15 de
enero, 2002
Narco News '02
Samba
Legal
Brasil Podría
Humanizar
su Política
Antidrogas
Por Luis A. Gómez
Oficina
Andina de Narco News
El pasado 11 de enero, el presidente brasileño
Fernando Cardoso ha sancionado la nueva Ley Antidrogas que, estando
a un paso de ser aprobada en el Congreso en los próximos
días, resultaría en la ley más avanzada
en su especie en América Latina, ya que, entre otras cosas,
hace una diferenciación expresa entre un narcotraficante
y un adicto.
Anteriormente, a causa
una ley promulgada en 1976 y vigente en toda la República
Federativa del Brasil, toda persona que fuera encontrada en posesión
de droga (aunque sólo fuera para su consumo) podía
ser acusada de narcotráfico y enfrentar penas de entre
tres y 15 años. Ahora, gracias a las modificaciones aprobadas
por el Presidente, el juez podría dictar que un acusado
sea sometido a un tratamiento médico y/o psiquiátrico,
así como prestar servicios a la comunidad, en vez de ir
a para a la cárcel.
Sin embargo, Cardoso no
sancionó en su totalidad el proyecto de ley realizado
por el diputado federal José Elias Murad, de profesión
químico y farmacéutico. En algunos casos, como
el del artículo 1, el presidente hizo uso de su derecho
de veto sobre los proyectos de ley por aprobarse en Brasil y
rechazó buena parte del contenido de la Ley Antidrogas
en su primera versión. Más aún, en el tema
de la diferenciación entre narcos y enfermos, el artículo
42 de la nueva Ley Antidrogas fue modificado en el despacho del
gobernante porque, a su juicio, era polémico: los jueces
podrían haber suspendido procesos (y sus consiguientes
penas) si consideraban que el convicto era un adicto que podía
ser rehabilitado médicamente... lo que pareció
a Cardoso un tanto excesivo.
Pero no todo es sonrisas,
queridos lectores, porque en Brasil también existen los
oscuros personajes que no quieren una nueva ley, más humana
y flexible. Los jueces y agentes del ministerio público
han comenzado una cruzada en contra de la nueva Ley Antidrogas
y están solicitando, al Presidente Cardoso y a los legisladores,
que la veten por completo. ¿Por qué? Simple: como
las penas se flexibilizan y las medidas alternativas se vuelven
tan importantes como las penas de cárcel, los juristas
creen que eso afectaría el combate policial contra el
narcotráfico... eso sin contar que por ahí un juez
ya declaró al diario Folha de Sao Paulo (10.01.2002) que,
si se aprueba la ley, con tantos "beneficios" para
los acusados, pues el gobierno de Brasil habrá demostrado
su desconfianza en la capacidad del sistema judicial y penal
para sancionar...
En un lúcido y
sencillo artículo publicado en el diario O Povo de Ceará
("El Pueblo de Ceará"), el diputado José
Elias Murad defendió su proyecto de ley el pasado martes
15. Entre lo más destacado de dicho texto, está
la moderna definición jurídica de "justicia
terapéutica", es decir, la posibilidad de reinsertar
a un acusado por la vía de la medicina, dejando de lado
la cárcel: un adicto es un ENFERMO, no un narcotraficante,
y como tal debe ser tratado. Otro tema importante es que, según
el proyecto inicial de ley, Murad dejaba en manos de un perito
en toxicología la posibilidad de precisar si una persona
capturada en posesión de droga era un adicto o un narco;
no sería ya una cuestión de cantidad, de cuánta
droga traía una persona encima, sino de la relación
con de esa droga con la salud del acusado. Un gran avance, ¿no?
Pero habrá que
esperar si los congresistas brasileños dan el gran salto
y aprueban una ley digna y justa en serio. Si no, como bien dice
José Elías Murad, se mantendrá una "mentalidad
represora y retrógrada" entre las autoridades de
su país. Por ahora, no queda sino seguir la cadena de
acontecimientos... no duden, ni por un instante, de que en el
futuro más próximo seguiremos informando de este
importante tema.
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