La aventura mexicana de Al Gore

¿Qué haría un gobernador desvergonzado con aspiraciones presidenciales cuando su partido, el PRI, no ocupa la presidencia y no tiene un líder claro para la nominación de 2012? Para el Gobernador Enrique Peña Nieto la solución era fácil: ¡Hacer que Washington lo designara! Al Gore llegó en agosto guiñandole el ojo y dándole palmaditas en la espalda—¡sin importar que el gobernador es el carnicero de Atenco!—para hacer precisamente eso. NNTV estuvo ahí para hacer una crónica del circo.


por Sebastian Kolendo, NNTV
09/11/2010 7:26 pm