6 de
marzo, 2002
Narco News '02
El pequeño
Asa y la
nación
clandestina
Por Luis Gómez
Oficina Andina de Narco News
El
5 de marzo ha sido un día de extremos
en Bolivia. Por la mañana en uno de los hoteles más
lujosos del Oriente, en la amazónica ciudad de Santa Cruz
de la Sierra, el boss de la DEA Asa Hutchinson se encontró
con un montón de funcionarios de varios países
para la XX Conferencia Internacional para el Control de Drogas.
Por la noche, en el rincón occidental
y andino de La Paz, más de cinco mil campesinos de todo
el país proclamaron al dirigente cocalero Evo Morales
como su candidato a la Presidencia de la República en
las elecciones que tendrán lugar el próximo 30
de junio.
Así, de extremo a extremo, iremos
juntos a ambos sitios, compararemos sus palabras y podremos medir
sus alcances.
Vayamos primero al Salón Conquistadores
(fíjense en lo simbólico del nombre) en el Hotel
Los Tajibos. En medio del húmedo calor, resaltan los oscuros
trajes finos de los zares antidroga, de los fiscales especiales
y de los funcionarios de combate al narcotráfico de poco
más de medio centenar de países. Particularmente,
observen al hombre de cabello casi blanco y muy corto (como de
militar), con esa expresión de niño bien portado,
que no escatima abrazos y sonrisas, acompañados con algunas
palabras en español. Su traje negro azulea cuando se para
en el estrado y comienza por agradecer a Bolivia la hospitalidad,
así como aclarar debidamente que su gobierno, con sede
en Washington DC, continúa y continuará apoyando
al del Presidente Jorge Quiroga en el combate contra el narcotráfico
y la erradicación de la sagrada hoja de coca. Es el pequeño
Asa Hutchinson, cabeza visible de la Drug Enforcement Administration
(DEA), uno de los más letales instrumentos de penetración
gringa en América Latina...
A esas horas, en una marcha campesina,
que paralizó las avenidas principales de La Paz, llegó
al auditorio donde el Movimiento Al Socialismo (MAS) habría
de proclamar por la noche como su candidato a la Primera Magistratura
a Evo Morales, al cocalero, al ex diputado, al marcado como terrorista
por el Virrey/embajador gringo Manuel Rocha. La gente, festiva
y portando cientos de banderas, gritaba muchas consignas (les
juro que este corresponsal escuchó decir "Evo sí,
yankis no" por lo menos en cuatro idiomas originarios de
América). Vinieron del sur, del centro, de todas las provincias,
quechuas, aymaras, guaraníes y chipayas, eran campesinos
y trabajadores. Se trataba, como afirmaría Evo algunas
horas más tarde, de "los marginados, las víctimas
del capitalismo salvaje impuesto principalmente por los Estados
Unidos".
Pero perdonen, lectores de Narco News,
que los haga regresar ahora al caluroso ambiente de la XX Conferencia
Internacional para el Control de Drogas. En su discurso inaugural,
el canciller boliviano Gustavo Fernández, ha dejado impresionados
a los asistentes: resulta que desde este año, y de acuerdo
a datos del gobierno, la marihuana podría estar ya duplicando
la producción de cocaína en este país. Según
el ministro, en 2001 se incautaron siete toneladas de marihuana
contra cuatro de pasta base y media tonelada de clorhidrato de
cocaína. Muy curioso, ¿no? Porque pese a que la
actividad de los narcotraficantes ha disminuido en el renglón
cocaína, los hombres del Presidente Quiroga, de acuerdo
siempre a los pedidos del gobierno de Estados Unidos, sólo
se han dedicado ha combatir a los campesinos que cultivan hoja
de coca...
También repasemos con calma las
palabras el Viceministro de Desarrollo Social Oswaldo Antezana,
el funcionario boliviano encargado de erradicar la coca, de reprimir
a los cocaleros y, de ser necesario, hasta de masacrarlos. Ha
dicho que Bolivia cumplió con su cuota de erradicación,
que las tareas en el Chapare continúan, pero que ahora
todo es más difícil, porque los campesinos han
encontrado modalidades de siembra: en pequeñas parcelas
hasta de 1 m2, a la sombra de grandes árboles y lejos
de las zonas tradicionales de cultivo. Dijo Antezana, serio y
decidido, que por ello, las imágenes de los satélites
estadounidenses ya no son "tan confiables como antes".
Y salió con una inesperada sorpresa: y aunque su intervención
fue a todas luces un desafío a la autoridad de Estados
Unidos, el pequeño Asa lo abrazó y lo felicitó
al término de su intervención.
Leopoldo Fernández, hasta ayer
Ministro de Gobierno de Jorge Quiroga, también participó
del evento. Reconoció que Estados Unidos no "vio
con buenos ojos" el diálogo y posterior acuerdo con
los cocaleros del Chapare (recuerden la Guerra de Sacaba por
los mercados tradicionales de coca). Fernández, en este
punto, insistió en que él, sus colegas y su jefe
hicieron todo lo que pudieron por cumplir con el Plan Dignidad
(la versión local del Plan Colombia). Al despedirse, el
ex ministro no dejó de decir que se iba con la conciencia
tranquila "y espero que el balance lo hagan de afuera",
en abierta referencia al gobierno del Presidente Bush, y aseguró
que el gobierno hizo todo lo que estuvo a su alcance por cumplir
con el Plan Dignidad que contempla la erradicación de
los cultivos excedentes de coca ilegal y la lucha frontal al
narcotráfico.
Bueno, el pequeño y aplicado Asa
también habló, pero eludió con gracia diplomática
referirse a temas delicados en América Latina, como las
calificaciones que otorga Estados Unidos (las célebres
certificaciones)... se dedicó casi toda su intervención
a hablar del éxtasis, esa pildorita tan popular en el
Primer Mundo y que, en los últimos años, ha comenzado
a aparecer en los mercados de latinoamericanos. No respondió
con la soberbia habitual con que suelen responder los funcionarios
gringos a todo reclamo o crítica a su trabajo. Es más,
Asa Hutchinson parecía estar más bien en una alegre
convención de vendedores de Biblias en Salt Lake City
que en medio de una conferencia sobre drogas: socializó,
regaló palmaditas en la espalda y hasta conversó
de buen talante con varios colegas de todo el mundo...
¿Qué ha pasado? Simple:
hace unos días comenzaron a aparecer los informes oficiales
del Departamento de Estado sobre Combate contra el Narcotráfico
(las famosas certificaciones) y sobre el estado de los Derechos
Humanos en todo el mundo. En ellos, y hay declaraciones particulares
de algunos funcionarios de la administración Bush, queda
claro que Bolivia ha dejado de ser el alumno aplicado que tan
bien cumplía con su tarea de borrar a la hoja de coca
del mapa terrestre, y por supuesto, el tema de los Derechos Humanos
en el gobierno de Jorge "Tuto" Quiroga es algo espinoso
(57 muertos en los primeros 180 días de gobierno). Y todo
esto, para el formal y juvenil presidente boliviano, ha sido
una afrenta...
En su informe sobre Derechos Humanos,
EEUU afirma que la violación de estos derechos en Bolivia
"continúa siendo un problema en ciertas áreas"
aun cuando en general el gobierno respeta esos derechos. Pero
en el de combate contra las drogas, la administración
Bush mencionó que el gobierno de Jorge Quiroga (iniciado
en agosto de 2001), ha tenido varias complicaciones para seguir
cosechando éxitos (como el de la gran erradicación
forzosa de 2000). Sobre todo luego de la suspensión del
Decreto Supremo 26415 (el que provocó la Guerra de Sacaba)...
eso desató la indignación de Quiroga y su gabinete.
Se llegó incluso a decir que en Estados Unidos siempre
pensaron que Jorge Quiroga se había opuesto al Plan Dignidad
implementado por el ex presidente Hugo Banzer.
Así las cosas, "Tuto"
Quiroga decidió no asistir a la XX Conferencia Internacional
para el Control de Drogas, desairando al pobre Asa. Durante los
días previos a la conferencia, el gabinete del presidente
se encargó de quejarse abiertamente por el injusto trato.
El ex ministro de Comunicación (ojo, Quiroga ha renovado
su gabinete el 5 de marzo), Mauro Bertero, dijo que es tiempo
de que se retribuyan los esfuerzos realizados en el marco de
las estrategias contempladas en el Plan Dignidad: "El principal
ideador y artífice de este Plan Dignidad se llama Jorge
Quiroga Ramírez que hoy por hoy no le ha gustado esta
clase de actitudes de felicitarnos públicamente y de mandar
informes que no coincidan con esa felicitación".
Y fue incluso duro con los informes del Departamento de Estado:
"Debemos lamentar que algunos informes, que muchas veces
son elaborados por burocracias que se sientan en los escritorios
y que se enteran de lo que sucede en el país a través
de la prensa, no coincidan con los esfuerzos dramáticos
de una sociedad, como la boliviana que ha sido la primera, la
más eficiente en la reducción de coca ilegal y
excedentaria que producía cocaína".
El pequeño Asa, antes de dejarse
caer por acá, tuvo que dar una conferencia de prensa sobre
el particular. Hutchinson afirmó entonces que no, que
no abandonaban a sus socios bolivianos, que por eso les habían
incrementado el monto de la ayuda económica este año.
Que todo era un malentendido... y santas paces... al menos por
un tiempo. De todos modos, Jorge Quiroga no asistió a
la conferencia...
Resurge
la nación clandestina
Ahora,
queridos lectores, avancemos un poco,
que comience a declinar este día de los extremos tras
la cordillera andina. En punto de las seis de la tarde del 5
de marzo, en un auditorio lleno hasta el tope, dio inicio el
evento popular político más importante de los últimos
meses: la reunión del MAS (Instrumento Político
para la Soberanía de los Pueblos). Miles de campesinos
gritando, mascando hojas de coca y a la espera de su máximo
representante, Evo Morales... que en estos momento arribaba rodeado
de compañeros, con una corona de flores en el cuello,
y se dirigió sonriente al escenario en medio de la multitud.
Ahí, los kallawayas (los brujos andinos) realizaron el
rito de bendición del evento y encendieron una hoguera
que crepitó durante todo el evento.
Estaban ahí todas las izquierdas
posibles en Bolivia. Estaban los campesinos, claro, pero también
los mineros y los obreros; estaba Oscar Olivera (ganador del
Premio Goldman 2000) y una delegación de la Coordinadora
del Agua, y con él miembros de varias organizaciones políticas
urbanas, intelectuales y artistas, como el cineasta Jorge Sanjinés,
quien con sus obras ha puesto en los ojos del mundo la problemática
indígena en Bolivia las últimas tres décadas.
Vaya, hasta militares nacionalistas asistieron al acto.
Un de las primeras en hablar fue Leonilda
Zurita, la dirigente cocalera más importante (y la máxima
dirigente femenina popular de todo Bolivia). Saludó a
Evo y se dirigió a la asamblea para recordarle que estaban
ahí no sólo para proclamar a Morales candidato
a presidente, sino para seguir expresando su indoblegable lucha
en los terrenos de la política formal. Luego hablarían
algunos dirigentes campesinos de varias regiones del país,
repitiendo emocionados que ése era su deseo, que estaban
ahí porque la conciencia así se los mandaba. Cada
tanto, la gente hacía bailar sus wiphalas (la bandera
de siete colores de la nación aymara), las muchas bandas
hicieron trinar sus flautas y tronar sus tambores.
Finalmente, el viejo luchador y reconocido
periodista de izquierda Antonio Peredo tomó la palabra
para hacer la propuesta formal a la asamblea: Evo debería
ser el candidato a presidente del MAS. Inmediatamente, el escritor
Eusebio Gironda hizo lo mismo y recordó a todos que había
un notario en sala, dispuesto a dar fe de lo votado en ese auditorio.
Gironda, de voz cansada y rasposa, pidió con vehemencia
que quien estuviera "de acuerdo con la proclamación
de Evo Morales Ayma" levantara su mano. Miles de mano se
levantaron, las banderas volvieron a ondear, alegres, y todo
se consumó en medio de gritos y porras. Evo tomó
el micrófono entre sus manos...
"Compañeros, vamos a tomar
este reto para pelear por lo que es nuestro. Como campesinos
(y mineros) somos dueños de nuestros recursos naturales,
que por desgracia los gobierno de este país se han encargado
de vender a los extranjeros", comenzó un nervioso
Evo su primer acto oficial de campaña (que por cierto,
y por ley, fue transmitido en directo por la televisión
estatal). Habló entonces de los ricos, que dicen combatir
la pobreza, "¿cómo la van a combatir si nunca
han vivido la pobreza?", y criticando duramente a los partidos
tradicionales y al modelo neoliberal, "a este capitalismo
salvaje", propuso acabar con la corrupción, que se
conforme una Asamblea Popular Constituyente y la recreación
de un Banco Agrícola que fomente el trabajo de los pequeños
productores, los artesanos, las cooperativas y toda forma de
producción comunitaria tradicional.
En poco más de veinte minutos,
Evo Morales Ayma se tomó tiempo para dar cuerpo a todas
las necesidades de su gente, sin olvidar su papel como dirigente
cocalero: "Nos llaman narcotraficantes, ¿quiénes?
Narcotraficantes los que están en el Parlamento, en el
Palacio Quemado (sede del Poder Ejecutivo).... dicen los zapatistas
que Ya Basta... pues así también nosotros, digamos
que ya basta, basta de tanta miseria y opresión, basta
de imposiciones del gobierno estadounidense... es hora de que
el Estado sirva al pueblo".
Cada tanto, la asamblea lo interrumpía
con gritos y aplausos. Y Evo, sencillo y sonriente, trataba de
no olvidar nada, de incluir en su discurso todo lo que era importante
recordar.
"Si queremos transformar este sistema,
tenemos que empezar por transformarnos nosotros mismos. Vamos
juntos a crear una nueva patria, un Pachacuti...", dijo
casi al final, recordando que en este país, en poder de
cien familias, los que son más aún no pueden decidir
qué rumbo tomar. Por ello, Morales pidió a todos
los sectores populares una fraternidad que permita la comprensión
de los problemas particulares y comunes.
"Pero tenemos que estar muy claros
en todo, compañeros. Si todos se aclaran no habrá
gobierno, no habrá imperio que nos aguante. Y no estamos
solos en la lucha contra el neoliberalismo; esta lucha esta también
presente en toda América Latina y el resto del mundo.
No nos abandonen, compañeros, y caminemos juntos... jamás
han podido cortar nuestras raíces... estas elecciones
terminan el 30 de junio, nuestras luchas continuarán..
ahora, este enfrentamiento es el de la conciencia contra la plata...ténganlo
muy claro: es más importante el capital humano que el
financiero... no nos abandonemos", terminó diciendo
Evo Morales Ayma, hoy candidato presidencial de los de abajo.
Luego la masa alegre, morena casi toda,
se dirigió en festiva marcha a la Plaza de los Héroes,
el foro popular por excelencia en La Paz. Este corresponsal decidió
ya no acompañarlos, sabe que habrá de encontrarlos
nuevamente y ponerlos en contacto con la comunidad Narco News...
esa noche la nación clandestina volvió a tomar
el destino en sus manos... la suerte está echada... el
pequeño Asa, por ahora, puede dormir tranquilo pensando
en sus discusiones sobre el éxtasis y el lavado de dinero
en todo el mundo. Uno de estos días, si todavía
sigue en el puesto, los hombres y mujeres de Bolivia habrán
de quitarle el sueño.
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