The Narco News Bulletin |
August 16, 2018 | Issue #25 |
narconews.com - Reporting on the Drug War and Democracy from Latin America |
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Desde Sao Paulo, Brasil
Ayer, queridos lectores, fue un día largo y lleno de ansiedad para la democracia en nuestra América. Durante toda la jornada el pueblo de Brasil fue a las urnas... y apenas por tres puntos porcentuales Lula da Silva se ha quedado a las puertas del gobierno... no importa, porque dentro de tres semanas, nadie lo duda (ni en Brasil ni en Wall Street), el líder popular más importante de la izquierda triunfará finalmente.
Pero hablemos de lo que ocurrió, ya que si Lula no fue electo Presidente de Brasil, algunos de sus compañeros si consiguieron triunfar en la primera vuelta, cambiando la historia de su partido, que pasa a ser la principal fuerza política brasileña, como el diputado José Dirceu, quien es además el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), o el ya gobernador del estado de Acre (en la frontera con Bolivia) Jorge Viana y el senador por Sao Paulo Aloizio Mercadante... y muchos, muchos más.
Y hablemos también de los momentos negros de la democracia. Ayer, por ejemplo, se demostró que las encuestas, todas, no dijeron toda la verdad sobre las intenciones de voto. El caso más escandaloso fue el de la elección para gobernador de Sao Paulo. En su última encuesta previa, el diario Folha de Sao Paulo (tal vez el más respetado de los medios impresos en Brasil), dijo que José Genoino, el candidato del PT, estaba tercero en las preferencias con 24 por ciento, debajo del actual gobernador Gerardo Alckim del partido gobernante y del viejo político Paulo Maluf. Las otras encuestas eran similares.
Anoche, cuando ya casi estaban contados la mitad de los votos en el estado de Sao Paulo, Alckim obtuvo 40,6 por ciento, Genoino 31,4 y Maluf apenas 21,4. De esto es posible concluir que las encuestas estaban muy mal realizadas... o estaban dirigidas a perjudicar a los candidatos del PT, porque el caso de Genoino no es el único. Todo indica que la labor de los grupos de poder brasileños fue muy vasta y que, con acciones como ésta, han tratado de minar la enorme votación que recibió el partido del pueblo.
Es destacable también que con estos resultados en Sao Paulo ha quedado fuera de la lucha política, por primera vez en casi treinta años, el último representante de la dictadura militar, Paulo Maluf, un civil que trabajó para los militares en los años sesenta y setenta... un claro indicio de que el paisaje muda de colores.
Ayer también se practicaron las primeras elecciones generales "electrónicas" en la historia de Brasil. Los 115,2 millones de electores votaron por sus candidatos en pequeñas terminales, parecidas a una báscula de supermercado, que registraron solamente los datos del votante y los números de las listas que correspondían a su preferencia política. Con esto, la recolección de los votos en todo el país fue bastante veloz y, todo lo indicaba, se evitaron problemas de conteo y fraudes menores.
Hasta aquí, "todo legal", como dicen los brasileños. Los problemas comenzaron cuando la gente, especialmente la más pobre, se enfrentó a la maquinita de votar... o cuando, por ejemplo, en Rio de Janeiro utilizaron aproximadamente 500 urnas electrónicas en mal estado...
Mucha gente, confundida por la utilización de las urnas electrónicas, demoró hasta media hora en emitir su voto. Con esto, las colas para sufragar fueron en algunos sitios (sobre todo en las grandes ciudades) muy largas, muchos tuvieron que esperar más de tres horas en las calles. Varios colegios electorales cerraron sus puertas más allá de las 9 de la noche, cuando la finalización oficial de recepción de personas debió ser las 5 pm.
La cuestión era compleja para quienes no está familiarizados con las computadoras (y en Brasil eso puede significar más de 50 millones de personas). Cada votante debía introducir seis números diferentes en la urna (es decir, seis votos), para elegir presidente, al gobernador de su estado, a dos senadores, a un diputado federal y a uno estatal. En el caso de los candidatos del PT, por ejemplo, una persona en Sao Paulo debía teclear en la maquinita lo siguiente: 1331 para elegir al diputado federal Ricardo Berzoni y confirmar con otra tecla, luego 13184 para la diputada estatal Maria Lúcia Prandi y confirmar, luego 131 para el senador Mercadante (y confirmar), luego 651 por el senador Wagner Gomes (ajá, y después confirmar), luego 13 para el gobernador y confirmar, y finalmente 13 (por Lula) y confirmar su voto... ¡19 números para hacer conocer su voluntad!
Y como la mayoría de las personas que votaron por el PT y los otros partidos de izquierda son gente de pocos recursos y escasa cultura, fueron estos partidos los más afectados. Aquí, pese a las disculpas del ministro que preside el Tribunal Superior Electoral, quedó claro que la democracia no sólo puede (y debe) apoyarse en la tecnología, es indispensable facilitar, ayudar a la gente para que su voluntad se cumpla... y no fue así, al menos no se hizo lo suficiente.
Por ahora, Anthony Garotinho, candidato presidencial del Partido Socialista de Brasil (y tal vez el más perjudicado por las fallas en el sistema), va a presentar un recurso en contra de las elecciones en el estado de Rio de Janeiro. En ese estado, las votaciones fueron lentas y muy irregulares, perjudicando también al PT... y mientras, "sorprendido" por estos asuntos, el presidente del tribunal electoral Nelson Jobim ha echado la culpa de los problemas a las "dificultades de la gente para votar".
Y casi... casi llegamos con Lula hasta el palacio de gobierno. En la más alta votación obtenida por un partido de izquierda en Brasil, el PT se quedó a 3,5 por ciento de ganar en primera vuelta. Pero anoche, pese a que la gran fiesta organizada en la avenida Paulista fue cancelada, la frustración y el desánimo no estuvieron presentes en las calles, al contrario, en varios puntos del país hubo festejos y las canciones, la música y las banderas rojas con la estrella del PT en el medio celebraron hasta la madrugada.
Vamos, no ganar en primera vuelta no es una derrota. Ya contados el 99,21 por ciento de los votos, Lula tiene el 46,44: ya hizo historia y tiene muchísimas oportunidades de seguir haciéndola. De los 29 estados que conforman la República Federativa del Brasil (su nombre oficial), en 27 ganó Lula con más del 40 por ciento, en cinco de ellos con casi la mitad de los votos válidos (aparte de los blancos y los nulos). Inclusive en Nueva York ganó... más aún, en casi todos los países del mundo donde los brasileños votaron, Lula ganó.
Hoy Lula ha dado su primera declaración postelectoral, explicando cuál es su intención para llegar al poder, reafirmando sus propuestas de campaña y confirmando lo que todos sabemos, que el pueblo está con él y no piensa defraudarlo ni dejarlo solo, va a seguir andando los trechos que le faltan. Ya todos trabajan para conformar las alianzas. Por lo menos uno de los partidos grandes de izquierda, el Socialista, ya anunció su apoyo al PT para la segunda vuelta. Con esto, si la guerra no es demasiado sucia, será suficiente para que Lula sea el presidente de Brasil.
Por su parte, el segundo en las elecciones y rival de Lula, José Serra, también trabaja para pelear el próximo 27. Serra, candidato del partido socialdemócrata, planea utilizar la figura de su correligionario más importante como apoyo decisivo: el presidente Fernando Henrique Cardoso. Vamos a tener una nueva edición de un viejo conflicto, ahora más claro que nunca: los grupos dominantes, con sus simpatizantes en Washington, y la voluntad popular. Tenemos entonces tres semanas para reportar sobre todo...
Durante los siguientes días, Narco News se dedicará a contarles con más calma lo que pasa en Brasil, hablaremos con las personas clave en el PT, y tal vez con Lula (que anda lógicamente muy ocupado) y trabajaremos con la ayuda de algunos periodistas auténticos (como Renato Rovai de la revista Forum: http://www.revistaforum.com.br/): vamos a acompañar al pueblo brasileño en la última etapa de su viaje para conseguir un gobierno justo y verdaderamente democrático. Vengan con nosotros...