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La hora de las disculpas

Los militares brasileños y los derechos humanos en Haití


Por Natalia Viana
Especial para The Narco News Bulletin

13 de abril 2005

A fines de marzo pasado, la ong internacional Centro de Justicia Global y el Programa de Derechos Humanos de la Universidad de Harvard publicaron un informe de balance sobre la confianza de la comunidad internacional en la misión de la ONU en Haití, liderizada por las tropas brasileñas. El informe denuncia que las fuerzas de paz, conocidas como Minustah, no estarían cumpliendo con el mandato de la ONU, sino además siendo acusadas de participar de violaciones a los derechos humanos en la isla. “El tiempo de las disculpas se terminó”, dice el informe (PDF, inglés). El presidente del Centro de Justicia Global James Cavallaro, que es profesor de derecho en la Universidad de Harvard y tiene años denunciando la situación de los derechos humanos en Brasil, estuvo en este país dos veces, en diciembre de 2004 y en febrero de ese año, junto a otros investigadores, para recolectar información sobre el trabajo de los militares brasileños. Dio a Narco News la siguiente entrevista.

Narco News: ¿Cuál fue la repercusión del reporte “Manteniendo la paz en Haití”?

James Cavallaro: La respuesta de los medios, de aquellos medios que siguen la situación en Haití, fue muy positiva. Hubo muchos reportajes en diarios, radios y canales de televisión sobre nuestro estudio y sobre nuestra crítica a la misión de la Minustah, y eso generó realmente un importante debate. Nuestro objetivo es promver ese tipo de discusión para intentar cambios en la misión, para que cumpla sus obligaciones y promueva de hecho el respeto a los derechos humanos en Haití. Desgraciadamente la respuesta de las autoridades brasileñas fue menos receptiva, menos abierta y autocrítica de los que esperábamos. Percibimos que las autoridades brasileñas desgraciadamente tienden a tomar las críticas de manera muy personal. No demostraron la capacidad para reconocer los diversos roles, en una sociedad libre, que ejercen las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil de cara al gobierno. Pero al final conseguimos una reunión con el ministro de derechos humanos, conseguimos también con autoridades del Ministerio de Justicia, y creo que fue un diálogo positivo. Llegamos a dos puntos de consenso sobre los cambios que deben hacerse.

Narco News: ¿Qué tipo de cambios?

James Cavallaro: Tenemos la cuestión de la seguridad en los hospitales, con una gran cantidad de denuncias relacionadas al retiro forzoso de personas de los hospitales, presumiblemente por parte de miembros de la Policía Nacional de Haití, y su subsecuente desaparición o ejecución. Cuando estábamos en Haití pedimos al contingente militar de la Minustah o al contingente de la policía civil, llamada CivPol, que uno de ellos o ambos proveyeran seguridad a los hospitales para que fueran completamente seguros, para que las personas sintieran que pueden recibir atención médica si reciben un disparo. Hoy, una de las cosas que documentamos es que hay inumerables casos de víctimas de disparos, por parte de la Policía Nacional de Haití, que no buscaron tratamiento porque tienen miedo de ser retiradas de los hospitales y luego desparecer. Es una cosa tan grotesca que nosotros pensamos que sólo plantear este tema ya provocaría cambios inmediatos; solamente que no ocurrió así cuando estuvimos en Haití. Pero el ministro de Derechos Humanos de Brasil, Nilmário Miranda, prometió que consideraría reorganizarse en ese tema con las fuerzas de la ONU. Entonces, estamos presionando y esperamos que eso pase. El segundo punto envuelve el monitoreo de la Minustah, que ha sido extremadamente débil. El ministro prometió organizar una misión con la sociedad civil para ir a Haitú a investigar y producir un informe sobre la situación de los derechos humanos en ese país. Y es algo muy necesario en estos momentos.

Narco News: En el informe ustedes presentan evidencias de los abusos a los derechos humanos cometidos o apoyados por la Minustah. ¿Cómo obtuvieron esas evidencias?

James Cavallaro: La mayor denuncia en términos de abusos violentos es que las tropas de la Minustah han provisto de cobertura y de apoyo logístico a la Policía Nacional de Haití al cometer graves violaciones. Algunas ejecuciones, prisiones en masa de 20, 30 o 40 personas sin orden judicial. ¡Y pudieron hacerlo porque contaban con el apoyo de las tropas de la ONU! Esa es la clave de nuestra crítica en cuanto a la violación de derechos humanos. También hay algunos casos en que las informaciones recabadas demuestran por los menos la seria posibilidad de involucramiento directo de la Minustah en violaciones graves. Nosotros señalamos casos concretos. Un caso, por ejemplo, involucra a un niño de nombre Herlens Henri, de menos de tres años, que fue asesinado por una bala directa. Nosotros no decimos que las tropas de la ONU apuntaron al niño, claro, pero el hecho es que el tiro fue disparado por la ONU. Ellos dicen que no dispararon, que una guerra entre bandas rivales fue la responsable por la muerte. Pero nosotros tenemos informaciones de testigos y de miembros de la familia de la víctima. Fuiemos hasta Cite Soleil, donde ocurrió el asesinato, hablamos con la gente, hablamos con las fuerzas de la ONU, preguntamos por la hora de la operación, y nos dieron respuestas contradictorias: que la misión habría comenzado a las 5 de la mañana y que el tiro fue hecho a las 3 y media; entonces ellos no pudieron ser los responsables. Pero ellos también dijeron que las operaciones comienzan a la medianoche en los cuarteles, para una misión que comienza a las 5 de la mañana. Los hechos no son totalmente claros. Una enorme cuestión en ese caso y en los demás es que no se cuenta con un sistema de investigación transparente de las denuncias de abuso. Otro caso, en que el general Augusto Heleno Ribeiro Pereira reconoce efectivamente la responsabilidad de la ONU, involucra a un joven llamado Carlo Pierre, que recibió un disparo durante una protesta. Las informaciones que nosotros recibimos de una testigo ocular fueron que un tanque de la ONU apuntó sus armas contra Carlo Pierre y disparó porque él iba a lanzar una piedra al tanque. Y en respuesta a nuestro informe el general Augusto Heleno escribió: “Bueno, tirar piedas a las tropas de la ONU no es una actividad democrática y nosotros teníamos que responder”. Así admitió la verdad de que las tropas de la ONU dispararon y mataron a un joven que iba a tirar una piedra contra ellas. Pero de nuevo no hubo investigación ni tentativas de esclarecer qué responsabilidad tuvo la ONU en esto. Y eso puede ser un tema inclusive más importante que el de las violaciones cometidas por la propia ONU: no hay un sistema para monitorear a la ONU y nosotros no tenemos ni idea de lo que está ocurriendo. Nosotros obtenemos informaciones y otras declaraciones directamente de los testigos, y en verdad eso no nos permite tener una visión más global. Si la ONU tuviera un papel significativo de monitoreo de sus propios abusos podríamos tener mejores datos y también controlar a las fuerzas de la ONU más efectivamente.

Narco News: ¿Es en ese aspecto en el que la misión se distancia más de facto del mandato que la creó?

James Cavallaro: Hay tres elementos centrales en el mandato. El primero es el desarme, la desmovilización y la reintegración, llamado DDR. El segundo aspecto es el fortalecimiento constitucional, que implica la reforma de la política y de la policía. El tercero es la protección de los derechos humanos y de los civiles. En cada uno de ellos existe una distancia enorme entre el mandato y lo que se hace. Entonces, por ejemplo en términos de desarme, luego de ocho meses en Haití, la Minustah no se movilizó ni mucho menos en el plano del desarme. Todavía hoy existen áreas del país que son controladas por los antiguos militares pro Aristide. Y eso está en lenguaje claro, básico, comprensible, en el mandato, en la Resolución 1542, que exige que la ONU desmovilice a los grupos armados en Haití. Y ellos no lo hicieron. Dicen que el mandato establece que trabajen en conjunto con las autoridades haitianas y provean asistencia. Solamente que eso es el lenguaje base de los mandatos de la ONU sobre desarme -son los mismos términos utilizados para las misiones de Sierra Leona y de Liberia. Y esos países estaban saliendo de sangrientas guerras civiles, y en ambos la ONU desarmó a millares de combatientes. Entonces el mandato es bastante fuerte, claro, y no está siendo obedecido. Ahora voy a ir al tercer aspecto, que establece que la ONU debe proteger a los civiles. Eso significa que si la Policía Nacional de Haití estuviera actuando de alguna manera que pudiera comprometer la actividad física de los civiles, la ONU no solamente no debe cruzar los brazos y atestiguarlo, sino que debe actuar. Y todo ello podría haber ocurrido una o dos veces en situaciones excepcionales más recientemente, pero esa respuesta llegó demasiado tarde. Y el segundo punto: deben monitorear directamente la situación de los derechos humanos e informar sobre ella. A pesar de que hubo algunos informes producidos por otros organismos de la ONU, la Minustah no publicó un solo informe sobre derechos humanos. No los están monitoreando. Detesto usar la expresión, ¡pero se están durmiendo en el puesto! Lo que está en directa contradicción con el mandato.

Narco News: Usted tiene trabajando en Brasil mucho tiempo, y por tanto conoce la tradición del ejército brasileño de violar los derechos humanos, por ejemplo cuando entra a las favelas de Río de Janeiro. ¿Usted piensa que el ejército brasileño no está preparado para respetar los derechos humanos y para liderizar una fuerza de paz?

James Cavallaro: Creo que en verdad el problema es diferente, y tiene que ver con las órdenes que está recibiendo el ejército brasileño. La mayoría de los soldados, en todas partes, independientemente del potencial que pueda existir para cometer actos de violencia ilegales, la mayoría de las veces, en la mayoría de los lugares, la mayoría de las tropas siguen órdenes -es eso lo que hacen. Puede verse claramente en el escándalo de Abu Gharib: eran militares siguiendo órdenes para “ablandar” a los prisioneros, espantarlos, torturarlos o abusar de ellos. Es ése el problema en Haití. Y no pienso que las tropas estén recibiendo órdenes para hostilizar a los haitianos, por supuesto; pero pienso que están recibiendo la orden de cruzar los brazos y proveer el apoyo logístico a la Policía Nacional de Haití sin revisar lo que está haciendo dicha policía.

Narco News: ¿Y quién está dando esas órdenes?

James Cavallaro: Prefiero no especular. Lo que podemos decir claramente es que las órdenes que deberían estar recibiendo son diferentes de las que han venido recibiendo -para cerrar los ojos a los actos de la Policía Nacional Haitiana. Con toda claridad deberían frenarla si está cometiendo actos de violencia; deberían ser más activos en mantener la seguridad en los diferentes puntos del país y también desarmar a los antiguos militares que mantienen el control de las regiones. ¡Eso es la cuestión de la orden que deberían recibir! Ningún grupo de militares va a entrar en uno de los distritos policiales controlado por los ex militares de Aristid y va a desarmarlos sin un plan de acción y una estrategia clara. Es eso lo que debe ocurrir. Entonces, pensamos que el problema es mucho mayor que un simple error en la interpretación del mandato y de su naturaleza. La Minustah está haciendo un pésimo trabajo en el cumplimiento de su mandato.

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