantes de izquierda y del movimiento popular, hoy son defensores del neoliberalismo.
El representante de las organizaciones populares de El Alto (La Paz), René Alarcón, afirmó que aunque en la actual coyuntura existen incluso rumores de un Golpe de Estado, la mayoría de los pobladores de los sectores empobrecidos ya perdieron el miedo y están decididos a conseguir sus objetivos.
Uno de los mensajes de la "Guerra del Gas" de octubre del año pasado, en que los bolivianos y bolivianas derrocaron a un tirano que llevaba el sobrenombre gringo de "Goni" -Gonzalo Sánchez de Lozada- fue también la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Según Ricardo Paz, el representante del gobierno, este instrumento debe ser instalado cuando la gente esté informada y capacitada sobre este mecanismo de deliberación pacífico y democrático; es decir, no en este año.
En Bolivia, se tiene marcada en la agenda tres consultas populares: el referéndum sobre el gas, las elecciones municipales y la constituyente.
La determinación del gobierno es realizar el referéndum sobre el gas a mediados de año, las municipales a finales y la constituyente quizás el próximo, quizás.
Sin embargo, es bueno considerar que para los partidos políticos tradicionales, las transnacionales y la propia embajada de Estados Unidos no es prioridad ni las elecciones municipales por el ascenso del Movimiento al Socialismo (MAS), tampoco la Ley de Hidrocarburos que recupere los recursos naturales para los bolivianos, ni menos la Asamblea Constituyente.
Estos sectores que virtualmente fueron aplastados por el movimiento popular en la "Guerra del Gas" trabajan en forma silenciosa para tratar de frenar avances en la constitución boliviana.
El analista Roger Cortez dijo que la constituyente se convierte en la única forma de arreglo pacífico y democrático a los problemas por los que atraviesa Bolivia; advirtió que si este proceso no prospera "la violencia más grande volverá a aparecer con características verdaderamente cataclísmicas".
Varios de los representantes de organizaciones populares afirmaron que si el gobierno no escucha las demandas de la población a través del diálogo, se lo hará mediante medidas de presión.
Es bueno recordar que el 17 de octubre de 2003, el presidente electo Carlos Mesa, prometió en su discurso viabilizar la Asamblea Constituyente. Esta instancia debe estar formada por representantes de todos los sectores sociales de este país multicultural y multilingüe y tendrá la potestad de "refundar" Bolivia derogando y formulando leyes, decretos y reformas basadas en la constitución.
Aunque aún no se ha definido quiénes y cómo se elegirán ni tampoco cuántos ni de dónde serán los "constituyentes", los movimientos sociales pretenden tener una participación activa y definitiva.
La dirigente indígena del oriente del país, Marisol Solano, dijo que la Asamblea Nacional Constituyente debe eliminar la exclusión social.
Explicó que la posición de los pueblos indígenas está referida a la participación directa, activa y unitaria de los diferentes sectores sociales sin la mediación de los partidos políticos.
"Lo que pretendemos los indígenas es una Bolivia independiente, soberana, multilingüe y pluricultural, porque aunque actualmente la Constitución Política del Estado establece estos preceptos, no se los lleva a la práctica", subrayó.
Se estima que en el oriente, chaco y amazonía de este país existen 37 nacionalidades o pueblos indígenas como los guarayos, guaraníes, chácobos, matacos, yukis, yuracarés, sirionós, trinitarios, chimanes, matacos y otros; en el altiplano y valles están ubicados mayoritariamente los aymaras y quechuas, aunque también existen los urus, muratos y otros pueblos.
Los representantes de esos pueblos indígenas reclaman participar directamente en la constituyente, así también como el resto de organizaciones de la sociedad civil.
La demanda de la Asamblea Constituyente no es nueva. Producto de la "Guerra del Agua" en el 2000, los bolivianos y bolivianas, demandaron cambios urgentes y, sobretodo, participación activa en las decisiones de este país.
En esa histórica página de la historia boliviana, no sólo se expulsó a una transnacional como Bechtel-Aguas del Tunari ni se perforó el modelo neoliberal, sino que se empezó a unificar banderas de movilizaciones populares, desde abajo.
Para evitar conflictos en el futuro pero sin grandes reformas, el gobierno apoyado en los empresarios privados, las transnacionales y la denominada clase política y presionada por la embajada norteamericana intenta consolidar un pacto social; los movimientos sociales negaron su participación.
El gobierno de Carlos Mesa que es consecuencia de la "Guerra del Gas" impulsa un pacto social sin grandes cambios; los movimientos sociales demandan salidas estructurales que además de la constituyente debe enmarcar la Ley de Hidrocarburos (recuperación de los recursos naturales hoy en manos de las transnacionales), la derogatoria de la Ley de Pensiones (referida a la jubilación de ex trabajadores) y la modificación del artículo 55 del Decreto Supremo 21060 (referida a la libre contratación).
El pacto social es sinónimo de Asamblea Constituyente para los representantes de los sectores populares.
Hace un par de semanas atrás, una reunión en la Embajada Norteamericana con dirigentes de los partidos políticos tradicionales como el MNR, MIR, UCS, NFR y ADN, obligó a los mismos a apoyar la gestión gubernamental de Mesa, cuyas medidas no benefician a las mayorías nacionales sino que sigue los pasos del ex presidente Sánchez de Lozada.
Ante esa política demagógica y el intento de exportar el gas boliviano a Chile, vía Argentina, los movimientos sociales en las últimas horas se declararon en estado de emergencia: la Coordinadora de Defensa del Gas y los Recursos Naturales convocó a una movilización a nivel nacional para el 15 de abril y la Central Obrera Boliviana (COB) a una huelga general e indefinida desde el primero de mayo con bloqueo de caminos.
El dirigente de la Coordinadora de Juntas Vecinales de Oruro, Fredy Huayta, dijo que las elecciones municipales no resolverán los problemas estructurales del país sino que profundizarán la crisis económica en que nos debatimos. "La única solución es la constituyente".
Explicó que la constituyente necesariamente debe nacer desde abajo y no desde la clase política corrupta ni tampoco desde el actual gobierno que sólo escucha los designios de la embajada norteamericana.
Los sectores sociales bolivianos reconocen que se encuentran en el proceso de concientización y difusión para que este mecanismo no sea apropiado por los sectores que circunstancialmente controlan este país con el respaldo de los medios de comunicación comerciales, sino por el verdadero pueblo.
Para este efecto, conformaron el Comité Impulsor de la Asamblea Constituyente en base a tres comisiones de propuestas, difusión y organización con el único objetivo de realizar encuentros y de socializar toda la información hacia las bases.
Estos sectores, como otros del país ubicado en el corazón del continente americano, tienen muy claro el panorama de Bolivia: este año a través de la concertación o las medidas de presión se deben resolver problemas estructurales...